Varios cientos de personas se han concentrado esta tarde en la Embajada de Marruecos en España, en respuesta a la crisis diplomática entre ambos países y en protesta por la llegada masiva de inmigrantes irregulares a Ceuta. Los manifestantes, convocados por el exasesor de Toni Cantó Alvise Pérez y la organización neonazi Bastión Frontal, han terminado por disolverse ante el dispositivo policial, que ha cortado la calle Serrano.
El grupo, congregado alrededor de la embajada en la misma calle, confrontaron con la Policía al grito de "con los moros no hay huevos". Entre otras proclamas, revestidas principalmente de banderas de España, corearon: "Esta es nuestra tierra y hay que defenderla" o "más inmigración es una invasión".
Entre el gentío y los discursos de los convocantes en Madrid, en la congregación se ha podido ver a Isabel Medina Peralta, la joven antisemita que hace unos meses saltó a la fama -mano alzada de por medio- durante el homenaje a la División Azul. A un lado, Bastión Frontal, el grupo neonazi al que pertenece desde hace meses; al otro, manifestantes de extrema derecha con banderas franquistas y carteles ultraderechistas.
"Ha acabado mal la manifestación. Íbamos a recoger la pancarta y han cargado contra nosotros a porrazos", afirma a EL ESPAÑOL la propia Peralta desde el hospital. "Me están haciendo pruebas porque me han descolocado los órganos", asegura.
Alguno de los otros manifestantes ha adoptado también el discurso de Vox, que no se ha pronunciado sobre el hecho, utilizando frases como "haremos un muro [en Ceuta]" o "un mena 4.700 euros", en relación al polémico cartel electoral del partido. Una de las convocatorias, la organizada por Alvise Pérez, cargaba también contra una "invasión migratoria permitida por el Gobierno de Sánchez".
La embajadora de Marruecos
Esta ola migratoria de más de 7.000 personas, que comenzó el pasado lunes, ha sido interpretada por el Gobierno como un "desafío" de Marruecos, que habría abierto el grifo migratorio desde su lado de la frontera. Su embajadora, Karima Benyaich, aseguró esta mañana que, en las relaciones entre países hay actos que tienen consecuencias que “se tienen que asumir”, en velada referencia a la decisión de España de prestar atención médica al líder del Frente Polisario, Brahim Gali, enfermo de Covid.
Las palabras de Benyaich hacen clara alusión al asilo sanitario que España está dando en un hospital de Logroño al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. Marruecos abrió la mano y las verjas este lunes en la frontera con la ciudad autónoma, permitiendo que 8.000 personas cruzasen hasta España.
Fuentes diplomáticas marroquíes dicen desconocer por el momento más detalles sobre la llamada a consultas de los embajadores, tanto en España como en Marruecos, que eleva la tensión entre Rabat y Madrid a niveles desconocidos en la última década.
Ruptura diplomática
La llamada a consultas de un embajador es la orden por la que se reclama su presencia para que dé explicaciones por unos hechos que incumben a los dos países. Una acción de este tipo, con la llamada de atención de la UE de por medio, supone un paso previo para la ruptura de relaciones diplomáticas.
Las declaraciones de Benyaich, en este caso, contradicen a la versión dada por la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, que negaba en una entrevista radiofónica que el asilo sanitario al líder del Frente Polisario tuviera algo que ver con la ola migratoria, la mayor que ha sufrido España en su historia.
En la reunión con la representante marroquí, Laya le ha expresado el "disgusto y rechazo" del Gobierno español "a la entrada masiva de migrantes marroquís a Ceuta" y le ha recordado que "el control de la frontera es corresponsabilidad de los dos países". Además, le ha reiterado la predisposición del Ejecutivo a mantener "relaciones de buena vecindad". Benyaich, por su parte, ha insistido en que hay "actitudes que no se pueden aceptar"
Manifestación contra Sánchez
No ha sido la única manifestación. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido recibido a su llegada a Ceuta con gritos e insultos por parte de un grupo de alrededor de medio centenar de personas que le esperaba, primero, a la salida del helipuerto de la ciudad autónoma, en el parque Juan Carlos I, y después, a las afueras del Palacio Autonómico donde se ha reunido con el presidente ceutí, Juan Jesús Vivas.
Sánchez ha llegado en torno a las 17.00 horas en helicóptero a Ceuta y, al abandonar el helipuerto en coche junto al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha sido increpado por las personas allí congregadas, que portaban una gran bandera de España.
Alguno de los manifestantes ha logrado incluso saltarse el cordуn policial para acercarse a aporrear uno de los coches oficiales, pero sin consecuencias. Además de los improperios contra Sánchez y Grande-Marlaska, los manifestantes también han insultado a los profesionales de los medios de comunicación.
La situación se han repetido al llegar la comitiva de Sánchez a la sede del gobierno autonómico de Ceuta, donde los representantes del Ejecutivo central se han reunido con Vivas para analizar la crisis migratoria.