Los casi dos millones de españoles a los que se les había pautado completar la inmunización con las dosis de Pfizer han decidido, en su mayoría, dejar de lado la decisión de Sanidad y repetir con la misma casa comercial.
Así lo confirman las comunidades autónomas días más tarde de retomar la inoculación de los menores de 60 años vacunados con la primera dosis de la compañía anglosueca.
Aunque la ministra de Sanidad, Carolina Darias, insista en que "no se trata de elegir", los españoles lo han hecho y su decisión es clara: segunda pauta con AstraZeneca.
La opción no gusta al Ministerio y por ello ha hecho un llamamiento a las autonomías pidiendo "unidad" en el criterio de poner la segunda dosis. Sanidad reitera, apelando a que ha existido un "fallo de comunicación" con los ciudadanos, la necesidad de usar Pfizer.
Este mismo jueves (y después de que las comunidades autónomas confirmaran que más del 80% de los citados estaba eligiendo AstraZeneca) el Ministerio ha tirado de campaña del miedo y ha filtrado que cuatro personas han fallecido por trombos asociados a la vacuna.
Según los datos facilitados por departamento de Darias, en nuestro país hay 20 casos confirmados de trombos con trombocitopenia (bajada de plaquetas) vinculados con el uso de AstraZeneca. O lo que es lo mismo, una posibilidad de este efecto adverso de 0,5% por cada 100.000 dosis administradas.
La opción difícil
Pero, aunque ahora Sanidad hable de un fallo en la comunicación, lo cierto es que las autoridades sanitarias (como la EMA en Europa) apuestan por la doble dosis de AstraZeneca. También lo hacen la mayoría de los profesionales sanitarios y la propia farmacéutica en su ficha técnica.
El departamento de Darias siempre ha defendido el uso de Pfizer. Primero con un ensayo clínico que diera validez científica a la mezcla de vacunas y, después, creando un consentimiento que sólo se debe firmar si se usa AstraZeneca. Documento que los profesionales sanitarios rechazaron en un primer momento porque creían que crearía reticencias entre los futuros vacunados.
De hecho, algunas comunidades autónomas también tenían el mismo pensamiento y, por ello, regiones como Madrid o Castilla y León plantearon hacer firmar consentimientos tanto las personas que eligen Pfizer como a las que prefieren AstraZeneca.
El uso de AstraZeneca plantea una nueva dificultad: la falta de vacunas. En estos momentos, el Ministerio de Sanidad ha adquirido un total de 12 millones de vacunas de AstraZeneca. De ellas, solo cinco han aterrizado en los hangares del Ministerio y han sido repartidas por las comunidades autónomas.
1,5 millones
Según el último informe de vacunación del departamento de Carolina Darias, menos de un millón de vacunas se almacenan en los puntos de vacunación de las diferentes regiones.
Aunque se prevé que llegue un millón y medio más de vacunas el próximo lunes, el stock total sería de dos millones y medio para la próxima semana.
Con estas cuentas, los dos millones de españoles que tienen puesto la primera pauta de AstraZeneca podrían completar la inmunidad con este preparado. Pero hay un problema, la vacuna anglosueca también está recomendada para la franja de edad de 60 a 69 años. En este grupo de edad (y según los datos de Sanidad) todavía queda un millón de personas por vacunarse.
A este respecto el Ministerio de Sanidad ha querido reiterar que las vacunas de AstraZeneca seguirán llegando, por lo que no se esperan problemas de stock a largo plazo. El problema, como reiteran algunas comunidades autónomas, es quedarse sin vacunas en las próximas semanas.
El hecho de que el Ministerio Sanidad haya retrasado esta decisión durante semanas pone en peligro la inmunización de muchas personas. Y es que, a los que se vacunaron a principios de mes ya se les ha pasado la pauta vacunal de 10 a 12 semanas que tiene AstraZeneca entre la primera y la segunda dosis.
En estos momentos, las fuentes autonómicas piden calma y confían en que la farmacéutica cumpla su pacto con Europa. Sus datos hacen prever que las dosis de la compañía les harán mucha falta; aunque avisan: las autoridades podrían utilizar el problema de suministro como argumento contra AstraZeneca.
Los hechos
Aunque la decisión se está tomando ahora, los motivos que han llevado a esta situación se remontan al 7 de abril. Durante ese día, la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) asoció eventos trombóticos muy raros a la vacuna de AstraZeneca, la vacuna que se había estado usando para los trabajadores esenciales (profesores, sanitarios, policías, etc).
En ese momento el Ministerio de Sanidad paró la vacunación con este suero y, correspondientemente, la inoculación de este grupo. Tras ello, y ya que los efectos adversos muy raros se solían dar en menores de 60 años, Sanidad optó por usar únicamente AstraZeneca en la franja de edad de 60 a 69 años.
Para solucionar el problema de la segunda dosis de los dos millones de personas que ya tenían la primera pauta, el Ministerio optó por la combinación de dosis con vacunas de ARNm, concretamente Pfizer. Una decisión que se avaló con un ensayo científico de 600 personas en las que se mostraba una respuesta positiva del sistema inmunitario y efectos secundarios leves.
De esta forma, el debate que se había generado se cerraba con el uso de Pfizer (tal y como recomienda Sanidad) y AstraZeneca como caso "excepcional". Finamente, la apuesta del Ministerio de Sanidad parece no haber calado entre la población y Darias busca culpables.
Aseguran que se ha creado un "gravísimo problema" de comunicación, al dar a entender que el uso de AstraZeneca era una cuestión de elección o preferencia para los menores de 60 años. Los ciudadanos, por su parte, deciden.