El Ministerio del Interior emprende una nueva medida de refuerzo de la seguridad de la frontera en Ceuta y saca a licitación la contratación de una obra por valor de 600.000 euros destinada a reforzar la protección del paso de El Tarajal.
La obra, según consta en los documentos consultados por EL ESPAÑOL en el Portal de Contratación del Sector Público, la saca a concurso el ministerio dirigido por Fernando Grande-Marlaska en escucha de las demandas de Policía Nacional y Guardia Civil. El presupuesto máximo de la misma ascendería a 599.757,77 euros y se ejecutará en un plazo de seis meses. Las ofertas pueden presentarse ya hasta las 19 h del próximo 29 de junio.
Es en la memoria justificativa del proyecto donde la Subdirección General de Planificación y Gestión de Infraestructuras y Medios para la Seguridad detalla los motivos que venían aduciendo los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para incrementar la protección en ese punto crítico.
Un lugar que, además, ha sido el escenario en el que ha desembocado en las últimas semanas el larvado conflicto diplomático y migratorio que España mantiene desde hace meses con Marruecos. No en vano, Ceuta recibió, a mediados de mayo, en apenas 24 horas y sin oposición alguna de las policías vecinas, la llegada de 8.000 inmigrantes, un tercio de ellos menores de edad, que se echaron al agua desde las playas del país vecino para alcanzar arenas ceutíes donde serían atendidos por el Ejército, la Cruz Roja, la Policía y la Guardia Civil.
Aunque el proyecto fue lanzado por Interior meses antes de que esto ocurriera, la tesitura propicia que esta clase de ejecuciones en ese puesto fronterizo adquieran una mayor relevancia. Tal y como expone el jefe de sección del Área de Arquitectura y Obras en la memoria, fechada el pasado 29 de marzo, debido a los últimos "intentos de asalto a la frontera" con vehículos a motor (algo que se ha visto en distintas ocasiones durante los últimos años), desde Policía Nacional y Guardia Civil solicitan la instalación de pilonas o bolardos de seguridad automatizados.
"Ataque terrorista"
Estos servirían como escudo protector ante posibles embestidas de vehículos, en la zona de entrada del puesto fronterizo. Los agentes quieren protegerse así y poder activarlos "en caso de ataque terrorista o intento de asalto a la frontera".
Memoria justificativa del proyecto.
El pasado 12 de diciembre de 2019, la empresa SGS, por encargo de la Secretaría de Estado de Seguridad, elaboró un informe patológico de las estructuras metálicas existentes en el Puesto Fronterizo de El Tarajal. De él se desprendía el "avanzado de corrosión de las estructuras metálicas" de la valla de Ceuta. En ese mismo informe se explicaba cómo esa degradación afectaba irremediablemente a la estabilidad de la estructura.
Por todo ello, prosigue la memoria presentada para justificar el proyecto, "es necesario retirar la estructura existente y proponer un nuevo sistema de protección solar para los integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que prestan servicio allí".
Hace solo unos días, Interior destinaba también otros 300.000 euros para contratar los servicios de reparación y mantenimiento de materiales de seguridad y defensa, así como servicios sanitarios y de limpieza en el puesto fronterizo de ese mismo recinto aduanero.
Quejas policiales
El fin de este contrato, como adelantó EL ESPAÑOL, era el de proporcionar ahora a las dependencias de ese puesto de frontera labores de mantenimiento integral (preventivo, correctivo y técnico-legal), de limpieza, desinfección, desinsectación y desratización (D.D.D).
Interior lleva a cabo obras en las inmediaciones de Ceuta y Melilla desde finales de 2019. La llegada de la pandemia y el estado de alarma provocaron una ralentización de las mismas, y todavía en estas fechas se prosigue con los trabajos de remodelación de la frontera divisoria con el reino alauí.
Estas nuevas licitaciones se conoce unas semanas después del inicio del conflicto diplomático y migratorio con el país vecino, en una escalada de tensión iniciada el pasado 18 de abril cuando Brahim Ghali, el líder del Frente Polisario, fue acogido subrepticiamente en un hospital de Logroño para tratarse de la Covid-19. Todo ello pese a que el CNI había advertido previamente de un "muy probable" asalto en Ceuta, como finalmente ocurrió.
Estas labores de mantenimiento necesarias en el puesto llegan semanas después de que se conociera cómo, a lo largo de los últimos 3 años, el Gobierno de Pedro Sánchez ha dotado de material policial a Marruecos a través de 10 contratos por un valor superior a los 30 millones de euros, dedicados al suministro de esas herramientas para las fuerzas y cuerpos de seguridad del país vecino.
Solo desde 2019 el Gobierno habría aprobado al menos esas 10 licitaciones, entre las cuales se incluye una partida de 6 millones y medio euros del pasado 26 de febrero. Con ella se adquirían 98 cámaras visores térmicas refrigeradas portátiles de largo alcance en apoyo a la gestión integrada de fronteras y de la migración por parte del reino alauí.
Todos estos contratos proporcionan transporte de medios materiales, compras de vehículos, instalación y formación de equipo de telecomunicaciones náuticas, cámaras térmicas con posicionador y visores de visión nocturna directamente al Ministerio del Interior del Reino de Marruecos.
Ante este gasto, desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) criticaban la escasez de los medios a disposición de la Benemérita. "Seguimos sufriendo la falta de agentes, vehículos y materiales para combatir la inmigración irregular. Esos más de 30 millones de euros invertidos en los dos últimos años en vehículos de la Policía de Marruecos y otros materiales no deja de provocarnos un enorme estupor"