Manifestaciones, reuniones, acuerdos que se anunciaban a bombo y platillo sin el beneplácito de todas las partes, más rectificaciones… El culebrón que se ha montado este año con el proceso de adjudicación de plazas de Formación Sanitaria Especializada (FSE) parece que no acaba nunca.
Esta misma semana, mientras que el Ministerio de Sanidad daba todo por zanjado y publicaba una nueva resolución en el BOE, ha surgido un nuevo capítulo: una posible filtración de los datos personales de los aspirantes que llevará este proceso hasta el ámbito europeo.
Así lo han denunciado los representantes de los aspirantes, el sindicato médico CESM e, incluso, el Partido Popular tras conocer que la aplicación puesta en marcha por Sanidad para la elección de plazas MIR adolece de un "importante fallo en su seguridad".
Según algunos afectados, la aplicación permite a cualquier usuario ajeno al proceso acceder a la totalidad de datos personales. Algo que desde CESM han puesto en conocimiento de la Agencia Española de Protección de Datos y estudian llevar ante la Fiscalía por si incurre en algún tipo de ilícito penal.
El PP, por su parte, denuncia que la filtración de las preferencias declaradas por los aspirantes "supone una vulneración del Reglamento General de Protección de Datos" y, por ello, lo han elevado hasta la Comisión Europea.
Tal y como ha confirmado el PP en Bruselas, la portavoz popular en el Parlamento Europeo y exministra de Sanidad, Dolors Montserrat, y el eurodiputado Francisco Millán Mon, han instado a la Comisión a abordar la "flagrante vulneración de derechos" con el Supervisor Europeo de Protección de Datos.
La implicación de la UE en este conflicto no es la primera. Y refleja, según los parlamentarios populares, el rechazo unánime hacia este nuevo modelo de elección que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha insistido en que viene "para quedarse" y que se prolongará con y sin Covid-19.
Así las cosas, la semana pasada, la asamblea general de la European Junior Doctors Association aprobó una moción apoyando estas reivindicaciones de los profesionales sanitarios españoles.
El problema
Para conocer el porqué de este enfrentamiento entre los profesionales sanitarios y el Ministerio de Sanidad es preciso remontarse a principios de mes de mayo. En ese momento, el departamento de Carolina Darias hacía público el cambio de modelo de asignación de plazas de MIR, EIR, PIR y resto de especialidades sanitarias.
Tras toda una vida con una adjudicación presencial, el modelo se tornaba online. Un sistema que se intentó instaurar durante la anterior convocatoria a causa de la Covid-19, pero que rechazaron los tribunales.
Los cambios son bastantes, pero se resumen en que, antes, los futuros residentes elegían plaza según su nota y de forma presencial. Uno a uno, se les iba llamando y los aspirantes podían ver qué especialidades quedaban libres y en qué localidades.
Mientras, el sistema propuesto por Darias en un primer momento era digital y mediante un listado (como cuando se elige plaza para la universidad tras hacer la selectividad). De esta forma, si uno está el 5.000 por su nota media deberá elegir 5.000 opciones o incluso más. Según recomendaban en sus indicaciones el Ministerio de Sanidad.
Tras varias manifestaciones digitales y presenciales, los aspirantes consiguieron una modificación esta misma semana para que, aunque se mantenga online, se hagan turnos de 400 personas al día. La propuesta se anunció como un "acuerdo" por parte de Sanidad, pero los médicos la siguen rechazando.
De hecho, este mismo viernes se han publicado los cambios en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El nuevo modelo tiene cambios que intentan suplir la elección presencial. Por ejemplo, aunque la elección de plazas siga siendo online, será de sólo 400 aspirantes por día.
En este sentido, Sanidad se compromete a que todas las incidencias comunicadas por los aspirantes de cada sesión "quedarán resueltas antes de la adjudicación de la siguiente sesión". Por ello, existe un horario orientativo para cada asignación que no será vinculante y podrá variar de acuerdo con las incidencias.
La vocalía de médicos jóvenes del Colegio Oficial de Médicos (que aglutina a todos los facultativos colegiados) se ha mostrado más o menos de acuerdo con este documento, pero los sindicatos médicos y otras organizaciones no.
La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y FSEunida han rechazado este documento. Siguen insistiendo en una elección "en tiempo real".
Además, desde este mismo viernes CESM está trabajando en las nuevas cautelarísimas y en un recurso de alzada contra la actualización de la última resolución publicada en el BOE, porque "sigue siendo un proceso de adjudicación y no de elección".
La gran amenaza que planea sobre el Ministerio de Sanidad (y que se intenta evitar a toda costa) es una huelga de los futuros MIR que se podría estar fraguando para principios de julio, coincidiendo con su incorporación, aunque ahora se retrasaría unas semanas.
También hay convocadas, por parte de CESM, varias movilizaciones. El próximo martes 15 de junio hay convocada una nueva manifestación, a la que se suma la petición de otra más para el 21 de junio, tal y como ha informado el sindicato.
Los aspirantes de la FSE cuentan con el apoyo de la mayoría de los grupos políticos, incluso de Unidas Podemos. La parte morada del Gobierno se enfrenta, así, a la socialista. Y apoyan también las sociedades y organizaciones sanitarias. Todos ellos "han manifestado su pleno rechazo a este sistema, que en sus primeras semanas ya ha fallado en innumerables ocasiones y no ofrece garantías suficientes".
Con todo ello, la intención del Ministerio de Sanidad es convencer a las partes de que su modelo ofrece estas garantías y se adapta a los nuevos tiempos, mucho más tecnológicos. Por ello, ha afirmado que van a seguir mejorando el sistema electrónico gracias a los fondos de la Unión Europea.