La Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad aprobó, el pasado 31 de marzo, que todas aquellas personas que hubieran pasado la Covid-19 (y fueran menores de 65 años) recibieran una sola dosis de la vacuna contra el coronavirus.
Una medida avalada con "la evidencia científica" y puesta en marcha en muchos países de nuestro entorno, pero que no convence a las autoridades europeas. Por ello, aquellas personas que sólo han recibido una dosis tras haber superado la infección no están teniendo acceso Certificado Covid Digital (conocido como pasaporte Covid-19).
Tal y como han confirmado fuentes de gobiernos autonómicos a EL ESPAÑOL, las personas que están en esa situación reciben un documento en el que se recoge que han recibido 1 de 2 dosis (1/2) de la vacuna en lugar de 1/1 como sí aparece en el documento español.
De esta forma, el certificado avalado por las autoridades europeas deja abierta la posibilidad de que esos pacientes precisaran una segunda dosis para ser completamente inmunes y, correspondientemente, obtener el pasaporte. Dosis que, según el Gobierno de España, no es necesaria y no se va a inocular.
Esto supone un problema para muchas personas menores de 65 años que están en esa situación y que, tras superar la enfermedad, recibieron una única dosis de la vacuna; tal y como fijaron las autoridades sanitarias.
Ahora -y aunque a ojos de Sanidad son personas que han recibido una pauta completa y tienen inmunidad frente a la infección-, a la vista de Europa están faltos de una segunda dosis.
¿Cuántas personas?
¿A cuántas personas afectaría esta situación? Eso es algo que no han querido adelantar las Comunidades autónomas pues, como ellas mismas recuerdan, estos afectados se unen a los que adelantó este medio el sábado: aquellos que obtuvieron su positivo mediante un test de antígenos.
De esta forma, las regiones ya contabilizan tres "vacíos legales" por los que un español sí cumple con los requisitos para obtener el pasaporte vacunal a ojos de la administración de Carolina Darias, pero no en Europa.
El primero sería el explicado anteriormente: personas a las que le inyectan una sola pauta vacunal porque ya superaron el virus y son menor de 65 años.
A ellos se sumarían el millón de positivos Covid-19 diagnosticados por test de antígenos. Los cuales Europa no considera correctamente notificados. Esas personas, que superaron la enfermedad, no lo han hecho para Europa porque la prueba que dio su positivo no es una PCR.
Por todo ello, surge en tercer vacío: el que generan ambas situaciones cuando se aúnan.
Y es que, si un español ha sido diagnosticado de su positivo con un test de antígenos y le vacunan con una sola dosis no cumplirá ninguno de los dos requisitos (haber pasado la enfermedad o estar completamente vacunado) y le será imposible obtener el pasaporte vacunal Covid-19.
Por el momento el Ministerio de Sanidad y las Comunidades autónomas no han acordado una solución. Aunque varias regiones como Andalucía o la Comunidad Foral de Navarra han asegurado que piensan llevar esta problemática ante Darias.
Deberá ser la ministra de Sanidad, con el apoyo autonómico, la que haga de intermediaria con Bruselas para incluir a los españoles afectados por estas casuísticas dentro del pasaporte Covid-19.