La destitución de Iván Redondo como asesor de cabecera del presidente del Gobierno es sólo el principio. El nuevo jefe de gabinete de Pedro Sánchez, Óscar López, prepara un pequeño terremoto en la Moncloa.
Fuentes socialistas apuntan que tras la marcha de Redondo podría producirse la salida de otros responsables del gabinete de Presidencia, como el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver.
El periodista, procedente de la Cadena Ser y los informativos de Cuatro, ofició como maestro de ceremonias en las comparecencias televisivas de Pedro Sánchez durante la pandemia. Pero en la Moncloa consideran que su imagen se ha desgastado excesivamente y se identifica con una etapa que el presidente quiere dejar atrás.
Pedro Sánchez también designará en las próximas horas un nuevo secretario general de Presidencia, pues su titular, Félix Bolaños, asumirá el lunes el cargo de ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.
El nuevo 'fontanero jefe'
Bolaños ha jugado un papel capital en las negociaciones con ERC para la concesión de los indultos a los condenados por el referéndum ilegal del 1-O y ha llevado las riendas de las conversaciones con el PP para renovar, sin éxito, la composición del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Constitucional.
En cambio, las mismas fuentes dan por hecho que continuarán en sus cargos el director adjunto del gabinete de Presidencia, Paco Salazar (al que algunos señalaban hace un año como futuro secretario de Organización del PSOE) y el director general de Asuntos Económicos, Manuel de la Rocha Vázquez, un especialista que va a jugar un papel fundamental en la gestión de los fondos europeos y del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de Sánchez. Su gran apuesta para dar un vuelco a la economía y llegar con alguna baza ganadora hasta las próximas elecciones generales.
Las fuentes socialistas consultadas por EL ESPAÑOL destacan que Óscar López Águeda (Madrid, 1973) es la antítesis del hasta ahora jefe de gabinete de Sánchez, Iván Redondo. Aprovechando su nombramiento como fontanero mayor del Gobierno, algunos han recuperado una intervención de López como coordinador de la campaña electoral del PSOE en 2011, para demostrar que no tiene la solvencia de su predecesor.
"Les voy a dar tres argumentos de peso, de mucho peso para votar el próximo domingo", enumeró Óscar López ante los periodistas: "Uno tiene que ver con las pensiones, otro tiene que ver con el subsidio o las ayudas por desempleo, y otro tiene que ver… Esperad un segundo… Pensiones, desempleo, y el tercero tiene que ver…", intentó hacer memoria, hasta darse por vencido: "Perdonen, me he quedado en blanco".
Los socialistas reprochaban a Iván Redondo que diseñara las estrategias del presidente desde meros criterios de mercadotecnia y oportunidad política, de espaldas a Ferraz. En cambio, toda la trayectoria de Óscar López ha estado ligada al PSOE: "Su vida es el partido", señalan gráficamente.
Uno de sus principales cometidos será tender puentes desde el Gobierno con el nuevo PSOE que Pedro Sánchez quiere construir, a su imagen y semejanza, en el 40º Congreso Federal que se celebrará el próximo mes de octubre en Valencia, tras deshacerse de José Luis Ábalos.
Si Iván Redondo cuidaba hasta el último detalle de las apariciones televisivas del presidente, con la precisión de un relojero suizo, con Óscar López vuelve el estilo clásico, y más tosco, de Ferraz.
El 'caso Ponferrada'
El que aprendió durante su etapa como secretario de Organización del PSOE (2012-2014) junto a Alfredo Pérez Rubalcaba. El mismo Rubalcaba al que Sánchez retiró la palabra por advertirle de los peligros que entrañaba llegar a acuerdos con los partidos independentistas para llegar a la Moncloa.
A esta época se remonta la única tacha que algunos reprochan en la trayectoria política de López. Como secretario de Organización, urdió una moción de censura para desalojar al PP de la Alcaldía de Ponferrada (León), apoyándose en el nuevo partido del exalcalde Ismael Álvarez, que había sido condenado por acoso sexual a su compañera de partido Nevenka Fernández.
El PSOE puso como condición para apoyar la moción de censura que Ismael Álvarez abandonara el Consistorio, lo que no evitó el escándalo. Como secretario de Organización del PSOE, Óscar López se vio obligado a comparecer en una rueda de prensa, en la que su prioridad fue desvincular a Rubalcaba de lo sucedido.
"Me cegó la posibilidad de sacar a Ismael Álvarez de la política", argumentó ante los periodistas, "hemos reconocido nuestro error, he pedido disculpas y hemos rectificado", se excusó. El PSOE rechazó finalmente las peticiones para que López dimitiera como número 3 del partido.
Paradores Nacionales cae
Si Iván Redondo forjó su prestigio como consultor político independiente, a través de su empresa Redondo & Asociados Public Affairs Firm, el currículum de Óscar López incluye un solo cargo en el mundo de la empresa: el de presidente y consejero delegado de Paradores Nacionales, con el que Pedro Sánchez le premió en 2018, tras llegar a la Moncloa.
El presidente puso en sus manos una de las empresas públicas más rentables, una auténtica máquina de hacer dinero que en 2019 facturó 260 millones de euros. En su primer ejercicio completo al frente de la empresa pública, Óscar López redujo sus beneficios en un 30%, de 15 a 10,6 millones de euros.
Luego llegó el mazazo de la pandemia que hizo tambalearse a todo el sector político español. Durante toda su trayectoria, Óscar López se ha movido mucho mejor por los laberintos de la política, con desigual suerte.
Su amistad con Pedro Sánchez se remonta a finales de los años 90, cuando fue asesor del PSOE en el Parlamento europeo. Luego fue coordinador de la secretaría de Organización Electoral del PSOE con José Blanco, secretario general del PSOE de Castilla y León, y candidato a la presidencia de esta Comunidad, en 2011.
"¿Cuándo se podemizó España?"
Fue uno de los más estrechos colaboradores de Pedro Sánchez en su primera etapa como secretario general del partido, cargo que se vio obligado a abandonar en octubre de 2016, debido a la crisis abierta por la ejecutiva del partido.
"¿Cuándo y por qué se podemizó España?", se preguntaba Óscar López Águeda en 2018 en su libro Del 15M al procés: la gran transformación de la política española. El veterano político dedicó 264 páginas a intentar responder a esta pregunta, entre fascinado y aterrado por las consecuencias electorales que iba a suponer para el PSOE la irrupción electoral del partido de Pablo Iglesias.
Ahora Óscar López tendrá la oportunidad de escribir el epílogo de este libro, como jefe de gabinete de Presidencia de un Gobierno en el que Podemos ha logrado hacerse fuerte con cinco ministros, que han quedado fosilizados y sin relevo en la crisis anunciada este sábado por Sánchez.
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