El Gobierno acaba de descartar incrementar el IVA de los llamados medicamentos homeopáticos, como ha solicitado el PP, pese a hacer campañas oficiales para negar la eficacia de estos preparados.
El Ejecutivo, en una respuesta parlamentaria a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, asegura que no va a aumentar la fiscalidad de este tipo de productos (que no tienen demostrada su evidencia científica) alegando que se trata de un gravamen fiscal impuesto por Europa.
Tras la petición registrada por el Partido Popular, el Ministerio de Carolina Darias asegura que se limita a cumplir con el artículo 98 de la directiva que regula el IVA, y que prevé que los Estados miembros establezcan tipos impositivos reducidos a "productos farmacéuticos".
Ese IVA superreducido del 4% está pensado para todos aquellos productos utilizados normalmente "para el cuidado de la salud, la prevención de enfermedades y tratamiento con fines médicos o veterinarios". Ahí se incluyen también los anticonceptivos y los productos de higiene femenina.
En España, se establece el tipo del 4% para los "medicamentos de uso humano" y "las formas galénicas, fórmulas magistrales y preparados oficiales". "Es por ello por lo que, la homeopatía tributa como un tipo impositivo superreducido y es categorizada de medicamento", explica el Ejecutivo.
Evaluación de la AEMPS
Pero el argumento carece de base sólida, puesto que el Gobierno tiene en su mano cambiar la consideración de la homeopatía como medicamento. Bastaría con recurrir a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Además, la culpa de que ahora mismo se consideren medicamentos los preparados homeopáticos deriva de una ley que el Ejecutivo hizo para detener su distribución.
Hay que remontarse a 2018. En ese momento, el Gobierno de Pedro Sánchez, recién llegado a la Moncloa, lanzaba una campaña contra las pseudoterapias. Así, publicó una orden ministerial en la que determinaba qué requisitos mínimos eran necesarios para que los productos homeopáticos se pudieran comercializar como medicamentos.
El objetivo era que la homeopatía se adecuara al procedimiento de autorización, registro y condiciones de dispensación regulada por la disposición transitoria sexta del Real Decreto 1345/2007, de 11 de octubre. Igual que lo hacen todos los medicamentos de uso humano fabricados industrialmente.
Y el problema llega ahí. Sólo los productos homeopáticos que se encuentran incluidos en la resolución pueden distribuirse como medicamentos (y correspondientemente tener un IVA del 4%). Pero, durante el tiempo en el que están en evaluación, nadie impide su venta.
Dicho de otro modo: los centenares de productos homeopáticos que se están analizando se venden como medicamentos y, correspondientemente, con un IVA superreducido.
Durante la primera legislatura de María Luisa Carcedo (exministra de Sanidad) y Pedro Duque (exministro de Ciencia) se lanzó una campaña para hacer frente a estas prácticas y productos a los que el Gobierno consideraba "fraudulentos".
En esos momentos, se aseguraba que se habían analizado 139 técnicas consideradas pseudociencias o pseudoterapias (algunas usaban productos homeopáticos). De las 139, 73 no tenían ningún ensayo clínico que avalara su eficacia y las 66 restantes tenían publicaciones que, aun así, no avalaban su "seguridad y eficacia".
Desde entonces no hay datos actualizados. Sí se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en 2018 que había un total de 2.008 productos homeopáticos que habían solicitado ser considerados medicamentos.
En esos momentos, la AEMPS se comprometía a un calendario de acreditación en siete periodos (hasta 2022) para evaluar todos los productos. La pandemia, como en casi todo, ha ralentizado el trabajo.