Las autoridades marroquíes han invitado al representante de la Embajada española en Rabat a una visita guiada a la sede de su servicio antiterrorista junto con diplomáticos de otros países, en lo que supone el primer trato de este tipo con España desde el estallido de la crisis entre los dos países el pasado abril.
En eventos similares anteriores, sobre todo los que organiza el Ministerio marroquí de Exteriores, España ha sido excluida de la invitación, como repercusión por la crisis diplomática entre ambos países.
El encargado de negocios español, Borja Montesino, que se ha incorporado esta misma semana a la misión diplomática de España en Rabat, sustituyó en esa visita al embajador español en Marruecos, Ricardo Díez-Hochleitner, que se encuentra de vacaciones.
La visita a la sede del Buró central de Investigación Judicial (BCIJ), el brazo judicial de la Dirección General de Vigilancia del Territorio Nacional (DGST, servicio de inteligencia interior) tuvo lugar este jueves con la participación de representantes diplomáticos de 22 países, entre ellos Estados Unidos, Rusia, Canadá y Arabia Saudí.
Al término de la misma, Montesino hizo declaraciones a la prensa marroquí destacando la importancia de la cooperación en materia terrorista, que es, según dijo, un componente esencial dentro del amplio partenariado entre España y Marruecos.
La crisis diplomática entre Marruecos y España tuvo su desencadenante en la presencia del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, en territorio español tras ser ingresado en un hospital de Logroño por covid.
El país magrebí reaccionó permitiendo que miles de emigrantes irregulares entraran en Ceuta los días 17 y 18 de mayo y llamando a su embajadora en Madrid, Karima Benyaich, a consultas.
España ha defendido de forma continua la necesidad de superar la crisis y de recuperar las relaciones, que considera estratégicas, entre los dos países, pero Marruecos presiona para que Madrid adopte posturas más cercanas a las tesis de Rabat sobre la marroquinidad del Sáhara Occidental.