"El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, huyó del país llevándose el dinero y nos dejó en manos de los talibanes", relata Mohammad, que desde el martes está refugiado junto a su familia en un piso de acogida de Bilbao, "en cambio los españoles no nos han olvidado. Nos llamaron en las horas más duras de nuestras vidas y nos trajeron aquí, eso no tiene precio".
Mohammad logró escapar de Kabul el lunes en un vuelo de evacuación del Gobierno español, junto a su mujer, su dos hijos (de tres años y once meses) y su hermano de 21 años. Aun hoy, prefiere que no se difunda su imagen para proteger a su familia.
Durante cuatro años trabajó como intérprete para las tropas españolas en Afganistán y para la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (Aecid), en proyectos de reconstrucción del país. Luego su trabajo le llevó a viajar por medio mundo hasta que, hace siete meses, regresó a Afganistán. Encontró un país sumido en la pobreza tras dos décadas de guerra.
Después de que las tropas talibanes tomaran Kabul, la semana pasada recibió un correo electrónico en el que el Ministerio de Asuntos Exteriores español le confirmaba que podría abandonar el país junto a su familia en un vuelo militar de evacuación.
La huida
"Para llegar al aeropuerto", afirma, "tuvimos que atravesar Kabul en un taxi. Muchas calles estaban cortadas y el taxista tenía que desviarse por callejones que conocía. Escuchamos disparos durante todo el trayecto, a medida que nos acercábamos. Cuando llegamos a un checkpoint talibán en la carretera, dijimos que habíamos cogido el taxi para ir a ver a unos amigos".
Luego llegó la dificultad de entrar en el aeropuerto, rodeado de más de 10.000 personas que intentan huir del país: "Los soldados españoles salen a ayudar a las familias, pero sólo cuando consigues llegar cerca de la puerta y les muestras el email del Ministerio de Exteriores. Entonces te cogen las maletas, ayudan a los niños, te protegen para llegar hasta el avión".
"Pero no pueden adentrarse entre la multitud a buscar a todos los colaboradores afganos", aclara, "sé que hay miles de personas en Kabul, cuyas vidas están en peligro, que no saben cómo huir del país".
Antes de tomar su vuelo del Ministerio de Defensa, que despegó de Kabul el lunes a las 9 de la mañana, Mohammad y su familia permanecieron 12 horas en el aeropuerto. Durante la noche asistió a los soldados españoles y norteamericanos como traductor.
Caos en el aeropuerto
"Había mujeres que habían perdido a sus hijos", explica, "o cuyos maridos no habían conseguido entrar en el aeropuerto. Conseguimos encontrar a dos de los niños para entregárselos a sus padres. En el exterior murieron 13 personas debido al hacinamiento, entre ellas siete mujeres".
La conversación con Mohammad se produce pocas horas antes de que, este jueves por la tarde, hayan fallecido varias decenas de personas -incluyendo al menos 11 marines de EEUU- debido a dos explosiones en el exterior del aeropuerto. Los servicios de información de los principales países europeos habían advertido de un inminente atentado terrorista, que ha obligado a suspender los vuelos de evacuación desde Kabul.
"Estados Unidos no ha sido un aliado fiable", se lamenta Mohammad en declaraciones a EL ESPAÑOL, "no lo fue en Vietnam, y no lo ha sido ahora en Afganistán. Aquí intervino en las elecciones y colocó a políticos corruptos, que han sido los primeros en escapar del país".
Estos políticos llevaban 20 años fuera de Afganistán, recuerda el intérprete de las tropas españolas, "Estados Unidos los trajo para que gobernaran, pero no conocían la situación actual del país. Querían cobrar sueldos como si fueran altos cargos del Banco Mundial", en un país en el que miles de afganos ahora hacen cola ante los bancos para sacar su dinero y buscan la forma de huir del país.
Un castillo de naipes
"Afganistán no es una nación, es un país formado por tribus", constata Mohammad, "el Gobierno debería haber trabajado para conectarlas y unirlas, pero no ha hecho nada de eso. Ahora es demasiado tarde. El poder estaba concentrado en tres o cuatro personas, algunas provincias no tenían ningún representante en el Gobierno".
Durante los 20 años de presencia de la coalición internacional, Afganistán ha recibido miles de millones de euros que, teóricamente, debían destinarse a la reconstrucción del país, a la ejecución de infraestructuras de comunicaciones y a recuperar la agricultura y la ganadería.
Pero la corrupción del Gobierno respaldado por la comunidad internacional ha hecho que esos proyectos "sólo se hicieran sobre el papel". El castillo de naipes se vino abajo en cuanto EEUU anunció la retirada definitiva de sus tropas y los talibanes lograron llegar hasta la capital en dos semanas, sin hallar apenas residencia.
"Sé que ni la OTAN ni los países europeos querían que esto acabara así", señala Mohammad en conversación con este diario, "pero a EEUU no le han preocupado los derechos humanos, ni los derechos de las mujeres".
Guerra contra el terrorismo
A su juicio, lo ocurrido demuestra que "Estados Unidos ha perdido en Afganistán la guerra contra el terrorismo, contra el ISIS, contra los talibanes".
La derrota de EEUU en Afganistán, sentencia, "es un éxito para Rusia y China. Cualquier derrota de EEUU es un éxito para ellos, pero especialmente aquí, porque quieren a los americanos fuera de Asia".