El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha llegado este viernes a Islamabad, la capital de Pakistán, para mantener contactos con el Gobierno de este país vecino de Afganistán y buscar fórmulas para poder evacuar a más colaboradores afganos que no pudieron ser repatriados desde Kabul.
En un viaje no anunciado previamente por Exteriores, Albares tiene como objetivo "demostrar en la práctica y sobre el terreno los esfuerzos para lograr el objetivo de no dejar a nadie atrás", según fuentes de este departamento. Es la primera visita de un ministro de Exteriores español a Pakistán después de 70 años de relaciones diplomáticas.
Durante la jornada, se va a reunir con el primer ministro paquistaní, Imran Khansu, con el titular de Exteriores, Shah Mahmood Qureshí, y con el jefe del Estado Mayor de la Defensa. Con todos ellos va a abordar cómo "abrir nuevas vías de colaboración" para la evacuación de los afganos que han colaborado con España y que siguen en Afganistán.
Albares viaja para ofrecer a las autoridades paquistaníes "un mensaje de confianza" para que los colaboradores que crucen la frontera sean atendidos "lo antes posible" por la embajada española en Islamabad con el fin de reducir la presión migratoria sobre Pakistán, añaden las fuentes.
Pakistán, clave
Pakistán, que tiene más de 2.600 kilómetros de frontera con Afganistán, es la vía terrestre preferente para que puedan salir más afganos.
Desde que los talibanes se hicieron con el poder, las autoridades pakistaníes han intensificado el control de su frontera para evitar la llegada de más refugiados, salvo los que dispongan de visado.
Islamabad tiene buena relación con los talibanes desde la ocupación estadounidense de Afganistán a finales de 2001, por lo que se considera un actor clave en la interlocución con los islamistas radicales.
Estados Unidos también le ha acusado de apoyar con armas a los insurgentes para recuperar el control de Afganistán, aunque Pakistán lo ha negado.
El viaje de Albares tiene lugar dos semanas después de que España completara la evacuación de 2.206 personas entre españoles y, sobre todo, afganos desde el aeropuerto de Kabul en su huida de los talibanes tras hacerse con el control del país.