"Recen ustedes cuanto quieran, pero dejen a las mujeres ejercer su derecho", expresaba desde la tribuna del Congreso la diputada Laura Berja, del PSOE, defendiendo una iniciativa de su grupo para reformar el Código Penal y castigar el acoso a las mujeres en las clínicas abortivas.
El vicepresidente primero del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, encabezando la Mesa en funciones de presidente, le interrumpe: "Un segundo, señoría". Y se dirige a un político de Vox: "Señor [José María] Sánchez García, le llamo al orden y le pido que retire lo que acaba de decir". Lo que acaba de decir es un "bruja", dirigido a Berja.
"Esta señora, desde que ha tomado la palabra, no ha dicho...", responde el diputado del partido de Abascal, hasta que la Mesa del Congreso corta su micro. "Le llamo al orden por segunda vez, le reitero que retire lo que acaba de decir, para que no conste en el Diario de Sesiones", repone el presidente de la cámara.
"No retiro que ha dicho menti...", intenta responde Sánchez García, hasta que su micrófono vuelve a cortarse. Un ujier se le acerca. "Desaloje usted el hemiciclo", zanja el vicepresidente de la cámara baja ante los enérgicos aplausos de la bancada de Podemos y algunos socialistas, tras lo cual el diputado coge su maletín y desciende las escaleras.
En su camino, se encuentra con Iván Espinosa de los Monteros, portavoz del Grupo Parlamentario de Vox, que le insta a volver a su escaño. Pero Rodríguez insiste y pide que se vaya. No obstante, durante la intervención de Berja, el diputado de Vox regresa y se atornilla en su escaño. "Está usted interfiriendo en el debate", reitera Gómez de Celis. "No acato la orden", se le oye gritar a Sánchez García, ya con el micrófono cerrado.
El vicepresidente del Congreso ha optado entonces por suspender la sesión plenaria de este lunes durante diez minutos, tras la negativa de Sánchez-García de abandonar la cámara. Aprovechando este parón, la diputada Laura Berja ha tuiteado: "Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar". Antes, se había dirigido a la bancada de Vox: "Mucho rezar y poco respetar".
Reacción de Vox
Desde Vox, han mostrado apoyo a su diputado, tras quejarse de una expulsión que tachan de injusta y arbitraria, porque —esgrimen— Sánchez García no alteró el orden. En declaraciones a los medios, Macarena Olona —a la que se vio dialogar con el presidente del Congreso durante el receso— ha considerado que la aplicación del reglamento ha sido "inadecuada", ya que el diputado no había sido advertido de su posible expulsión tras el segundo apercibimiento.
Pasados los diez minutos de parón —el diputado, finalmente, se retractó de sus palabras contra la socialista: "Retiro que la he llamado bruja"—, Olona ha reivindicado la actuación de su Grupo, que, según ha dicho, "ha conseguido que se aplicara correctamente" la normativa interna de la cámara baja. Durante el resto de sesión plenaria, Sánchez García se ha mantenido en el escaño, arropado por la plana mayor del partido.
Tras la trifulca ha sido, precisamente, turno de Vox en la tribuna, que ha arremetido contra el aborto, al que han tachado de "crimen más terrible de la humanidad". Su diputada María Ruiz ha cargado contra "que mueran niños asesinados en el vientre de su madre". "Siempre vamos a luchar contra ello", ha apostillado.
El líder de Más País, Íñigo Errejón, ha mencionado el incidente durante su discurso: "Si hay un diputado de la ultraderecha que con ira y soberbia se atreve a comportarse así en esta Cámara con un diputado, qué no le dirán a las puertas de las clínicas a las mujeres que van solas a abortar". "Que un inquisidor te llame bruja es un orgullo, compañera", le ha dicho desde la tribuna a Berja.
En su intervención, la portavoz del Grupo Parlamentario Republicano, Pilar Vallugera (ERC), ha arremetido contra la bancada de Vox: "Insultan, niegan que insultan, se niegan a cumplir las órdenes de la presidencia de la cámara, no se van y encima nos aguantamos... Nos van a pasar por encima y no nos vamos a dar cuenta".
Valluguera ha dirigido todo su discurso a los del partido de Abascal, a los que ha llamado "malignos" y "asesinos". "Cuando sus mujeres —porque no todas son tan santas— querían abortar se iban a Londres", les ha expresado, enérgicamente. "Espero que con estos espectáculos —ha rematado— estén haciendo cada vez más independentistas".
Acoso en las clínicas abortivas
La bronca se ha producido en pleno debate acerca de la toma en consideración de una proposición de ley presentada por el Grupo Parlamentario Socialista. En ella, instan al Gobierno de España a modificar el Código Penal para que acudir a las clínicas abortivas a acosar a las mujeres acuden a estos centros tenga penas de cárcel.
Según el nuevo articulado de la proposición, todo aquel que hostigue o coarte la libertad de una mujer que pretenda ejercer su derecho a la interrupción voluntaria del embarazo se enfrentaría a una pena de prisión de tres meses a un año de cárcel o sería castigado con trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a ochenta días, según la gravedad de sus acciones.
Además, y según las circunstancias en las que haya ocurrido el escrache, el juez podrá imponer al autor de los hechos la prohibición de acudir a determinados lugares por tiempo de seis meses a tres años.