Eliseo Sastre, Jefe de la Oficina de Presidencia de La Rioja y mano derecha de la presidenta autonómica Concha Andreu, reservó la cama que Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, iba a necesitar en el Hospital de Logroño dos días antes de su llegada a España. Según se desprende de la declaración de Alberto L. J., gerente del centro hospitalario, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, Sastre le consultó "si era posible ingresar un paciente dentro del ámbito de ayuda humanitaria".
El Gerente del Hospital San Pedro de Logroño reveló este detalle ante la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional el pasado 21 de julio. Declaró cómo Sastre le habría confirmado el día y el momento en que el paciente llegaba a la base militar de Zaragoza.
Esto indicaría, a juicio de las acusaciones, que quizás la operación para introducir a Ghali se comenzó a fraguar varios días antes, y a través de canales diferentes, y que no solo se habría cocinado en las altas instancias del Ministerio de Exteriores, sino que más actores habrían participado en estos hechos.
Sastre ya ha sido citado como testigo ante el juez para ofrecer su versión de los hechos. Entretanto, el magistrado a cargo de la investigación, Rafael Lasala, del Juzgado de Instrucción Número 7 de Zaragoza, ha citado como investigada a la exministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya, igual que su Jefe de Gabinete, Camilo Villarino.
Laya declarará el próximo 4 de octubre a las 13 horas. Ese mismo día, a las 12.30 está prevista la declaración como testigo de José María Muriel Palomino, ex secretario general técnico del Ministerio de Exteriores.
González Laya figura como investigada por presuntos delitos de prevaricación, encubrimiento y falsedad en documento privado. Hasta ahora, el magistrado instructor no ha fijado una fecha para su interrogatorio. La citación de la exministra como investigada fue solicitada el pasado 14 de septiembre por el abogado Juan Carlos Navarro, y a su petición se adhirió la otra acusación, dirigida por Antonio Urdiales.
Una cama para "un amigo"
La declaración del responsable del centro sanitario fue propiciada a su vez por la de su subordinado, Fernando M. S., Coordinador de Transplantes y Cuidados Críticos del Hospital San Pedro de Logroño.
En su comparecencia ante el magistrado, aseguró que fue el 16 de abril, dos días antes de la llegada del líder del Polisario, cuando le escribió el gerente del hospital. Este le comentó que "un amigo suyo" le pide una cama UCI para un paciente Covid procedente del extranjero.
El día 17, el gerente del hospital le confirma que esa persona será ingresada. No le dice todavía la fecha. La jornada siguiente, domingo 18 de abril, le llama al mediodía para decirle que Ghali llegará esa misma tarde y que hay una ambulancia del Servicio Riojano de Salud que será enviada para efectuar el traslado.
En esa misma declaración, el Coordinador de Transplantes y Cuidados Críticos del Hospital San Pedro de Logroño indica al juez que le llamó la atención que la identidad de Mohamed Benbatouche no se correspondía con los datos que figuraban en los informes médicos sobre Ghali.
La fecha apuntada por el sanitario y los datos ofrecidos por el gerente del hospital guardan cierta relevancia, dado que contrasta con la información ofrecida por Camilo Villarino, mano derecha de Laya, en su declaración como investigado en la causa.
Villarino afirmó ante el juez que fue el mismo día 18, el de la llegada de Ghali, cuando la ministra le comunicó la operación que iban a tener que llevar a cabo para introducirle discretamente en el país.
Las jefas de gabinete
La decisión del Gobierno de ocultar estos hechos a Marruecos propició una crisis diplomática mayúscula y la mayor avalancha de inmigrantes que se recuerda sobre Ceuta, ya que unas 10.000 personas cruzaron la frontera en apenas 24 horas ante la inacción de la policía marroquí.
El día 2 de junio, tras declarar ante el juez Santiago Pedraz por las causas de genocidio, torturas y detención ilegal que tenía abiertas en la Audiencia Nacional, Ghali regresó a Argel en otro avión medicalizado desde el aeropuerto de Pamplona. Allí tampoco se le requirió documentación alguna.
Otro de los datos que reforzarían esta tesis y que Villarino ofreció en su declaración, revelada por EL ESPAÑOL, fue que la primera noticia que tuvo de lo que iba a pasar la tuvo cuatro días antes de los hechos. Ese jueves 15 de abril, Isabel Valldecabres, directora de Gabinete de la exvicepresidenta primera del Gobierno Carmen Calvo, le llamó para preguntarle si sabía algo del asunto.
"Me preguntó si era cierto que se estaba valorando". Villarino le dijo que no tenía ni idea de a qué se refería.
A raíz de tales afirmaciones, las acusaciones han pedido incluir en el procedimiento las testificales de la exvicepresidenta primera y su directora de gabinete, así como a Susana Crisóstomo, la jefa de gabinete del ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska. Esta última ya tiene fecha para comparecer ante el juzgado. Ambas han sido citas a declarar en calidad de testigos para la causa.
En un escrito del pasado lunes, el letrado Antonio Urdiales exigía la citación de Crisóstomo al entender que el departamento dirigido por Marlaska estaba "al tanto" de la llegada del líder polisario a territorio español. "Salvo que la presencia de Ghali en Logroño, el 18 de abril de 2021, no le hubiera sido puesta de manifiesto a la Policía Nacional por un acto de revelación extrasensorial, lo lógico y normal es que el Ministerio del Interior estuviera al tanto de la operación", aseguraba.
Urdiales sostenía la pertinencia de que se citase a la jefa de Gabinete del ministro del Interior "habida cuenta de que la ambulancia que trasladó a Ghali desde Zaragoza hasta Logroño fue escoltada por fuerzas policiales".
Camilo Villarino, reconoció que recibió órdenes procedentes de Laya para que gestionase la entrada del líder del Frente Polisario y que lo hiciera "con la máxima discreción". Esa misma jornada Villarino se puso manos a la obra y escribió al teniente general y segundo jefe del Estado Mayor del Aire Francisco Javier Fernández Sánchez. Le pidió que no se le realizase a Ghali control alguno. "Quien lo tiene que saber, ya lo sabe".
La investigación del juez se encamina, por tanto, a dilucidar si la decisión fue tomada directamente por la ministra Laya o, como declaró su jefe de Gabinete, la orden podría provenir de más arriba: "Me dijo que se había tomado la decisión. No creo que fuera ella sola por sí y ante sí. El Gobierno no es un reino de taifas".