El monarca Mohamed VI ha hecho este martes su segundo gesto a favor de reparar las relaciones diplomáticas con España al felicitar a Felipe VI y a la Reina Letizia con motivo de Día de la Fiesta Nacional. En una carta enviada a los Reyes destaca las “excelentes relaciones” entre Madrid y Rabat, y se compromete a trabajar para mejorarlas.
El primer gesto para restablecer puentes lo tuvo en el discurso tradicional de la fiesta del aniversario de la Revolución del Rey y del Pueblo, el pasado mes de agosto. En esa ocasión, anunció la llegada de “una etapa inédita” en las relaciones con España, basada en “la confianza, la transparencia, la consideración mutua y el respeto a los compromisos”.
A partir de ese momento, la crisis se comenzó a disolver. Como avanzó EL ESPAÑOL, en Marruecos había órdenes para preparar una recepción al presidente Pedro Sánchez junto a varios ministros en el palacio de Fez, una vez se constituyese el nuevo gobierno marroquí.
Mohamed VI aprobó precisamente la semana pasada el nuevo Ejecutivo, encabezado por el primer ministro Aziz Akhanouch, y compuesto por los tres partidos más votados en las elecciones de septiembre (RNI, PAM e Istiqlal).
De hecho, según explican fuentes marroquíes a EL ESPAÑOL, “en Rabat esperan la felicitación de Sánchez por el nuevo gobierno”, y “si se hacen bien las cosas, será bien recibido”.
Rabat aguarda “un contacto directo entre presidentes” como paso previo a que Mohamed VI reciba a Sánchez en los próximos meses, algo a lo que el monarca está dispuesto. Aseguran que antes “habrá otras reuniones” y que, ahora, “toca cuadrar fechas”.
El último contacto entre mandatarios de ambos países se produjo el 21 de septiembre. Entonces, los ministros de Exteriores Nasser Bourita y José Manuel Albares acordaron en una conversación telefónica fijar una reunión presencial.
“Todas las señales que recibe España de Marruecos son buenas y demuestran que se está en el camino de construir una relación aún más sólida”, manifestó el ministro Albares ante la prensa hace una semana en París.
Pasos de España
La crisis con Marruecos se remonta al 18 de abril, fecha en la que España acogió a Brahim Ghali, secretario general del Frente Polisario, para ser atendido en un hospital de La Rioja. España intenta suavizar la situación tras el caso, que ha desembocado en la imputación de la exministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya. Esta se ha escudado en la Ley de Secretos Oficiales para no revelar al juez quién ordenó la entrada del líder del Frente Polisario a España.
Por su parte, el Gobierno español también ha dado pasos para rebajar la tensión con Marruecos. Ha solicitado a las instituciones europeas que recurran ante el Tribunal de Justicia de la UE las sentencias del Tribunal General que anulan los acuerdos comercial y pesquero con Rabat por no haber obtenido el consentimiento del pueblo saharaui.
Además, la dirección de la televisión y la radio públicas, RTVE, no ha autorizado el envío de un equipo de periodistas a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf en un viaje organizado por el Frente Polisario para este mes.
Sin embargo, ante la inmovilidad de Rabat y las amenazas de Argelia, Albares viajó a finales de septiembre a Argel para asegurar el suministro del gas, después de que los argelinos rompieran relaciones diplomáticas con Marruecos e incluso cerrasen el espacio aéreo.
Por el momento, Argel tiene intención de cortar el gasoducto que atraviesa el territorio marroquí en dirección a España el 31 de octubre. Ese gas es vital para el sector energético español porque su cierre supondría la reducción del suministro y la subida de los precios.
Marruecos mantiene actualmente tiranteces con varios países. A partir de la crisis con Argelia, una primera potencia como Rusia está enfriando sus relaciones con Rabat. Por lo tanto, el nuevo gobierno marroquí tendrá que comenzar a estrechar lazos con sus aliados tradicionales, y España está en esa lista. No en vano es su primer socio comercial, además de vecino.
Por otra parte, España y Marruecos comparten otros intereses. La reanudación del tráfico marítimo en El Estrecho apremia, pero además hay acuerdos pendientes de firmar entre Tánger Med y Algeciras. Y queda por celebrar la Reunión de Alto Nivel (RAN), que se viene posponiendo desde el 17 de diciembre de 2020.