El militar Bernardo Francisco de Lizaur, nuevo jefe de protocolo de la Casa del Rey
Sustituye a Alfredo Martínez como nuevo jefe de protocolo, que dejó su puesto para ser nombrado embajador de España en Canadá.
25 octubre, 2021 10:47Noticias relacionadas
El diplomático Bernardo Francisco de Lizaur, militar de carrera, será el nuevo jefe de protocolo de la Secretaría General de la Casa del Rey, según publica este lunes el Boletín Oficial del Estado.
De Lizaur sustituye en el cargo al diplomático Alfredo Martínez Serrano, que dejó su puesto de jefe de protocolo el pasado 28 de septiembre para ser nombrado embajador de España en Canadá.
Bernardo Francisco de Lizaur ha sido adjunto del departamento de Protocolo de la Casa del Rey en los últimos siete años. Hasta ahora, el cargo de jefe de Protocolo de la Secretaría General de la Casa del Rey lo ha desempeñado un diplomático.
En esta ocasión, Felipe VI ha recurrido a un militar de carrera, perteneciente al Ejército de Tierra, aunque lo que ha primado es su amplia experiencia en el Palacio de la Zarzuela.
La Casa Real había barajado la opción de que la jefatura de Protocolo pasara a ejercerla una mujer, pero finalmente se ha optado por el ascenso de De Lizaur.
Sólo una mujer
De los 11 cargos que integran el equipo directivo de la Jefatura del Estado, sólo una es mujer, la interventora, Beatriz Rodríguez Alcobendas, quien asumió esta tarea en febrero de 2015, ocho meses después del inicio del reinado de Felipe VI.
El jefe de Protocolo es uno de los puestos de más confianza de los reyes al desempeñar un papel central en la organización y desarrollo de sus actos.
Alfredo Martínez
El ya ex Jefe de Protocolo, Alfredo Martínez Serrano, había comunicado en el mes de enero su deseo de abandonar su puesto en el Palacio de la Zarzuela para reemprender su carrera en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Esta no es la primera vez que Alfredo Martínez Serrano se separa de la Casa Real para perseguir su vocación. En 2012 dejó de prestar sus servicios a Felipe VI y Letizia, entonces Príncipes de Asturias, para incorporarse a la Embajada en Egipto.
Dos años más tarde volvió a Zarzuela, cuando el hijo de Juan Carlos I fue proclamado Rey de España y quiso formar su propio equipo con sus hombres de mayor confianza. El monarca buscaba personas que, como Alfredo, conocieran de cerca la Jefatura del Estado y Zarzuela.