José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, ha asegurado que lo celebrado este domingo en Nicaragua "no se pueden llamar elecciones, han sido una burla" al pueblo de Nicaragua, a la UE, la comunidad internacional y a la democracia, y ha exigido la liberación de los opositores y periodistas detenidos.
"No ha habido elecciones justas, libres ni competidas", se ha quejado Albares antes de recordar que "los opositores que deseaban competir están en la cárcel en estos momentos". El ministro ha exigido su liberación, como viene haciendo desde agosto, cuando España retiró a su embajadora en Managua en señal de protesta.
Albares ha hecho estas declaraciones a su llegada a la Casa de América para asistir a la celebración del 70 aniversario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados y mantener un encuentro con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
Las elecciones, ha insistido Albares, tampoco han contado con "ningún tipo de verificación", por lo que "no tienen ninguna garantía para el Gobierno de España, como tampoco la tienen para la comunidad internacional y la Unión Europea".
Quinto mandato
Según el régimen de Daniel Ortega, el presidente ha logrado la reelección -será su quinto mandato- con un 74,99% de los votos y una participación superior al 65% en contraste con las imágenes de unos centros de votación poco concurridos y de las estimaciones de la oposición.
Coincidiendo con las declaraciones de Albares, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha publicado un comunicado en el que tilda la convocatoria electoral de "burla" y de ser "unos comicios, a todas luces, fraudulentos" a los que no dará credibilidad ni legitimada alguna.
Además, el comunicado subraya que el Gobierno de España exige a las autoridades de Nicaragua que pongan en libertad "con carácter inmediato e incondicional a todos los presos políticos y manifestantes encarcelados arbitrariamente y que se anulen sus procesos judiciales".