La labor de la reina Letizia va mucho más allá de salir a decir unas palabras en cualquier acto, que luego recogen todos los medios de comunicación porque ha estrenado un colorido vestido de una marca nueva española. La realidad es que hay mucho trabajo realizado entre bastidores.
La Reina ha tenido una semana muy poco visible para el público. En la agenda de la Familia Real sólo tenía programado un acto en siete días: el que tuvo lugar el pasado miércoles en la sede madrileña del BBVA, donde presidió un debate sobre cómo la era digital puede impulsar los programas de microcréditos en todo el mundo para mejorar la vida de las personas más desfavorecidas.
La presencia de la Reina, con intervención incluida, duró exactamente una hora. Tras despedirse de las autoridades y directivos de la entidad financiera volvió a Zarzuela. Y no reaparecerá en público hasta el próximo martes, con motivo de la visita a España del presidente italiano, Sergio Mattarella.
Han sido varios los medios de comunicación que han asegurado que la falta de actividad en la planificación de Letizia de esta pasada semana se debe a que necesitaba descansar tras el viaje de cooperación a Paraguay, que realizó hace 10 días. Fueron 72 horas en el país centroamericano a un ritmo desbordante, en el que la agenda estaba programada al detalle y en la que no había ni un minuto de descanso.
"Ha sido agotador. La Reina ha estado súper enchufada. Tenía los proyectos completamente estudiados, sabía perfectamente lo que íbamos a ver y a quién. Ha estado a un altísimo nivel", relata uno de los periodistas que ha viajado con ella y que cubre la Casa Real de forma habitual.
Pero para que esto ocurra, Letizia hace un trabajo previo, de forma concienzuda, en su despacho de Zarzuela. Antes de viajar a Paraguay, se reunió con el embajador, con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, con la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Pilar Cancela, y con el director de la Agencia de Cooperación Española, Antón Leis.
Los despachos reales
Pero por si estas reuniones no fueran suficientes, ella mismo pidió encontrarse con antiguos cooperantes que hubieran trabajado en la zona que iba a visitar para conocer de primera mano la situación. "La Reina quiere saberlo absolutamente todo sobre las zonas que va a visitar, los proyectos que hay en marcha, cómo funcionan y a quién se va a encontrar. Es una persona súper exigente y pide el mismo compromiso a los demás", explica alguien cercano al equipo de Letizia.
Por eso, aunque muchos aseguren que cuando tiene una semana liberada de actos públicos es porque quiere descansar, lo cierto es que la Reina sigue trabajando. Su despacho se encuentra en la zona central del recinto de Zarzuela, un área nueva que se habilitó hace unos 10 años para ubicar las oficinas de todo el personal. Es donde se encuentra la famosa sala Magnolia, que acoge todas las audiencias que protagoniza la Familia Real.
El despacho de Letizia es todo blanco, excepto el suelo que es de color gris claro. Es una habitación monocromática, desde las paredes hasta los cuadros, las puertas, las ventanas, los estores, la lámpara del techo, la mesa de trabajo y las sillas. Es curioso porque esta estancia choca frontalmente con el estilo del despacho de Felipe VI.
El de Letizia tiene un aire moderno mientras que el del Rey es muy clásico, en línea con el resto del Palacio de la Zarzuela: suelos y paredes de madera, muebles empotrados, mesas llenas de adornos, relojes estilo rococó, grandes cortinas, alfombras de estilo persa… todo sacado de los almacenes de Patrimonio Nacional y con un gran valor artístico. Sin embargo, la decoración de la zona de trabajo de Letizia la eligió ella personalmente. Es una estancia prácticamente diáfana, con unos grandes ventanales que dejan entrar la luz sin que nada se lo impida.
Pero que se trate de un despacho moderno no significa que la Reina no haya estudiado cada detalle. Un ejemplo son las sillas, de cuero blanco y reposabrazos de aluminio, diseño del célebre matrimonio de arquitectos-diseñadores Charles y Ray Eames. Su precio ronda los 2.600 euros la unidad.
Mientras Felipe VI tiene muchas fotos en su despacho, con su familia, con sus padres… Letizia no tiene ningún retrato personal ni familiar. "Es que no es solo su lugar de trabajo, también es el de su equipo. Por ese sitio pasa mucha gente y es mejor que haya pocas cosas personales", cuenta la misma fuente.
Rutina desde las 6.30h
El día arranca muy temprano para la Reina, ya que se levanta a las seis y media de la mañana. Siempre hace parte de su rutina de ejercicio diario antes de compartir el desayuno con su familia. Si no tiene actos programados, lleva a la Infanta Sofía en coche al colegio, el Santa María de los Rosales, situado muy cerca del recinto de Zarzuela, en el madrileño barrio de Aravaca.
Cuando le toca afrontar el trabajo desde su despacho, se sienta a las 9.00h de la mañana y no se levanta hasta la hora de comer, para luego seguir por la tarde. "Quiere hacer el mismo horario que hacen los trabajadores de la Casa. Es lo que le parece justo. A pesar de las muchas veces que se ha encontrado hasta arriba de cosas, siempre intenta que su equipo se pueda ir a su hora, salvo los que hacen turnos, que tienen horarios distintos", revela una persona cercana a Zarzuela.
"De su antigua profesión sigue poniendo en práctica la afición por escribir, así que no deja que nadie se encargue de sus discursos. Ella los redacta y confecciona, siguiendo siempre la misma idea de que sean cortos, directos y con un lenguaje claro. También hace un seguimiento exhaustivo de la actualidad y de las cuestiones de la Casa. No se levanta de su mesa hasta que no está todo cerrado", añade.
Pero en su despacho también tiene muchas visitas en off, que nunca trascienden a la esfera pública. Reuniones y conversaciones privadas de las que no se informa, pero que también son parte de su jornada laboral. Un ejemplo es el caso de la estrecha relación que mantiene con algunas familias y organizaciones.
Desde que llegó a Zarzuela, Letizia se ha unido a la causa de dar visibilidad a las enfermedades raras que sufren muchos niños. Es presidenta de honor de FEDER (Federación Española de Enfermedades Raras) y nunca falla a los actos que estos organizan.
"Lo que mucha gente no sabe es las reuniones que mantiene con familias para conocer su día a día, para darles apoyo y saber qué puede hacer para ayudarles. De hecho, tiene una relación muy estrecha con algunos niños, tanto que ha ido en ocasiones a visitarlos al hospital sin que nadie se entere. ¿Por qué no quiere que se haga público si es algo buenísimo para su imagen? Porque no pretende que sea bueno para su imagen: la Reina sólo busca que estas familias sepan que está ahí y que tienen todo su apoyo", concluye esta persona cercana al equipo de Letizia.