El tráfico de plantas de cannabis y de marihuana ha pasado de constituir una amenaza secundaria a convertirse en una prioridad y un verdadero problema a nivel criminal para los mandos dedicados a la lucha contra el narcotráfico en el seno de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Ese cambio se ha producido en un plazo de apenas 5 años, el tiempo suficiente para que los cultivos proliferasen de manera exponencial y masiva hasta transformar España en el principal productor europeo de estos estupefacientes.
En ese espacio de tiempo los datos resultan incuestionables. Desde el año 2015, el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) observa y constata una tendencia al alza, que se ha mantenido sobre todo en los tres últimos años en las cantidades incautadas (cerca de un 350 % más).
El pasado año fueron localizadas e incautadas 1.700.462 plantas de cannabis. Con respecto al año 2019, anterior a la pandemia, el crecimiento en esta clase de cultivos ilegales aumentó un 10,5 %.Ni siquiera en 2020, durante el cual la actividad del mundo del narcotráfico se mantuvo, se pudo frenar las actividades en torno a esta planta.
Un total de 3.840 personas fueron detenidas durante ese año como culpables por los citados delitos. En apenas media década, nuestro país figura ya a la cabeza en esta clase de ilícitos, según fuentes de la lucha contra el narcotráfico.
Esto preocupa y mucho en el Ministerio del Interior. Por eso, desde el departamento de Fernando Grande-Marlaska han puesto ya en marcha un plan para combatir en los próximos años el narcotráfico en el mundo del cannabis y las sustancias ilegales derivadas. Su nombre, Plan Nacional de Actuación contra la Criminalidad Asociada a la Producción y Tráfico de Marihuana.
Diez medidas
El CITCO establece en ese plan tres objetivos y diez medidas. El primero de ellos consiste en incrementar la detección y desarticulación de grupos de crimen organizado. Para ello, cuatro medidas resultan necesarias:
1) Potenciar la investigación sobre la delincuencia organizada.
2) Vinculaciones con otros delitos.
3) Las investigaciones patrimoniales sobre los sospechosos.
4) Intercambio de información con las compañías eléctricas.
El segundo de los objetivos fijados sostiene la importancia de disminuir los canales de distribución de los clanes. Para ello, según el plan del Ministerio del Interior es necesario:
1) Incrementar los controles sobre paquetería.
2) Control de los transportes por carretera.
3) Control de las asociaciones cannábicas y grow shops.
4) Investigación online del tráfico de marihuana.
El tercer y último cometido en este plan será el de favorecer, logísticamente, la destrucción de las plantaciones a través de:
1) La destrucción de la droga in situ.
2) La inutilización o destrucción in situ de los utensilios utilizados para el cultivo de marihuana.
Aunar esfuerzos
Interior trata así ahora de aunar esfuerzos con todas los cuerpos policiales coordinados entre sí para combatir la producción y el tráfico de esta droga. Pese a contar con una mayor aceptación social, está siendo manipulada para incrementar sus niveles de THC (componente psicoactivo de la planta), de forma que cada vez resulta en mayor medida "un grave peligro para la salud pública", segun las fuentes consultadas en las investigaciones del mundo del narcotráfico.
Son varios los motivos que han propiciado este nuevo plan, que es más una declaración de intenciones que un conjunto de medidas concretas. Por un lado, la “alarmante y constante progresión de las incautaciones" por parte de miembros de todas las fuerzas y cuerpos de seguridad.
Por otro, la “implantación en España de numerosas bandas balcánicas” especializadas en la distribución por toda Europa de esta droga. Unas organizaciones que llevan aparejadas "un incremento de la violencia y de la criminalidad", con la consecuente introducción de armas en nuestro territorio.
El esfuerzo institucional en la lucha contra el incremento del cultivo de cannabis y el tráfico de marihuana, y la respuesta a la problemática en el Estrecho de Gibraltar y territorios adyacentes son, acaso, los dos mayores retos en la actualidad en el panorama nacional del tráfico de drogas.
Esto queda reflejado en el informe elaborado por el CITCO titulado Estadística Anual sobre drogas 2020 y que está conformado por datos de la actividad de lucha contra el tráfico ilícito de sustancias estupefacientes realizada a lo largo de 2020 por Policía Nacional, Guardia Civil, las tres policías autonómicas con competencia en seguridad ciudadana (Mossos d’Esquadra, Ertzaintza y Policía Foral de Navarra) y la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA) de la Agencia Estatal de Administración Tributaria.