En los últimos días España asiste a una explosión de contagios de Covid-19 por la expansión de la nueva variante, ómicron. La pandemia vuelve a descontrolarse -con una incidencia acumulada de 695 casos por 100.000 habitantes tras un incremento de 86 puntos en un solo día- a tres días de las Navidades y son muchas las incógnitas que surgen.
¿Es menos virulenta la variante ómicron? ¿Se contagia más rápido? ¿Funcionan las vacunas? ¿Qué medidas barajan los políticos? Estas son algunas de las preguntas que tratamos de responder en EL ESPAÑOL.
¿Qué sabemos de la infecciosidad y virulencia de ómicron?
Más infecciosa, pero menos peligrosa: esa fue la carta de presentación de ómicron frente al mundo en base a lo observado en Sudáfrica, donde se detectó la variante por primera vez a raíz de un aumento de casos. Un estudio realizado en Hong Kong y pendiente de ser revisado por pares apunta a que la nueva forma del virus infecta y se multiplica 70 veces más rápido que la variante delta en los bronquios. Sin embargo, la infección que se produce en los pulmones sería 10 veces menor, lo que explicaría la menor gravedad de los síntomas y la enfermedad.
Los datos sudafricanos parecen respaldar la teoría de una alta contagiosidad que no dispara los ingresos hospitalarios como en olas precedentes. Sin embargo, informes médicos de Dinamarca y Reino Unido afirman que no hay datos suficientes como para afirmar que su gravedad sea menor. En cualquier caso, el riesgo de colapso sanitario estriba en que el volumen de contagios puede ser tan elevado como para tensionar el sistema con la minoría de casos que requiera hospitalización.
¿Cuál es la eficacia de las vacunas frente a ómicron?
Algunas publicaciones a falta de revisar por pares (preprints) han podido resultar aterradoras: la pauta completa de las vacunas de Pfizer-BioNTech, Moderna o Astrazeneca presentan una actividad de anticuerpos neutralizantes muy baja, y en ocasiones nula, frente a ómicron. Este fenómeno caracteriza a las variantes con mutaciones en la espícula o proteína S, sobre las que inciden las vacunas, como ocurrió con Delta. Esto no significa que el organismo quede desprotegido: si la inmunidad humoral (la generación de anticuerpos) es menos eficaz, queda la inmunidad celular, la de los linfocitos T, que "recuerda" al invasor.
Frente a ómicron, la eficacia de la pauta completa de Pfizer quedaría reducida de un 88% a un 33%, pero la protección contra los casos graves sería del 70% gracias a la mencionada inmunidad celular. Sin embargo, la tercera dosis reactivaría la producción de anticuerpos y restablecería la efectividad, especialmente si es reciente. Moderna ha publicado datos en la misma línea, afirmando que la dosis de refuerzo aumenta los niveles de anticuerpos neutralizantes contra ómicron aproximadamente 37 veces en comparación con los niveles previos.
Ya he pasado la Covid-19, ¿puedo reinfectarme con ómicron?
Esta fue una de las primeras señales de alarma con respecto a la nueva variante detectada en Sudáfrica: muchos de los nuevos casos correspondían a reinfecciones, ya que los pacientes ya se habían contagiado en olas anteriores, en gran medida con la variante beta -la primera 'sudafricana'- y delta. Dos factores se destacaban ya: primero, que muchos no habían recibido ni la primera dosis de vacuna; segundo, que los síntomas eran muy leves, del orden de un dolor de garganta.
Ómicron conllevaría un riesgo tres veces mayor de reinfección en pacientes sin vacunar o con una vacunación insuficiente según las autoridades sanitarias sudafricanas. Pero la combinación de la pauta completa con la infección daría lugar a una protección mucho más potente. Dos estudios, uno realizado sobre la población vacunada en Israel y otro en EEUU, apuntan a que el riesgo de reinfección es mínimo en personas que recibieron la dosis completa de la vacuna y pasaron la Covid. No obstante, el riesgo volvería a aumentar a medida que el evento inmunizador se aleja en el tiempo.
¿La nueva ola de ómicron y la vacunación nos acercan a la inmunidad de grupo?
Esta es una de las hipótesis más interesantes que se plantea estos días. Si la proporción de personas vacunadas es tan alta en España que The Lancet llegó a plantearse que estaríamos a las puertas de la 'inmunidad de rebaño' y si la infección con ómicron elevará todavía más la inmunización a largo plazo: ¿hay motivos para pensar que se trata de la última gran ola y que la Covid quedará reducida a una enfermedad respiratoria estacional más?
La realidad es que intervienen muchos más factores que la inmunidad grupal para decidir si hemos alcanzado una "convivencia" con el virus similar a la de la gripe, explicaba a EL ESPAÑOL José María Eiros, catedrático de Microbiología de la Universidad de Valladolid y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica. "Las variables a analizar son múltiples, desde el propio impacto en el organismo, la capacidad patogénica, el impacto en los sistemas sanitarios y en la vida social y económica y la capacidad de provocar la muerte".
¿Por qué está fracasando el pasaporte Covid-19?
Son varias las comunidades autónomas las que, durante las últimas semanas, han implantado el pasaporte Covid en un intento de frenar los contagios. En Cataluña, Navarra, País Vasco, Andalucía y Comunidad Valenciana se exige para acceder a los establecimientos de ocio y hostelería, pero no está siendo una medida eficaz.
Lejos de frenar la tendencia alcista de contagios, lo cierto es que la incidencia acumulada en las regiones mencionadas ha seguido incrementándose en los últimos días. Ha superado incluso los 1.000 casos por 100.000 habitantes en Navarra y País Vasco.
Es cierto que una vez que se dispara la incidencia por encima del riesgo medio es muy difícil controlarla, pero aun así, los datos que validan el uso del pasaporte Covid para detener la sexta ola no son muy halagadores.
¿Qué opciones tienen Gobierno y comunidades autónomas de cara a la Conferencia de Presidentes?
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expondrá este miércoles a los presidentes autonómicos nuevas recomendaciones para contener la sexta ola de contagios de la Covid-19. Es decir, serán las comunidades autónomas las que decidan si quieren o no aplicar las medidas.
Entre estas estará el cierre del ocio nocturno o la limitación del horario de la hostelería en el caso de que el escenario sea de alto riesgo, una situación en la que se encuentra actualmente España.
En cuanto a reuniones en el ámbito familiar, la Ponencia de Alertas ha propuesto limitar los contactos en los días previos a la celebración de los encuentros. Sin embargo, no se propone límite de personas como sí ocurrió las pasadas navidades.
¿Por qué la evolución de la pandemia es tan distinta entre comunidades autónomas?
España ha escalado del riesgo bajo al muy alto en cuestión de dos meses, pero no lo ha hecho a la misma velocidad. País Vasco y Navarra llevan todo el otoño dando señales de alarma, especialmente por la tensión en las UCI, mientras que la Comunidad de Madrid solo ha necesitado una semana para triplicar su incidencia. Aunque se pueden aludir motivos administrativos y de salud pública, la realidad es que las diferencias en la evolución de la pandemia por regiones ha desconcertado a los expertos desde el primer momento.
Así, País Vasco, Navarra, Rioja y Cataluña han sido puntos rojos en las sucesivas olas: originalmente se atribuyó a los focos entre jornaleros, pero la hipótesis quedó superada con el tiempo. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) relacionó recientemente el frío con una mayor transmisibilidad de la Covid-19, pero en circunstancias secas y la estación ha sido húmeda en el Cantábrico. En un informe de Navarra citado por El País se llegaban a citar "factores culturales" como quedar con peñas y cuadrillas en lugares cerrados, pero no explicaría la diferencia con regiones similares en clima y demografía.
¿Sería posible un nuevo confinamiento? ¿Y restricciones en la movilidad?
La sexta ola del coronavirus causada por la variante ómicron ha provocado que Países Bajos, Austria y Eslovaquia vuelvan al confinamiento estricto. Una medida que otras naciones, como Reino Unido, no descartan emular. Esto ha despertado las dudas de muchos españoles: ¿sería posible esa tesitura en nuestro país? ¿Y restricciones a la movilidad?
Pero la jurisprudencia del Tribunal Constitucional es muy clara al respecto: medidas como un confinamiento generalizado o restricciones en la movilidad sólo se podrían establecer con un estado de excepción. El Gobierno, siguiendo al TC, no podría delegar en las comunidades autónomas para que estas decidieran qué medidas tomar dependiendo de la evolución de la pandemia.
¿Para qué serviría la ley de pandemias que reclama el Partido Popular?
Las restricciones de derechos fundamentales durante los sucesivos estados de alarma decretados por el Gobierno de Pedro Sánchez para evitar la propagación de la Covid-19 fueron declaradas inconstitucionales por el TC. Es por eso por lo que el Partido Popular reclama ahora con insistencia la aprobación de una ley nacional de pandemias que establezca un marco claro para realizar restricciones puntuales de los derechos.
Grosso modo, esta consistiría en la modificación de la Ley Orgánica 3/1986 de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública para recoger la posibilidad de cuarentenas, aislamiento y tratamiento de aquellas personas "sospechosas a observación de salud pública". Y es que las leyes orgánicas no permiten la suspensión de derechos fundamentales.
Para la aprobación de dicha ley, no obstante, sería necesaria una mayoría en el Congreso que ahora mismo no resultaría nada fácil de conseguir: el partido de Pablo Casado ya fracasó en noviembre de 2020 con su iniciativa, que retomó en abril con una proposición de ley.
Además, el Gobierno rechaza la propuesta por cuanto cree que ya existe normativa suficiente aplicable mediante la "cogobernanza". En este sentido, la Justicia ya ha permitido a las comunidades, en ocasiones puntuales, restricciones de derechos a través de medidas como toques de queda, cierres perimetrales y, ahora, pasaportes Covid.
¿En qué nivel de desarrollo están los fármacos que pueden curar el virus?
La necesidad de medicamentos antivirales diseñados específicamente para acortar la duración de la Covid-19 y evitar los casos más graves se ha planteado desde los primeros compases de la pandemia. La gran apuesta antiviral española es Aplidin de PharmaMar, que se encuentra en la fase final de ensayo clínico pero que todavía debe hacer frente a la nueva variante. El fármaco, que ha demostrado capacidad para acelerar la recuperación de pacientes Covid que no requieren Cuidados Intensivos, está siendo probado en la 'cuna' de ómicron, la región sudafricana de Gauteng.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aprobó primero dos fórmulas: Ronapreve (Roche-Regeneron) y Regkirona (Celltrion Healthcare), basadas en anticuerpos monoclonales -proteínas diseñadas para incidir sobre la 'proteína Spike' del coronavirus, su 'llave' para infectar las células. Además, el órgano regulador ha avalado el uso de emergencia de dos antivirales más: Paxlovid (Pfizer), que ha demostrado reducir en un 89% el riesgo de hospitalización y muerte por coronavirus, y Molnupiravir de MSD, con un 30% de eficacia.