Diecisiete provincias españolas de siete comunidades autónomas, casi todas del interior y del norte, han perdido cerca de un millón de habitantes en los últimos 50 años, medio siglo en el que otras 10 provincias, la mayoría costeras, han visto aumentar su población en más de 10 millones de personas.
Los datos históricos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que arrancan en 1971 y que acaban de incluir el primer semestre de este año, permiten dibujar el mapa de la despoblación en España en el marco del crecimiento demográfico constante del país en su conjunto.
Esas 17 provincias, que suman el 43,7% de la superficie de España, pero solo el 12,68 % de los residentes, son Jaén en Andalucía; Teruel en Aragón; Asturias; Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria y Zamora en Castilla y León; Ciudad Real y Cuenca en Castilla-La Mancha; las dos provincias extremeñas, Badajoz y Cáceres; y Lugo y Orense en Galicia.
Zamora y Orense
Las que más población han perdido en las últimas cinco décadas en términos relativos han sido Zamora (34,42 %), Orense (30,91 %), Ávila (24,14 %), Soria (23,67 %), Teruel (22,99 %), Lugo (22,93 %), Palencia (21,50 %), Cuenca (20,34 %), León (19,23 %), Cáceres (16,86 %), Salamanca (14,00 %), Jaén (6,43 %), Segovia (4,72 %), Badajoz (4,50 %), Asturias (4,44 %), Ciudad Real (4,00 %) y Burgos (2,04 %).
En cifras absolutas, a la cabeza del descenso de población está Orense, con 136.054 vecinos menos que hace 50 años, seguida de León (-107.895), Lugo (-96.756), Zamora (-88.530), Cáceres (-78.527), Salamanca (-53.165), Cuenca (-50.820), Ávila (-50.731), Asturias (-46.867), Jaén (-42.858), Teruel (-39.727), Badajoz (-31.442), Soria (-27.613), Ciudad Real (-20.452), Segovia (-7.621) y Burgos (-7.351).
En conjunto, estas provincias han visto reducida su población desde 1971 en un 13,41%, mientras el número de habitantes del país ha aumentado en un 38,31%, un 51,45% si se considera solo el territorio con crecimiento demográfico.
Se da la circunstancia de que entre estas provincias están las siete con menos población de España (Soria, Teruel, Segovia, Palencia, Ávila, Zamora y Cuenca), pero también figuran otras con mayor población, como Asturias, que es la decimocuarta con más de un millón de habitantes, o Badajoz y Jaén, que son la vigésima cuarta y vigésima sexta, respectivamente, con más de 600.000 empadronados.
En cuanto a la fecha en que comenzó el declive de población, mientras algunas provincias, como Zamora, ya habían empezado a perder población en 1971 y han mantenido la caída, otras, como Salamanca, Segovia o Soria remontaron en los años anteriores a la crisis financiera pero a partir de 2009 o 2010 iniciaron un descenso que no ha finalizado.
En algunos casos, la crisis demográfica tiene fecha concreta, como Asturias, Burgos y Jaén, donde la estadística marca la caída en 1982, aunque también se beneficiaron temporalmente del desarrollo económico que luego se detuvo bruscamente con la crisis de 2008.
Balares y Las Palmas, más habitantes
Esta pérdida de población se ha producido en un contexto en el que, contrariamente, España ha ganado 13.109.831 habitantes, más de un tercio en solo dos provincias: casi tres millones en Madrid (2.928.360) y más de un millón y medio en Barcelona (1.679.924).
En porcentaje, sin embargo, Madrid y Barcelona no son las que más crecen y, de hecho, están, respectivamente, en los puestos undécimo y decimoséptimo de una clasificación que encabezan dos provincias insulares: Baleares, con un 126,29 ¡% de crecimiento, y Las Palmas, con un 106,79%.
También ha duplicado su población en este medio siglo Alicante, con un incremento del 103,52%, y casi lo ha hecho Málaga, con un 97,46%.
A continuación aparecen en este "ranking" Almería (89,94%), Santa Cruz de Tenerife (88,54%), Tarragona (88,24%), Girona (86,52%), Murcia (80,88%) y, justo antes de Madrid, la colindante provincia de Guadalajara, que en 1971 era la segunda provincia con menos habitantes -menos de 150.000, solo por delante de Soria- y ha crecido un 77,95 % para subir siete puestos, hasta los 265.508 vecinos.