El paulatino perfil gris del Rey: así se diluye el mensaje de sus discursos desde que manda Sánchez
La Casa del Rey apuesta por un "perfil bajo" para Felipe VI, con el fin de evitar nuevas tensiones con el Gobierno del PSOE y Podemos.
7 enero, 2022 06:07Noticias relacionadas
El perfil institucional de Felipe VI se ha desdibujado paulatinamente durante los tres últimos años, coincidiendo con la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa y la crisis de reputación de Juan Carlos I, que ha puesto el foco sobre la Monarquía.
Felipe VI presenta un perfil cada vez más discreto en sus discursos, desde luego muy alejados de aquel de octubre de 2017, que sirvió como llamada de atención a los separatistas en pleno desafío independentista, pero también en relación a los de hace sólo dos o tres años.
El último ejemplo de cómo los mensajes de Felipe VI se han ido diluyendo es el discurso que pronunció este jueves con motivo de la Pascua Militar. Apenas unas pinceladas sobre la labor humanitaria de las Fuerzas Armadas en misiones internacionales y el reconocimiento a su trabajo ante emergencias como la pandemia del coronavirus o el volcán de La Palma. Poco más.
Ese mensaje contrasta, por ejemplo, con el perfil mostrado por el Rey en las anteriores Pascuas Militares, en las que reivindicó con firmeza la defensa de la Constitución y de la bandera española como símbolo de la nación.
La Pascua Militar tiene un especial significado para la Monarquía y para las Fuerzas Armadas, pues en este acto el Rey habla como capitán general de los Ejércitos. En la celebración de 2019 -la primera tras la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa-, Felipe VI reivindicó la defensa de la bandera española, "una bandera de todos que refleja nuestra confianza en el futuro y deseo de construir una sociedad libre y democrática".
En la Pascua Militar de 2020 -una semana antes de que los ministros de Podemos prometieran el cargo-, Felipe VI destacó que el papel fundamental de las Fuerzas Armadas es "garantizar la libertad y la seguridad de los españoles". Y elogió la "lealtad y compromiso con el Estado de Derecho" de los 75.000 agentes de la Guardia Civil que "han sido y son un pilar fundamental en el desarrollo de nuestro país". Todo ello, en plena ofensiva de los nacionalistas por expulsar a la Guardia Civil de Cataluña y Navarra.
En la Pascua Militar del año pasado, reivindicó la Constitución, "a la que todos estamos incondicionalmente comprometidos porque es el origen de la legitimidad de todos los poderes y de todas las instituciones del Estado".
Perfil bajo
Las fuentes consultadas por El ESPAÑOL señalan que existe una decisión deliberada de la Casa del Rey de apostar por el "perfil bajo", precisamente cuando los principales ataques a la Monarquía han llegado desde una parte del Gobierno (la de los ministros de Podemos) y de sus socios independentistas de Cataluña (ERC y Junts) y País Vasco (Bildu).
Muchos atribuyen esa decisión a Jaime Alfonsín, jefe de la Casa del Rey, que habría apostado por poner de perfil a la institución en las actuales circunstancias. Cuando más se cuestiona la Monarquía, y por tanto el propio modelo de Estado plasmado en la Constitución -el "régimen del 78", en palabras del exvicepresidente Pablo Iglesias- la Casa del Rey intenta afianzar su sintonía con el Ejecutivo para evitar nuevas tensiones.
La creciente influencia del Gobierno sobre la Casa del Rey se ha hecho notar en los mensajes que Felipe VI lanza en fechas señaladas. Los discursos de Felipe VI pasan necesariamente por el filtro de La Moncloa, que moldea algunas ideas e introduce otras, por criterios de oportunidad política.
Nunca fue tan evidente como en el último discurso de Navidad de Felipe VI, en el que no faltaron las referencias al cambio climático, la perspectiva de género, la política inclusiva y la resiliencia.
"Queremos una sociedad avanzada en lo económico y social, con empleo estable y digno, que siga impulsando la igualdad entre hombres y mujeres", afirmó el Rey en su discurso televisado del 24 de diciembre, "que esté en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático y plenamente comprometida con la sostenibilidad de nuestro planeta y su equilibrio medioambiental".
Las relaciones del Ejecutivo de Pedro Sánchez con el Palacio de La Zarzuela atravesaron su momento más convulso en 2020, primer año del Gobierno de coalición formado por PSOE y Podemos. La Moncloa tuvo un papel decisivo para que Juan Carlos I abandonara España en agosto de 2020, con destino a su exilio dorado de Abu Dabi, a la espera de que cese la tormenta sobre su fortuna en el extranjero.
Tan sólo un mes después, el Gobierno vetó la presencia de Felipe VI en el acto de entrega de los despachos a los nuevos jueces en Barcelona, para no incomodar a sus socios independentistas días antes de conocerse la sentencia del Supremo sobre el golpe del 1-O.
Tras su llegada al Gobierno, varios dirigentes de Podemos aprovecharon el confinamiento por la pandemia, en marzo de 2020, para intentar convocar una cacerolada diaria desde los balcones contra la Monarquía, utilizando como pretexto los escándalos del Emérito, quien por decisión de Felipe VI ya no forma parte de la Familia Real.