Al igual que en otros crímenes de ETA como el asesinato de Gregorio Ordóñez, las víctimas de la organización terrorista se afanan en los últimos tiempos para que se juzgue y se condene no solo a los autores materiales de los ataques, sino también a los líderes de la banda que los ordenaban a lo largo de las 5 décadas de terror en las que se prolongó la actividad de la banda.
Por eso ahora, acaban de interponer una querella en la Audiencia Nacional contra Joseba Andoni Urritikoetxea Bengoetxea, alias Josu Ternera, y otros responsables al frente del aparato político para determinar su responsabilidad en el atentado perpetrado en la T-4 del aeropuerto madrileño de Barajas en el año 2006.
En el documento, conocido por EL ESPAÑOL, la asociación de víctimas Dignidad y Justicia se querella contra quienes presuntamente componían en aquel entonces y "colegiadamente" el máximo órgano de dirección de ETA, el llamado comité ZUBA: Aitzol Iriondo Yarza, alias "Gurbitz" y "Barbas", Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, alias "Ata", Ainhoa Ozaeta Mendicute, alias "Kuraia", además del ya mencionado Josu Ternera.
Todos ellos, los cuatro, continúa la querella, "por resultar presuntamente penal y civilmente responsables de los hechos delictivos". En aquel ataque perpetrado el 30 de diciembre de 2006 murieron dos personas después de que los etarras detonasen una furgoneta cargada de material explosivo en la nueva terminal. El atentado se produjo en plena negociación entre el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero y la dirección de ETA.
Causa abierta
La causa pese a haber transcurrido poco más de 15 años desde entonces, continúa abierta. En la querella se defiende que aquel ataque no se pudo llevar a cabo sin la implicación directa de la cúpula de la organización terrorista.
Hace más de una década, Audiencia Nacional condenó a 1.040 años de prisión a los etarras Igor Portu, Mattin Sarasola y Mikel San Sebastián como autores materiales. Era el año 2010.
En 2020 la causa se archivó respecto a Mikel Garikoitz Aspiazu, Txeroki, y José Antonio Aranibar, considerados integrantes también de la cúpula. En noviembre pasado el caso fue reabierto a petición de la Fiscalía, que solicita se averigüe qué implicación tuvieron estos dos etarras.
"Organizar y proveer"
Para Dignidad y Justicia, si fue presuntamente Txeroki quien "transmitió la decisión" de cometer el atentado, no deben "quedar orillados" de presuntas responsabilidades penales en el procedimiento la propia ZUBA "que adoptó tal decisión de fondo".
"Tal atentado -reza el texto de la querella- fue, de hecho, seleccionado como objetivo por la ZUBA y ejecutado siguiendo expresas y muy precisas instrucciones en cuanto a su modus operandi". Fue así hasta tal punto, argumentan desde Dignidad y Justicia, que llegó a impartirle todo ello de modo directo y presencial por medio de uno de sus propios integrantes".
Habría sido la cúpula la encargada de "organizar y proveer la eficaz entrega" de la furgoneta cargada de explosivos el día anterior a que fuese detonada en el aeropuerto, con las terribles consecuencias que produjo el atentado.