Funcionarios de prisiones tendrán que pagarse una estancia de 5 semanas por un curso, según TAMPM

Hacer el curso obligatorio para funcionarios de prisiones en prácticas supondrá un dispendio que no todo el mundo se puede permitir. El sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) acaba de denunciar el "desorbitado" desembolso que, en los próximos meses, tendrán que realizar los funcionarios en período de entrenamiento previo a su ingreso en el cuerpo de Instituciones Penitenciarias.

Esto será así porque los nuevos trabajadores de prisiones no podrán pernoctar, pese a lo prometido, en el nuevo Centro de Estudios Penitenciarios que se está construyendo en la provincia de Cuenca, pues todavía no está terminado. 

De este modo, ante la falta de un local en el que instalarse, los aspirantes de toda España se están buscando alojamiento para las cinco semanas durante las que se prolongará la instrucción.

"Se han buscado alojamiento, en su mayoría en hoteles, hostales y pensiones, además de en apartamentos. No comprendemos cómo, si el Centro de Estudios Penitenciarios no tiene sus instalaciones listas, se sigue adelante con ello: es un despropósito", aseguran los futuros trabajadores de las cárceles. 

Los alojamientos a los que pueden recurrir, aseguran, cuentan con unos precios "desorbitados". "Obvian la situación en la que nos encontramos ya que no somos aún funcionarios con un sueldo para hacer frente a los gastos que se nos proponen: la estancia, para cinco semanas (aplicando un suplemento por los fines de semana), dando por sentado que todos tenemos posibilidades o capacidad económica para afrontar estos gastos y volver a nuestros hogares los fines de semana", denuncian.

Esos gastos pueden superar fácilmente los 1.000 euros por persona, y eso solo teniendo en cuenta la estancia, no la manutención.

Quienes pronto serán considerados trabajadores del Ministerio del Interior no pueden evitar compararse con sus compañeros de Policía Nacional y Guardia Civil: "Allí realizan su curso selectivo en una academia, contando con alojamiento y manutención incluido a precios asequibles, precios que se les descuenta de la nómina y, aun así, siguen cobrando un sueldo".

Tanto el sindicato TAMPM como quienes pasarán a formar parte en los próximos meses del cuerpo de Prisiones no entienden por qué ellos tienen que afrontar ese desembolso. "Tenemos que buscarnos la vida para encontrar un alojamiento y poder comer, dando por hecho que contamos con un colchón de dinero para afrontar todos los gastos, ya que no recibimos ninguna ayuda por parte de la Administración".

"Improvisación"

Por ello, los futuros integrantes denuncian la "improvisación" y la "desinformación" en esta materia por parte del Ministerio del Interior y la secretaría general. "Solicitamos una mayor claridad en toda la información que se ofrezca y que esta se dé con el tiempo suficiente para que nosotros, los futuros funcionarios, podamos organizarnos".

Reclaman que se les trate como a los agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil: "Rogamos tener un curso selectivo parecido a nuestros compañeros, con una Academia que nos ofrezca residencia y manutención, sin tener que aportar un dinero que no tenemos desde el inicio".

En cuanto al Centro de Estudios Penitenciarios de Cuenca, "todavía no se ha hecho ni una obra", asegura una fuente penitenciaria que conoce el proyecto de primera mano.

En una carta a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, los afectados explican que previsiblemente su período de prácticas comenzará en la primera quincena del próximo mes de marzo. Sin embargo, a falta de tan solo unas semanas, los aspirantes no han recibido aún una confirmación oficial del lugar exacto en el que se llevará a cabo esa formación.

Oficialmente, y pese a que las instalaciones todavía no están preparadas, se les ha comunicado que el curso de formación se realizará en el nuevo Centro de Estudios Penitenciarios del Ministerio del Interior.

Según ha podido saber EL ESPAÑOL, al final estas sesiones se realizarán en las aulas del campus universitario y serán profesores de universidad, y no funcionarios de las cárceles, quienes les instruirán acerca del trabajo que realizarán próximamente.