La compra de 2.600.000 unidades de test Covid en una semana alerta de la llegada de la séptima ola
En sólo un mes la venta de pruebas de autodiagnostico que se dispensan en las farmacias se ha multiplicado por dos.
10 mayo, 2022 03:51Noticias relacionadas
La séptima ola de la Covid es una realidad. Y no sólo porque la incidencia acumulada y los ingresos hospitalarios se estén incrementando entre los mayores de 65 años, tal y como reflejan los datos epidemiológicos que publica semanalmente el Ministerio de Sanidad.
La calle ya la está notando. Y, concretamente, las farmacias. Según la consultora IQVIA, las boticas españolas han pasado de vender 1.279.132 pruebas contra la Covid durante la última semana de marzo a 2.667.843 a lo largo de la última de abril. La venta de test se ha doblado en 31 días y eso tiene una lectura clara: hay más contagios.
Hay que recordar que, debido al último cambio de estrategia sanitaria que ha hecho el Ministerio de Sanidad, las personas que no sean vulnerables al coronavirus (mayores de 65 años o inmunodeprimidos) no son cribados por los sistemas públicos de salud.
Esto quiere decir que, si una persona tiene síntomas o ha estado en contacto con un positivo, no puede acudir a su centro de salud para que le hagan un cribado y tendrá que ir a la farmacia y pagar de su bolsillo el test.
Así, el incremento de ventas tan acusado durante el último mes de abril refleja una clara crecida de los contagios entre aquellas personas a las que el sistema deja sin vigilar.
Durante las últimas semanas de febrero y todo el mes de marzo, la venta de pruebas Covid en farmacias ha mantenido una tónica habitual. Semanalmente, se vendían en torno a un 1.200.000 test.
Todo cambio en la tercera semana de abril (del 12 al 17) coincidiendo con la Semana Santa. La venta creció hasta superar el millón y medio. La cifra era elevada, pero, según los expertos, se podía achacar a las fiestas. "La gente iba a verse con familiares y prefirieron hacerse pruebas antes".
Además, la medida coincidía con el inicio de la segunda desescalada del Gobierno al anunciar que se eliminaría la obligatoriedad de llevar mascarillas en sitios cerrados.
Es la semana de después de Semana Santa cuando la venta de estas pruebas se disparó y dio la voz de alarma. Cuando se analiza la incidencia acumulada (es preferible esperar dos semanas para ver si hay un repunte), con los test se trata de un crecimiento muy significativo.
Al contrario que diagnosticar un positivo en un hospital, la compra de herramientas de autodiagnóstico se hace en el momento exacto en el que hay sospechas de infección o se tiene constancia de un positivo, por lo que pueden ser un indicador fiable del incremento de contagios de una manera más rápida.
Las sospechas del sector se confirmaron al siguiente semana, la última de abril, donde se alcanzan los 2.600.000 test vendidos en siete días. Es un millón más que la semana de Semana Santa.
Con todo ello, las cifras siguen estando muy lejos de la sexta ola, donde la venta alcanzó los 10 millones de pruebas vendidas en siete días.
El 'stock'
Aunque la demanda esté aumentando considerablemente, la consulta afirma que no hay una falta de stock en las farmacias de España. No se prevé que ocurra lo mismo que durante la sexta ola Covid cuando, en Navidades, las farmacias se quedaron sin estas pruebas de diagnóstico rápido.
Según los datos de la consultora, el stock de estos productos es de 2.344.432 durante la semana del 25 de abril al 1 de mayo. Además, y según datos de IQVIA, se trata de un almacenaje más amplio que durante el inicio de la sexta ola, en diciembre en número de test apenas llegaba al millón.
Los proveedores de estos productos descartan una falta de aprovisionamiento. Afirman que siempre ha habido pruebas suficientes y que, lo que pasó durante las navidades pasadas, fue falta de planificación por parte de las autoridades sanitarias.
Farmacias
Hay que recordar que la modificación de la estrategia de vigilancia no sólo implica que se eliminen las pruebas en no vulnerables, también se limitan las bajas por positivo de Covid-19. Un contagiado de coronavirus ya no obtiene la baja de su puesto de trabajo y, correspondiente, no precisa de un médico de familia que se la gestione.
Es por eso por lo que la mayoría de los positivos se diagnostican en las farmacias, pero de una manera oculta. Hay que recordar que no todas las autonomías cuentan con las farmacias de su región para diagnosticar positivos de Covid.
Según fuentes del Consejo General de Farmacéuticos, al inicio de la sexta ola un total de 12 comunidades autónomas incluyeron a sus farmacias en la red de alertas. Esto quiere decir que, cuando una persona daba positivo, se incluía en el registro autonómico.
Con la bajada de los contagios, varias autonomías decidieron limitar esta herramienta y, por ejemplo, Comunidad Valenciana, ya no cuenta con sus farmacias para diagnosticar positivos.
Esto supone una doble problemática: hay mayores de 65 que no acuden a su centro de salud, se hacen test en casa y no son notificados; y, por otro lado, se pone un peso extra sobre los farmacéuticos. Aunque el sector haya querido colaborar durante toda la pandemia, ahora las CCAA les dejan con la responsabilidad de gestionar los positivos Covid a cambio de intentar descongestionar una Atención Primaria al borde del colapso.
Desde el propio Consejo General de Farmacéuticos se congratulan de que su intervención "permita descargar la Atención Primaria en todas las comunidades autónomas donde se sigue contando con el potencial de la farmacia". Lamentan que no sea así en todo el país.
EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con Ana López Casero, portavoz del Consejo General de Farmacéuticos, que ha recordado que la colaboración del Consejo con los sistemas de salud (que comenzó en julio de 2021 con la aprobación de la dispensación sin receta del test de autodiagnóstico) ha sido un "éxito".
"Desde entonces y hasta el 15 de febrero, las farmacias de doce Comunidades habían realizado más de un millón de test antiCovid (1.043.801) y notificado 109.569 positivos al Sistema Nacional de Salud", se enorgullece.
Solo del 1 de enero de 2022 al 15 de febrero se superaron las 600.000 pruebas y los 82.000 positivos notificados desde las farmacias.
Pero avisan de que para poder seguir "contribuyendo" en la detección precoz es "fundamental" que las comunidades autónomas faciliten no sólo la supervisión y realización en las farmacias, sino también "el registro y la comunicación de resultados a las administraciones sanitarias para una eficaz gestión de los resultados".
El modelo que habían puesto en práctica Asturias, Aragón, Baleares, Canarias, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, La Rioja, Murcia, Navarra y País Vasco durante la sexta ola y que ahora se está empezando a limitar.
Ante la posibilidad de esta séptima ola, Ana López Casero avisa de que "no debemos bajar la guardia". "Hay que seguir contando con la red de farmacias españolas en la detección precoz de la enfermedad, incrementando así la capacidad preventiva del conjunto del Sistema Nacional de Salud, en un momento decisivo ante el repunte de casos", finaliza.