Esta primera ola de calor de 2022 se adelantó al verano, llegando mucho antes que en años anteriores y con más fuerza. Pero ya no es solo el hecho de que este fenómeno atmosférico se presente antes de lo previsto, sino que sus temperaturas extremas están teniendo consecuencias más allá de dificultades para dormir.
Y es que el hecho de que los termómetros superen los 40 grados centígrados también provoca que haya más incendios y que estos se den con más facilidad. Así, la herencia que nos deja esta primera ola de calor no es nada positiva: decenas de incendios forestales están arrasando sobre todo la mitad norte del país, entre ellos uno de los que ya es considerado como de los más virulentos del siglo en España, el de Sierra de la Culebra, en la provincia de Zamora.
La última estimación de superficie quemada sobre este incendio, realizada este sábado por la tarde por el operativo de extinción, ofrece la cifra de más de 25.000 hectáreas, lo que hace que sea uno de los incendios más grandes del siglo en España y supere ya el mayor del pasado año, registrado en Navalacruz, en Ávila. Asimismo, este fuego se ha convertido en el más grave registrado en la historia de Castilla y León.
[Declarado un incendio en la provincia de Cuenca y otro en la de Ciudad Real]
Concretamente este incendio forestal de la reserva de la Sierra de la Culebra vivió el viernes una jornada negra en la que se quemaron en 24 horas más de 10.000 hectáreas de superficie forestal y se vieron amenazadas catorce poblaciones, algo a lo que ha contribuido un cúmulo de circunstancias. Comenzando por una tormenta seca con fuerte aparato eléctrico y sin apenas precipitaciones, unido a temperaturas de 40 grados, baja humedad y vientos.
Así, en el incendio de esta reserva natural, la mayoría de superficie forestal arrasada era arbolada de pino, monte bajo y matorral, y ha obligado a cortar tanto la carretera Nacional 631 como la línea de AVE Madrid-Galicia. Aunque en las últimas horas el fuego se mostraba menos virulento y durante la noche del viernes al sábado se logró reducir la altura de las llamas, seguía el ataque directo en los diferentes focos de la reserva.
De esta manera, se prevé que siga activo las próximas doce horas, había indicado el Ministerio. Por otra parte, los vecinos de siete de los 14 pueblos desalojados estos días que han podido regresar a sus hogares son los que viven en los núcleos de población situados más al sur de la zona afectada por el incendio.
Incendios también en Cataluña
Este domingo la ola de calor deja sentir sus últimos efectos, pero la situación de los incendios aún preocupa, en especial, como ya se ha mencionado, el de la Sierra de la Culebra, aunque los servicios de extinción también trabajan en Cataluña, Aragón o Extremadura, si bien el declarado ayer en Caudiel, en la provincia de Castellón, se ha dado "prácticamente por estabilizado".
Específicamente, trabajaban en esos incendios, entre otros medios, 919 militares y 308 medios de la Unidad Militar de Emergencias (UME), ha informado el Ministerio de Defensa. Por su parte, en Cáceres se ha declarado en las últimas horas un incendio forestal en el término municipal de Hervás y su evolución era desfavorable, según la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural de Extremadura.
Las llamas afectan a una zona de robledal de difícil acceso y alto valor ecológico. En Cataluña, los Bomberos afrontan "una complicada situación" con treinta incendios forestales simultáneos, los más importantes los que afectan a los municipios de Artesa de Segre, en Lleida, que ya ha arrasado más de 2.000 hectáreas y no está estabilizado, y el de Olivella, en Barcelona, con dos urbanizaciones confinadas por precaución.
El incendio de Artesa de Segre, desatado el pasado miércoles, ha quemado hasta el momento 2.146 hectáreas. Dos incendios están activos en la provincia de Lleida, el de Lladrus, uno de los más preocupantes por su potencial, que se había estabilizado tras quemar 50 hectáreas y se ha impedido que avanzara hacia una masa forestal de 50.000 hectáreas.
También en Aragón preocupaban las peores condiciones meteorológicas. Hasta el momento, la cabeza y el flanco derecho del incendio de Nonaspe, en la provincia de Zaragoza, eran las zonas que centraban la atención del operativo que trabaja en su extinción, aunque la situación era "buena" tras las labores nocturnas.
En el fuego, que se inició en una parcela frutícola, han trabajado hasta ahora más de 200 personas, entre efectivos del Gobierno aragonés y de la UME, junto a unos 14 medios aéreos. En Navarra, retenes de los Bomberos siguen vigilantes ante el peligro de rebrotes en los incendios de Leire y Tafalla, que técnicamente se dan por extinguidos, pues las altas temperaturas suponen un riesgo.
En la tarde de este pasado sábado alrededor de 2.500 visitantes que se encontraban en el parque de la naturaleza de Sendaviva, en Arguedas, fueron desalojados "por precaución" dada la cercanía de un incendio forestal declarado en el parque de Bardenas Reales, en el sur de Navarra.
Euskadi tampoco se salva
En Andalucía, el Plan Infoca ha dado por extinguidos los dos incendios forestales declarados en el paraje 'Finca de Lima' de Almonaster la Real y 'El Rabiche' de Rosal de la Frontera, en la provincia de Huelva, que han afectado, en conjunto, a una superficie de unas once hectáreas.
Por último, en Euskadi, un incendio declarado este sábado pasado en el parque de Aralar ha afectado a unas 10 hectáreas del monte Arrastortz, ubicado entre las localidades guipuzcoanas de Ataun, Lazkao y Zaldibia, ha informado la Diputación de Guipuzkoa. El fuego se desató sobre las 11 de la mañana del sábado en una zona muy abrupta conocida como Aitzarte, una superficie formada por roquedos y cubierta sobre todo por matorrales, herbazales y arboles.
Lo escarpado del terreno dificultó las labores de extinción, que se limitaron a las zonas a las que pudieron llegar los bomberos para proteger los caseríos de la zona de Aitzarte que, según la Diputación, no llegaron a estar en peligro.