La mafia que condujo a los inmigrantes a Melilla intentó el asalto tres veces en la misma semana

Pero este viernes la presión y el empuje fue tal que lograron rebasar las líneas defensivas de Marruecos cortar la verja metálica y atravesarla todos a la vez. 

Las mafias que conducen a los inmigrantes subsaharianos conocen a la perfección la situación que se vive en las ciudades autónomas. Cuentan con información a un lado y a otro de la frontera. Los días propicios para perpetrar el salto son, entre otros, aquellos en los que el Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI) de la ciudad se encuentra vacío.

Así era esta semana, según cuentan fuentes policiales a EL ESPAÑOL, que han vivido en primera persona el drama de una de las mayores tragedias que se recuerdan en Ceuta.

Hay que remontarse hasta el año 2014 para encontrar una cifra similar a los 23 fallecidos (las ONG marroquíes confirman ya que serían una treintena) en un episodio de esta índole. En aquella ocasión se produjo la “tragedia del Tarajal”. Era 6 de febrero de 2014. Ese día murieron 15 inmigrantes ahogados en la playa del Tarajal mientras trataban de entrar a nado desde Marruecos a Ceuta. 

En esta ocasión las mafias se encargaron de orquestar un asalto masivo y coordinado, poniendo así en peligro la vida de los propios inmigrantes. Conocedores de las características de la valla, quienes guían a estos millares de personas a cambio de altas sumas de dinero les indican qué es lo que se van a encontrar.

Aviso de Marruecos

Las autoridades marroquíes se toparon, de ese modo, con los inmigrantes pertrechados de sierras radiales para cortar la valla, de tijeras de podar. Y todos al mismo tiempo. 

En estos momentos la cifra de muertos se eleva ya a 31. Una fuente de la Dirección de Salud de Nador confirmó que esto se debió “a las complicaciones de las graves heridas que sufrían, y confirmó que es probable que el desenlace aumente entre los inmigrantes ”, la mayoría de los cuales son sudaneses. Señaló a la cadena SER que cuatro de los inmigrantes llegaron a perder la vista. 

La fluida comunicación entre los agentes de Marruecos y España se tradujo, esta semana, en los sucesivos avisos que se realizaron desde el país vecino con cada intentona de los inmigrantes. En todos estos días han tratado de evitar que se acercasen al perímetro. En consecuencia, hay más de 200 lesionados entre sus efectivos.

Traslados

Las autoridades marroquíes han tomado ya medidas para alejar de la frontera a todos los que han tratado de entrar en Melilla. En las últimas horas, los agentes de la monarquía alauí han fletado autobuses para conducir a ciudades del centro del país a alrededor de 900 emigrantes subsaharianos que fueron arrestados el viernes tras el asalto.

Los subsaharianos fueron transportados en autobuses fletados por las autoridades locales y custodiados por los servicios de seguridad a ciudades centrales como Juribga o Kelaat Sragna, situadas a 596 y 828 kilómetros respectivamente de Nador, ciudad marroquí vecina de Melilla.

El traslado de los emigrantes ilegales a ciudades del centro de Marruecos es una práctica habitual de las autoridades marroquíes cuando se les detiene en las avalanchas migratorias a las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla. 

Se trata de la primera entrada de importancia que se produce en Melilla desde la normalización de las relaciones entre España y Marruecos en abril de 2022, tras el viraje diplomático del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre el Sáhara Occidental. 

Los agentes marroquíes conocen a la perfección los lugares en los que aguardan miles de subsaharianos dispuestos a cruzar la frontera. En los últimos meses, las fuentes consultadas en la región percibían un claro cambio de actitud en los policías vecinos tras la nueva postura diplomática de España. Alejaban los grupos de inmigrantes en montes próximos, realizaban batidas para disuadir a los que se aproximaban.

La entrada además, junto con la represión efectuada por Marruecos en su frontera, tiene lugar en vísperas de la cumbre de la OTAN que se celebrará esta semana en Madrid. en ella el Gobierno insistirá a la Alianza Atlántica para que dirija su mirada a las amenazas del flanco sur.