El Rey Felipe VI ha invitado este martes a los 40 jefes de Estado y de Gobierno presentes en Madrid a encarar "un futuro más seguro y pacífico", ante los retos que asumen en la 32 Cumbre de la OTAN que acoge España, con la guerra de Ucrania como el desafío más inmediato.
Felipe VI y la Reina Letizia han ofrecido una cena en el Palacio Real a los mandatarios asistentes a la Cumbre. En un discurso pronunciado íntegramente en inglés, el monarca ha destacado que "la Alianza ha elegido España como el lugar en el que escribir su nuevo capítulo, destinado a ayudarnos a navegar hacia el futuro a través de estas aguas desconocidas e inciertas".
"Una nueva era puede estar amaneciendo para la OTAN, aquí en Madrid", ha anunciado Felipe VI.
La cena ha contado con cuatro ausencias destacadas: las del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan; el de Finlandia, Sauli Niinistö, y la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, debido a que se ha prolongado la negociación -culminada con éxito- para lograr que Turquía levante su veto a la entrada de ambos países escandinavos a la Alianza Atlantica.
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De este modo, en la jornada previa a la Cumbre se ha salvado el principal escollo para que los 30 Estados miembros de la OTAN sellen la incorporación de Suecia y Finlandia.
Durante su discurso a los líderes mundiales, Felipe VI ha recordado que Madrid ya acogió en 1997 una Cumbre de la OTAN que sirvió para acordar su ampliación al Este, una vez concluida la Guerra Fría.
Aquella Cumbre, ha evocado, se celebró en un ambiente muy distinto: "A pesar de las amenazas a la paz y la seguridad internacionales en el espacio euroatlántico, reinaba un espíritu de optimismo".
Entre las potencias mundiales se había impuesto la convicción de que "la caída del Muro de Berlín había allanado el camino para lograr un alcance universal de los valores y principios básicos sostenidos en el preámbulo del Tratado de Washington: democracia, libertad individual y Estado de derecho".
Madrid vuelve a acoger, 25 años después, a los líderes de las principales democracias del mundo, pero esta vez ante la amenaza que la Rusia de Vladímir Putin supone para Europa.
"La guerra ha vuelto a Europa", ha constatado Felipe VI, "la agresión injustificable de Rusia contra Ucrania es una violación flagrante de la integridad territorial de un Estado soberano. Ningún país es ajeno a esta guerra. La misma seguridad de España y Europa Occidental también pasa por Ucrania".
"Nuestros pensamientos", ha agregado, "hoy están con la gente y los líderes de esta valiente nación, cuyo coraje y dignidad nos han tocado profundamente a todos. La terrible pérdida de tantas vidas y la gran destrucción que estamos presenciando es un trágico fracaso para el mundo y un gran revés para muchos asuntos urgentes de la Agenda Global".
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El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, intervendrá por videoconferencia desde Kiev en la primera jornada de la Cumbre de la OTAN -que se celebra este miércoles en el recinto ferial de IFEMA- para realizar un nuevo llamamiento de ayuda a la comunidad internacional.
Además de la guerra de Ucrania, ha enumerado Felipe VI, la comunidad internacional encara hoy "amenazas cibernéticas e híbridas, las tecnologías disruptivas emergentes, los desafíos relacionados con el espacio y los graves efectos del cambio climático que tienen un grave impacto para la seguridad".
Felipe VI ha apelado a la gesta del Descubrimiento de América, en 1492, para subrayar el compromiso de España con ambas orillas del Atlántico durante los cinco últimos siglos.
"El Océano Atlántico siempre ha formado parte de la identidad, la cultura y la historia de España, así como de su perfil internacional como nación", ha señalado el monarca en su discurso.
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Al respecto, se ha referido al vínculo transatlántico, "cuyas semillas fueron plantadas hace más de 500 años", ha dicho, "fue entonces cuando España tomó contacto por primera vez con el continente americano y cuando empezó a gestarse la idea de la unidad fraterna entre las dos orillas del Atlántico, idea que los Aliados siguen defendiendo hoy".
España renovó este compromiso en mayo de 1982, ha añadido el monarca, al sellar su incorporación a la OTAN, como se disponen a hacer ahora Suecia y Finlandia, acuciados por los planes expansionistas de Putin.
Felipe VI ha recordado las palabras que pronunció el entonces presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo: “España será un miembro leal y activo de la Alianza y contribuirá a ella con todo el empuje de un pueblo que acaba de recuperar sus libertades y quiere preservarlas en la paz y la justicia. de la comunidad internacional”.
Ahora, 40 años después y en unas circunstancias muy distintas, ha recalcado el monarca, "España sigue siendo un miembro leal de la OTAN y sigue ofreciendo y dedicando el empuje de una nación comprometida con la defensa y promoción de las conquistas más fundamentales de nuestras sociedades: la democracia, las libertades individuales, los derechos humanos y la Imperio de la ley".
En el Salón del Trono
El presidente Pedro Sánchez y su esposa, Begoña Gómez, han sido los primeros en llegar al Palacio Real, una hora antes del comienzo de la cena. Poco después llegaba la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sin su esposo.
Tras subir la Escalinata de Embajadores, flanqueados por alabarderos con trajes de época, las autoridades han desfilado por el Salón del Trono para saludar a los Reyes Felipe y Letizia, que se han fotografiado con cada mandatario, informa EFE.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden; el de Francia, Emmanuel Macron; el primer ministro británico, Boris Johnson; el italiano, Mario Draghi, y el canciller alemán, Olaf Scholz, han sido los principales mandatarios presentes en la cena. También ha asistido el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, junto a su marido, el arquitecto Gauthier Destenay.
Entre los 12 presidentes y 19 primeros ministros se encontraban los representantes los de los países que pertenecen a la OTAN, así como las naciones con las que coopera, como Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur, y Georgia.
Menú de Paco Roncero
En la mesa imperial, el Rey Felipe VI ha estado flanqueado por Joe Biden y Begoña Gómez, a cuya derecha se encontraba Emmanuel Macron. Frente a ellos, la Reina Letizia ha tenido a un lado a Pedro Sánchez y al otro, al presidente de Letonia, que ha ocupado el puesto inicialmente reservado para Stoltenberg.
En uno de los extremos de la mesa se encontraba el primer ministro británico Boris Johnson, quien ha acudido a la cena sin su esposa. En el extremo opuesto, el primer ministro portugués, António Costa. Al no tratarse de una cena de gala, los comensales no han lucido esmoquin, ni vestidos largos, ni tiara, en el caso de la reina Letizia, que ha optado por un vestido negro sin mangas.
Un surtido de entrantes, con gazpacho, sardina, croquetas, aceitunas esféricas y kikos con guacamole, ha abierto el menú elaborado por el cocinero Paco Roncero con vino tinto, blanco y espumoso.
De plato principal, han degustado merluza con salsa menier tapioca y huevas de trucha, y de postre, espuma de coco con granizado de menta y fruta de la pasión. Como es habitual en los banquetes oficiales, la banda de música de la Guardia Real ha amenizado el ágape con un repertorio de pasodobles y piezas clásicas españolas.