Los funcionarios de prisiones llevan semanas siendo víctimas de una escalada de violencia por parte de internos peligrosos en cárceles de toda España. Son ataques graves, fuera de lo "normal", según denuncian los afectados.
Los incidentes están siendo protagonizados por presos con un largo historial en este tipo de incidentes. Internos a los que Prisiones, pese a estos violentos episodios, no había clasificado en régimen de primer grado, el más restrictivo.
Uno de los ataques más graves fue perpetrado en la cárcel murciana de Campos del Río el pasado 1 de julio. Allí, un islamista radicalizado, con múltiples antecedentes por violencia en otras prisiones, intentó asesinar a uno de los funcionarios cortándole el cuello con la tapa de una lata de sardinas.
El trabajador, que había forcejeado solo con el agresor, se salvó después de que otros internos sujetasen al atacante y llegasen otros compañeros, agredidos posteriormente también por el mismo preso. El recluso había llegado pocos meses atrás procedente de la prisión de Puerto III (El Puerto de Santa María, Cádiz), donde había protagonizado graves incidentes, pese a lo cual no se le había aplicado el régimen de primer grado.
Este no es un caso aislado. Tal y como denuncian a EL ESPAÑOL fuentes penitenciarias, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, habría relajado su respuesta frente a agresiones graves en los últimos meses.
La tesis de los funcionarios es que Interior estaría optando por trasladar de prisión a algunos de los internos más conflictivos tras protagonizar alguna agresión en lugar de clasificarlos en primer grado en la misma cárcel.
Por eso en las últimas horas el Partido Popular ha lanzado una batería de preguntas al Gobierno. Las cuestiones que plantea tienen que ver con la gestión penitenciaria en cuanto a internos conflictivos.
Ninguno de los encarcelados que han protagonizado las últimas agresiones se encontraba en el régimen de primer grado, y eso que todos ellos ya habían protagonizado incidentes de gravedad en otros centros.
Instrucciones
"¿Existen instrucciones o directrices para que no se aplique la clasificación de primer grado a presos que cometen incidentes y altercados graves, internos inadaptados a régimen ordinario, cuando las Direcciones de los centros, en cumplimiento de su competencia, aplican con rigor el artículo 75.1 del Reglamento Penitenciario, y transcurridas unas semanas, la Junta de Tratamiento del Centro Penitenciario solicita a la Secretaría General la clasificación formal en primer grado?", preguntan ahora los populares.
El PP quiere saber también por qué "la Secretaría General está rehusando la petición de primeros grados que solicitan las distintas Juntas de Tratamiento" y si se trata de una "nueva apuesta" de Ángel Luis Ortiz, secretario general de Prisiones, "para enmascarar la inadaptación de ciertos internos".
Episodios violentos
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, tres días después de la agresión del islamista en Murcia tuvo lugar un "brutal ataque" a un jefe de servicio en la cárcel valenciana de Picassent. El funcionario se disponía a hablar con un interno que estaba amenazando e insultando a su pareja por teléfono. Apenas le dio tiempo de articular palabra cuando le cayó una lluvia de puñetazos en la cara.
El rostro del trabajador quedó desfigurado. El interno le había roto varios huesos. Sus compañeros denuncian que casi pierde la visión de un ojo. Tres funcionarios acabaron en el hospital después de intentar reducir al recluso.
El sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) ante la "nefasta gestión" y la "falta de voluntad" de la cúpula de Prisiones por estos hechos reiterados, ha preparado ya una consulta entre sus afiliados para comenzar movilizaciones y protestas en todo el territorio.
"Llevamos 20 años sin ver revisado nuestro salario -dicen desde TAMPM- por parte de la administración y esto junto a las políticas suicidas en prisiones del actual gobierno, hemos llegado a una situación insostenible. Ya no aguantamos más".
Esa misma tarde ocurrió otro grave suceso en la cárcel de Estremera (Madrid). Un conocido delincuente, apodado El Nene, campeón de muay thai que hace años mató a su compañero de celda peleando por una litera, se encontraba en la enfermería de la prisión.
Allí, sin mediar palabra, El Nene comenzó a lanzar puñetazos a la cabeza de uno de los funcionarios hasta hacerle perder la consciencia. Una vez indefenso en el suelo siguió dándole golpes. Fueron otros internos quienes dieron la alerta.
Movilizaciones
Este mismo sábado se produjo otro grave episodio protagonizado por otro de los reclusos más peligrosos del país. Ocurrió en la prisión catalana de Figueres. Allí se produjo la salvaje agresión de un conocido y conflictivo interno a un funcionario al que arrancó un trozo de carne del cuello de un mordisco, muy cerca de la arteria carótida.
Se trata de un preso con antecedentes psiquiátricos que llevaba días dando señales de encontrarse alterado. La dirección del centro desoyó a los funcionarios, que informaron sobre su estado de salud. El mordisco le arrancó al trabajador cinco centímetros de cuello. Tuvo que ser intervenido en el quirófano del hospital.
También los sindicatos Acaip y CSIF han convocado a los trabajadores penitenciarios a una concentración el próximo jueves, 14 de julio, a las 12.00 horas, delante de la Delegación del Gobierno en Madrid, e