El giro radical adoptado por el Gobierno de Pedro Sánchez respecto al Sáhara Occidental ya genera consecuencias en la colaboración para la lucha contra el terrorismo yihadista. En los últimos meses, Argelia ha reducido drásticamente su cooperación con España, hasta cortar todo tipo de intercambio con los servicios secretos y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que no resulte "esencial o vital" en esta materia. 

Según revelan a EL ESPAÑOL fuentes del Ministerio del Interior y confirman también fuentes de la inteligencia estatal, el grifo de información con sus homólogos argelinos ha visto disminuido su flujo desde la decisión de Pedro Sánchez de apoyar el plan de Marruecos para la autonomía del Sáhara bajo su soberanía.

De ese modo, ambos países siguen cooperando en materia terrorista, pero con mucha "menor intensidad que antes". El flujo de datos relevantes procedentes de los especialistas en la materia en ese país se encuentra en su nivel mínimo. El intercambio de información ha quedado acotado, según las fuentes consultadas, a las alertas a los expertos en la lucha antiterrorista sobre perfiles peligrosos que logran entrar en territorio nacional tras viajar desde el litoral argelino.

A través de estos avisos, Argelia ha advertido en los últimos meses de la entrada "de radicales en Europa usando las rutas de inmigración ilegal en pateras que llegan a España" desde las costas de ese país, tal y como corroboran también las fuentes consultadas en el ministerio. 

De ese modo, quienes conocen estos hechos aseguran que por lo menos los mínimos los cumplen, asegurando que Argelia les ha avisado en los últimos meses de la entrada por esta vía de peligrosos islamistas. Los perfiles sobre los que se advirtió a Interior son, en su mayoría, "radicales" que habían cumplido condena en el país del norte de África o que allí son conocidos por operaciones antiyihadistas llevadas a cabo dentro de sus fronteras.

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Por ejemplo, Argelia no ha especificado a qué grupo terrorista o a qué filial africana de esos grupos pertenecían ninguno esos infiltrados en las embarcaciones que terminan en las costas peninsulares.

Vuelos de repatriación

Los perfiles peligrosos son detectados, según las fuentes consultadas, de forma constante incluso desde antes de que las relaciones con Argelia empeorasen. "Es su actual vía de entrada", remarcan desde el Ministerio.

Una de las embarcaciones llegadas el pasado mes desde Argelia a Baleares. E.E.

Las mismas fuentes de Interior explican, a su vez, que hasta antes del viraje con respecto al Sáhara Occidental eran frecuentes los vuelos regulares a Argel para devolver inmigrantes irregulares que habían alcanzado la Península. Este tránsito se ha visto paralizado desde finales de la pasada primavera

Aunque sea poca, toda colaboración es crucial para el Ministerio del Interior a la hora de localizar perfiles radicales hayan entrado en España. Cualquier mínimo dato se convierte en fundamental para localizar a quienes difunden la doctrina yihadista, para desarticular peligrosas células que estén planificando algún ataque o para evitar que los yihadistas atraviesen España rumbo a otros países donde cometer sus crímenes.

Por eso, incluso ese fino hilo de comunicación que todavía mantienen las fuerzas argelinas con Interior es tan importante. 

Informes

Tal y como adelantó EL ESPAÑOL, informes de los servicios secretos españoles llevan alertando a Moncloa desde finales del mes de marzo de la alta probabilidad de que Argelia hiciese la vista gorda con el problema de la inmigración. Esto estaría propiciando ya el aumento en la llegada de pateras procedentes de sus playas a nuestras costas.

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Los citados informes se realizaron después del viraje del Gobierno Sánchez con respecto al Sáhara Occidental, un asunto especialmente sensible para las autoridades argelinas, aliado acérrimo del Frente Polisario y enemigo histórico de Marruecos.

Mientras recibía estas informaciones de sus analistas, el Gobierno ha mantenido durante casi tres meses el discurso de que la relación con Argelia se mantenía intacta, que no había ningún problema. Tras la decisión del Gobierno de Abdelmajid Tebboune de romper el tratado de amistad con España, las fuentes consultadas en los servicios de información creen que la situación de la inmigración ilegal empeorará. 

De hecho, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ya advertía en el Informe Anual de Seguridad Nacional 2021 de lo esencial que resultaba actuar con tacto en la región, debido a que la "compleja situación geopolítica" que vive el Magreb "se ha visto todavía más tensionada".

Por ello, los servicios secretos aconsejaban mantener controladas, "en unos márgenes gestionables", las llegadas de lanchas y pateras tanto en la ruta argelina como en la marroquí: "Es vital para no colapsar los sistemas de recepción y acogida".

Albares busca apoyos

Mientras el canal con Argelia continúa bloqueado, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, trata de consolidar apoyos en esa materia en otros países africanos. Este miércoles inicia, de hecho, una gira por Mauritania y Senegal con el objetivo de reforzar la colaboración con ambos países, socios estratégicos de España en el norte de África. Se trata de su primera visita al África Subsahariana.

En Nouakchott, el ministro Albares mantendrá una reunión con su homólogo mauritano, Mohamed Salem Ould Merzoug, con quien ya tuvo oportunidad de encontrarse durante la Cumbre de la OTAN en Madrid, en la cena de ministros de Exteriores con países de la vecindad sur.

Albares y Ould Merzoug hablarán sobre los avances en la lucha contra la inmigración ilegal y la seguridad en el Sahelb, así como las relaciones económicas y comerciales entre ambos países.