Cuando los agentes le observaron en plena calle, el yihadista, un tipo desaliñado de larga barba y aspecto huraño y sospechoso, echó a correr en cuanto vio a la patrulla. Los guardias tuvieron "un mal presagio", y le pidieron sin éxito que se identificara. No tardaron mucho en atraparle.
Al registrarle, rebuscando entre sus cosas encontraron un arma de fabricación casera. Una especie de bolígrafo cuyos resortes internos habían sido modificados para funcionar como una pistola.
Junto a ese artefacto peligroso llevaba 10 cartuchos de calibre 22mm. Poco antes de que lograsen capturarle profirió amenazas de muerte contra los agentes.
Hace tan solo unos días, el pasado 20 de julio, una operación del Servicio de Información de la Guardia Civil (SIGC), quien se encarga entre otros asuntos de la lucha contra el terrorismo yihadista, lograba arrestar a un ciudadano albanés de 35 años de edad en la localidad de Roquetas de Mar (Almería).
Según revelan a EL ESPAÑOL fuentes de la lucha antiterrorista los agentes le hallaron en la calle con actitud ciertamente sospechosa. Horas después, ya en comisaría, comprobaron que a aquel hombre, quien había emprendido la fuga al ver a dos agentes que le pedían identificarse, le buscaban en su país de origen por actividades de enaltecimiento y adoctrinamiento a otros ciudadanos.
Tras arrestarlo comprobaron en la comandancia su historial. A los agentes les saltó la alerta de que estaba siendo buscado por delitos relacionados con el terrorismo islamista.
Las indagaciones preliminares sobre su actividad en estas plataformas confirman su adscripción a la ideología más radical de carácter terrorista, mencionando y enalteciendo la figura del atacante suicida, tan exaltado por las organizaciones terroristas como el auto denominado Estado Islámico.
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El detenido fue puesto a disposición judicial el jueves 21 de julio habiendo sido decretada la medida de ingreso en prisión provisional.
Ataques suicidas
Fruto de la cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo se supo que el individuo detenido era activo en redes sociales. En ellas realizaba llamamientos para cometer actos terroristas. La conducta que llevaba a cabo allí era la de fomentar a través de esos espacios virtuales la realización de ataques a las instituciones del Estado.
Fuentes de la investigación creen que también podía estar vinculado a otros tipos delincuenciales a mayores. En sus perfiles digitales hace mención expresa a ataques suicidas de Daesh.
También hace mención a los atacantes que cometan atentados suicidas. Para él son héroes. Los agentes todavía mantienen sus indagaciones para saber qué estaba haciendo en territorio español, y si tenía algún apoyo consigo, qué tramaba y por qué en el momento de la detención fue hallado en plena calle con un arma mortífera y discreta de esas características.
27 detenidos
El arma que portaba no se puede poseer legalmente ni puede ser amparada con ningún tipo de licencia por lo que además se le podría acreditar un delito de Tenencia Ilícita de Armas Prohibidas del art. 563 del Código Penal.
No se trataba de un arma automática al uso, pero estaba completamente operativa. Llevaba consigo 10 cartuchos del calibre 22. Es lo más similar a lo que llaman una pistola bolígrafo. De forma alargada, y un bolígrafo grueso para que quepa el cartucho, contaba a su vez con un mango que se le quita y se le pone, dependiendo de la ocasión, para que pase desapercibido.
Con esta nueva detención el número de operaciones del Ministerio del Interior en 2022 contra el terrorismo yihadista asciende ya a 17, tanto de Policía Nacional como de Guardia Civil.
En total han sido detenidas 27 personas por diversos delitos relacionados con las actividades propias de la amenaza yihadista. La cifra del año anterior, en 2021, fue de 22 operaciones contraterroristas y 39 detenidos.