Ximo Puig y Leonor Jiménez Dámaso, Dory, emocionados en la Vall d'Ebo.

Ximo Puig y Leonor Jiménez Dámaso, Dory, emocionados en la Vall d'Ebo.

España INCENDIOS

Las lágrimas de Nory, la alcaldesa de Vall d'Ebo, y Ximo Puig: "¿Quién querrá venir aquí ahora?"

A principios de agosto, el presidente valenciano había visitado el pueblo para hablar sobre el problema de la despoblación.

18 agosto, 2022 00:33
Alicante

En los últimos días han sido muchas las imágenes que servirían para ilustrar la dimensión de la tragedia del incendio de Vall d'Ebo, pero quizá la más representativa, la que quedará en la retina de muchos valencianos es la de Nory llorando con el presidente Ximo Puig, fundidos en un abrazo.

La foto tiene un resorte emocional que ha pasado inadvertido. "Hacía apenas una semana que nos habíamos visto", relata la alcaldesa a EL ESPAÑOL. "El presidente vino al pueblo el 8 de agosto, justo después de las fiestas, para hablar del problema de la despoblación. Me lo había prometido hacía un par de años".

Fue ese contraste entre el reunirse en un entorno natural "completamente verde, especialmente después de las abundantes lluvias de marzo y abril, y una montaña arrasada, el que nos hizo derrumbarnos. No lo pudimos reprimir". 

"¿Quién querrá venir aquí, ahora que no hay nada?", se pregunta Nory, aunque no pierde esperanza en el futuro: "Lo primero es levantarse, y para eso vamos a necesitar mucha ayuda". 

De momento, Puig ya ha solicitado al Gobierno que habilite una partida extraordinaria dedicada a la recuperación y restauración de las zonas afectadas por los grandes incendios forestales que están azotando la Comunidad Valenciana este verano, principalmente en la Vall d'Ebo, Bejís y Les Useres.

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Aún así, la alcaldesa no puede impedir que le tiemble la voz cada vez que recuerda cómo era el entorno de su pueblo hace apenas una semana. También explica que hace siete años la zona "sufrió un incendio muy duro y nos acabamos recuperando". "Es cuestión de voluntad y de medios", señala.

El peor fuego de la década

Un rayo fortuito provocó el pasado sábado el peor incendio de la década en la Comunidad Valenciana. Avivado por un clima especialmente seco y unos constantes cambios de viento, las llamas se han extendido por tres comarcas del norte de la provincia.

Nueve pueblos han sido evacuados, con más de 1.500 personas que han tenido que abandonar sus casas (algunas en plena noche) para ser realojados en las localidades vecinas.

"Se han quemado bancales, se ha quemado la cosecha de perelló [una variedad de manzana exclusiva de la zona] y se ha quemado la montaña. Pero gracias a Dios no ha perecido nadie. La vida de una persona vale mucho más que cien veces todo eso. Y por esas pérdidas no nos hemos tenido que lamentar. Eso es lo importante", señala la alcaldesa. 

El jefe del Consell se funde en un abrazo con Nory, el pasado lunes en la Vall d'Ebo.

El jefe del Consell se funde en un abrazo con Nory, el pasado lunes en la Vall d'Ebo.

Nory nació en la Vecindad de Enfrente, en Agaete (Las Palmas de Gran Canaria). Llegó en 1977 a la Comunidad Valenciana, la tierra de acogida de su tío Perico, un represaliado del bando republicano en la Guerra Civil que estuvo 29 años en el exilio. En 1981 se casó con Joaquín, y fijó su residencia en la Vall d'Ebo.

Durante años estuvo vinculada a movimientos asociativos en los pueblos de montaña. "Una de las cosas que más me llamó la atención cuando llegué a la Comunidad Valenciana es que noté muchas diferencias con las mujeres de Canarias. Aquí las mujeres se dedicaban a esperar dentro de sus casas mientras sus maridos se iban a recoger aceitunas. Yo me propuse que aquello tenía que cambiar, porque no era verdadera igualdad".

Así llegó a la Presidencia de la Asociación de Mujeres, y se encargó de organizar viajes por toda España. Su siguiente paso fue entrar en política, primero como concejal en 1999 y luego como teniente de alcalde. Finalmente, en 2017, se hizo con la vara de mando del pueblo, tras el fallecimiento del anterior alcalde.

[La despoblación afecta a 32 municipios de Alicante que cuentan con más de 3.500 personas menos]

El incendio del norte de Alicante ha agravado el problema al que se enfrentaban las zonas de montaña de la provincia: una despoblación que ha ido en aumento en las últimas décadas. Por eso la idea de la Generalitat es "generar un programa de desarrollo integral" que permita incrementar los flujos de población hacia las zonas de interior, según ha confirmado este miércoles Puig en una entrevista en la televisión autonómica de À Punt.

De hecho, el presidente considera que el problema de la despoblación es lo que ha agravado en última instancia el incendio, ya que "el abandono del territorio hace que sea más vulnerable".

Durante años el incremento del censo de la Comunidad Valenciana, y en particular en la provincia de Alicante, se ha centrado en la costa, donde el urbanismo y el turismo ofrecen mayores oportunidades económicas.