El Ministerio del Interior defiende que los policías que cumplen funciones de agentes encubiertos en la Policía Nacional se infiltren en sectores radicales del independentismo para obtener información sobre posibles actividades ilegales que estuvieran maquinando o que pudieran llegar a perpetrar.
El departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska defiende que sus policías desempeñen esa labor: "Es legítimo, idóneo y oportuno. Su objetivo es captar información de interés en el entorno en el que se mueven individuos radicales comprometidos con proyectos secesionistas ilegales".
La postura del ministerio, respaldando a los investigadores, figura en un documento fechado en el pasado 10 de agosto. Consultado por EL ESPAÑOL, figura en el procedimiento abierto tras una demanda presentada por Òmnium Cultural ante la Sala Contenciosa Administrativa de la Audiencia Nacional el pasado mes de julio.
Así, Interior defiende esa práctica, la de infiltrarse en sectores afines al separatismo "por parte de los servicios de información el empleo de agentes de inteligencia" con el objetivo de captar datos relevantes y de interés "para el orden y la seguridad pública en los mismos entornos en los que se mueven los individuos radicales o comprometidos con proyectos secesionistas ilegales, que a la postre pudieran ser responsables de la comisión de delitos o que pudieran dirigir la investigación hacia otros que pudieran ejecutarlos".
El escrito subraya que los agentes "realizan su labor dentro de los parámetros de la norma" y se ajustan a la legislación vigente, entre la que cita la Estrategia Nacional contra el Terrorismo y la Estrategia de Seguridad Nacional del pasado 2021.
"Violencia grave"
Interior considera que en Cataluña "se ha producido violencia grave y se ha visto afectado tanto el libre ejercicio de los derechos y libertades como la seguridad ciudadana" y que, al pretender alterar la estructura territorial del Estado, la actuación de los servicios de información queda legitimada.
En el escrito, el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska relaciona la reivindicación independentista con la comisión de posibles hechos delictivos, y destaca la "multimilitancia" de los participantes.
Asegura que la estrategia independentista "se ha traducido" en -en sus palabras- el llamamiento a participar en acciones manifiestamente ilegales, la participación en manifestaciones no autorizadas y el sabotaje contra instalaciones públicas.
La defensa de Interior del trabajo de los agentes encubiertos ha soliviantado nuevamente a la esfera independentista. Sin ir más lejos, el presidente de Òmnium Cultural ha lamentado que "hay una estrategia de Estado para vincular el independentismo al terrorismo". según un comunicado publicado por esa misma entidad. Ha acusado al Ministerio del Interior de "inventarse prácticas violentas inexistentes" y ha instado a la ciudadanía a manifestarse por la Diada.
La demanda de Òmnium presentada ante la Audiencia Nacional narró que un agente de la policía nacional estuvo militando durante dos años en el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (Sepc), un colectivo vecinal y un 'casal' popular y que agentes policiales "intentaron captar" a un militante del Jovent Republicà.