"Quiero manifestar el orgullo de pertenencia a una institución al servicio del Estado y que no tiene ni debe tener color político. Una institución a la que perteneceré siempre". Era su primera aparición tras ser destituida al frente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Paz Esteban hasta el pasado mes de mayo jefa de los servicios secretos, subía al estrado para agradecer con unas palabras el galardón que le acababan de otorgar las víctimas de ETA debido a su larga, discreta y exitosa trayectoria en la lucha contra el terrorismo.
La exjefa de los servicios secretos ha hablado este jueves por primera vez desde que el Gobierno la relevase de su cargo para apaciguar a sus socios independentistas tras el estallido del caso Pegasus. Y lo ha hecho tras recibir la medalla a la "Dignidad y Justicia 2022" de manos de las víctimas de ETA.
Paz Esteban subrayó también esa "dedicación sin tregua" al "nobilísimo esfuerzo colectivo de acabar con la lacra del terrorismo" que muchos en el CNI llevan décadas ejerciendo. Un trabajo pausado y alejado del ruido. "La labor en el ámbito del contraterrorismo ha sido una labor paciente, discreta y callada como corresponde a un servicio de inteligencia".
En un acto organizado por la asociación de víctimas de ETA Dignidad y Justicia, Esteban ha recibido el galardón con el distintivo de oro. Ha agradecido el premio, y se lo ha brindado a sus compañeros en el espionaje estatal. "Sé que mis compañeros así lo sienten y lo agradecen. Su esfuerzo y sus sacrificios me han traído hasta esta tribuna. Nuestra aportación nos ha hecho útiles y valorados dentro y fuera de nuestras fronteras. A ellos les dedico esta medalla".
Junto a ella han sido premiados otros responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que, a juicio de quienes han otorgado las condecoraciones, es preciso reconocer su labor, la de quienes "luchan, de manera excepcional, contra todas las formas de terrorismo y defienden a sus víctimas".
Inteligencia estatal
El homenaje se celebró en uno de los salones de la Escuela de Guerra del Ejército, en el centro de Madrid. En él comparecieron un importante número de mandos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, así como representantes de los servicios secretos. Incluso figuras históricas de la lucha contra ETA como Mikel Lejarza, alias 'El Lobo', acaso el más célebre de los agentes operativos encubiertos en la lucha antiterrorista de los servicios de inteligencia.
Otro de los presentes fue Félix Sanz Roldán, exdirector del CNI, con quien Esteban trabajó codo con codo muchos años en la dirección de la cúpula de los espías.
Daniel Portero, presidente de la asociación, volvió a exigir a todos los partidos del arco parlamentario en su turno de palabra un "cordón sanitario" en torno a EH Bildu. Insistiendo en que este se debe mantener mientras sus miembros y los jefes de ETA beneficiados por los traslados no colaboren en la resolución de los 379 asesinatos de la banda que aún continúan sin esclarecer.
Entre los premiados figuraban también agentes del Servicio de Información del Instituto Armado y de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, así como de las Cortes Generales. Al evento estaban invitados ministros y altos cargos de la Moncloa y de la Comunidad de Madrid, pero ninguno de ellos acudió a la entrega de premios.
Una de las claves para los premios entregados por Dignidad y Justicia, es la necesidad de reconocer el trabajo de los galardonados tras la disolución de la banda: "Es justo y necesario reconocer la labor de todos aquellos que no han 'bajado la guardia' ante la nueva realidad terrorista, desde que, en octubre del año 2011, ETA anunciara el cese de su actividad armada".