El líder y sus secuaces formaban una secta itinerante que viajaba por España ofreciendo la "sanación" corporal y espiritual. No era una sanación cualquiera. Consistía en una serie de rituales en los que se consumían diversas sustancias estupefacientes como la ayahuasca. Y en los que supuestamente se alcanzaba un estado místico a través del cual todo se podía curar.
Los ritos se celebraban, a veces, incluso ante la presencia de menores. Ahora, los agentes de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional han logrado arrestar a cuatro personas en el concejo de Langreo (Asturias) por su presunta participación en delitos de pertenencia a grupo criminal y contra la salud pública. Entre los arrestados se encuentra el presunto líder del grupo, un chamán de nacionalidad sueca.
La detención se produjo la noche del pasado viernes 30 de septiembre. Los agentes causaron cierto revuelo en ese apartado rincón asturiano, incluso desde muchos días antes a la entrada en la vivienda.
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La investigación se inició semanas atrás. Gracias a la colaboración ciudadana, los investigadores tuvieron conocimiento de las sospechas sobre las actividades del grupo. Esta colaboración se produjo a través del correo electrónico habilitado para la comunicación relacionada con este tipo de hechos: sectasdestructivas@policia.es.
Tras conocer este extremo, el grupo dedicado a Sectas Destructivas de la CGI se desplazó hasta ese enclave para comenzar sus indagaciones sobre el terreno. No tardarían en descubrir muchos detalles de la secta del chamán sueco.
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Los principales miembros de este grupo organizado realizaban rituales con finalidades espirituales y sanatorias, rituales dirigidos de forma mesiánica por las capacidades superiores de su líder espiritual. Comprobaron cómo en esas ceremonias se suministraban ilegalmente de forma lucrativa sustancias prohibidas. A los adeptos que pagaban por esos retiros les suministraban la ayahuasca o yopo, una sustancia cuyo consumo entraña un alto riesgo para la salud física y mental.
Neochamanismo
El grupo tomaba como base de sus creencias el neochamanismo, mezclando costumbres ancestrales místicas, alineadas con prácticas premonitorias y considerando el yopo una "medicina ancestral". El líder iba viajando por toda España con sus rituales.
La logística se la proporcionaban sus tres secuaces asturianos. Uno de esos secuaces, por cierto, es una maestra de la zona, que fue candidata en las listas de Somos Llangréu, la marca electoral de Podemos en Asturias a nivel municipal.
Tras las primeras pesquisas policiales, y ante el inminente riesgo de suministro de sustancias prohibidas altamente peligrosas para la salud y en presencia de menores, los agentes procedieron a la detención de cuatro de los integrantes del grupo cuando se disponían a realizar un ritual en el concejo de Langreo (Asturias).
El líder del grupo se valía de estas sustancias psicoactivas para facilitar tanto la captación como el control de los participantes en las ceremonias. En los rituales se administraban, previo pago, estas sustancias, siendo, además, la forma de financiación de las actividades del líder espiritual y su familia.
Sustituyendo la medicina
El empleo de estas sustancias psicoactivas era utilizado, en algunos casos, como terapia sustitutiva de la medicina convencional. Esto facilitaba la manipulación mental y situaba a los consumidores en una situación de mayor vulnerabilidad ante sus dolencias.
Fruto del registro practicado, se han intervenido 5.000 euros en metálico y diversos billetes en divisa extranjera, así como distintas sustancias presuntamente psicoactivas como caapi (ayahuasca), yopo, hoja de coca y rapé. Igualmente se incautaron utensilios para la preparación y el consumo de yopo, así como otros efectos de interés para la investigación.
Las detenciones han sido efectuadas por agentes de la Comisaría General de Información en colaboración con la Brigada Provincial de Información de Oviedo y bajo la dirección del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Langreo.