En la próxima cumbre entre Marruecos y España, que se celebrará en Rabat antes de que termine el año, no participará ningún ministro de Unidas Podemos por decisión expresa de Rabat. Al menos esa es la determinación de las autoridades marroquíes, según han confiado a EL ESPAÑOL fuentes solventes. 

La deseada Reunión de Alto Nivel (RAN), pospuesta hasta en dos ocasiones en 2020 y 2021, se prepara a ambos lados del Estrecho. Su celebración antes de 2023 fue acordada por el presidente Pedro Sánchez y el rey Mohamed VI el pasado 7 de abril.

El veto a Unidas Podemos en la cumbre bilateral es una condición del Ejecutivo marroquí. Una de las razones que explica esa drástica decisión es la defensa de Podemos de la autodeterminación del pueblo saharaui.

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Rabat tampoco perdona a Podemos su solidaridad con el Rif, región del norte de Marruecos que solicitó su independencia.

La formación morada apoyó al Hirak, movimiento popular que encabezó las protestas del Rif, con manifestaciones multitudinarias desde 2016, hasta que las autoridades marroquíes detuvieron a la cúpula en 2017.

Los militantes y simpatizantes de Podemos relacionados con las reivindicaciones del Sáhara libre o con las revueltas del Rif tienen directamente vetada la entrada a Marruecos.

El eurodiputado Miguel Urbán es consciente de las maniobras de Rabat para impedir que la parte morada del Gobierno participe en la cumbre. En todo caso, piensa que "no dejar entrar a la ministra Irene Montero tendría un coste muy alto. Son más listos, en caso de que pensase asistir, desconvocarían repentinamente la reunión".

Incidentes

En marzo de 2019, el técnico de Relaciones Internacionales de la Universidad de Jaén David Peñafuerte se puso en contacto con EL ESPAÑOL para denunciar que Marruecos le había impedido entrar a Nador a través de Melilla. Se dirigía a Alhucemas para reunirse con el padre del líder del movimiento rifeño Nasser Zafzafi, condenado a 20 años de cárcel. Una visita en el marco de una asociación que se estaba constituyendo entre Andalucía y el Rif.

En ese momento, Peñafuerte pertenecía a Podemos Andalucía, y organizó en el Parlamento unas jornadas sobre la cuestión del Rif y los derechos humanos. "Cuando llegamos a la frontera, me retuvieron alrededor de tres horas y media en un sitio feo e incómodo. A los compañeros del grupo que no eran de Podemos los dejaron pasar, pero en la glorieta a la entrada de Alhucemas los devolvieron escoltados por vehículos policiales", recuerda Peñafuerte.

No le supieron explicar el motivo. "Tras ponerse en contacto con Rabat, me dijeron que tenía vetada la entrada al país. El policía desconocía los motivos y me preguntaba con curiosidad que qué había hecho", explica.

Dos años más tarde, este verano, David Peñafuerte probó a entrar a Marruecos, sin éxito. "Fue automático. Tenía un pasaporte nuevo, pero en el momento en que el policía escribió mi nombre en el ordenador, se puso a hablar con el otro policía. Fueron excepcionalmente amables, me pasaron a una sala, y durante toda la travesía la respuesta fue la misma: que tenía prohibida la entrada a Marruecos y que no sabían muy bien por qué", cuenta Peñafuerte.

"Idiotas estrafalarios"

Desde que Podemos entró al Gobierno, aumentó el radar de control de las autoridades marroquíes sobre la actividad del partido, así como el acoso mediático. La prensa cercana al poder los tildó de "idiotas estrafalarios de la extrema izquierda".

"En lugar de interesarse por la situación de su país, estos izquierdistas españoles prefieren, desde lo alto de su esquizofrenia crónica, apuntar sus armas hacia Marruecos, ¡qué extrañamente se ha convertido en un tema de política interna en España! Quieren ver la paja en el ojo de su vecino del sur, pero no la viga en el suyo", publicó Le 360, cercano al poder.

Este ataque coincidió con un tuit de Miguel Urbán (Anticapitalistas), cofundador de Podemos, en defensa de los manifestantes atacados en el Sáhara Occidental y exigiendo la libertad para la activista saharaui Mahfouda Lafkir, condenada a seis meses de cárcel, acusada de interpelar al juez en el proceso a su primo.

Precisamente, los agravios contra Urbán, que dejó el partido en 2020, son recurrentes en Marruecos porque dio visibilidad a la familia de Nasser Zafzafi en España y Bruselas, incluso promovió el premio Sajarov para el activista rifeño.  

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El digital Le 360 le apodó "el pequeño caudillo del partido de la extrema izquierda", "la vaca", "la escoria", y publicó una noticia falsa sobre su expulsión de Podemos.

"Soy víctima de seguimiento de marroquíes tanto en Bruselas como en Madrid. Dentro del Parlamento, en una reunión con la familia de Zafzafi, se colaron dos marroquíes. Y nos tuvimos que ir nosotros, ellos no se iban a pesar de llamarles la atención", cuenta Urbán.

De esta manera, todavía el 20 de septiembre, Marruecos impidió la entrada de Urbán y de otros miembros de la izquierda europea, en misión de observación sobre lo ocurrido en la valla con Melilla el 24 de junio, que terminó con la muerte de al menos 23 personas, según las cifras oficiales. "Ni nos cogieron los pasaportes. Ustedes fuera, no entran, nos dijeron sin más", relata a EL ESPAÑOL.

Irene Montero recibió en 2018 a los padres de Zafzafi, pero desde que es ministra ha dejado la defensa de los rifeños condenados en manos de diputados del grupo parlamentarios de Unidas Podemos.

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