Brais Cedeira Javier Corbacho M.A. Ruiz Coll

La Guardia Civil grabó el 16 de mayo de 2019 la reunión secreta que mantuvieron en un restaurante de Sant Cugat (Barcelona) cuatro colaboradores de Carles Puigdemont. El objetivo de la cita era planificar un nuevo intento de secesión de Cataluña por la fuerza.

Los asistentes a este encuentro fueron Joan Canadell Bruguera en aquel momento, presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona y hoy diputado de Junts y los ingenieros Miquel Montero de QuadrasDavid Ollé Parellada y Roger Vilaseca Díaz.

Todos formaban parte del autodenominado CNI catalán, un grupo que tenía como misión crear una infraestructura informática con la que desconectar a Cataluña de España y poder funcionar como un país independiente. La Guardia Civil lo explica así en un informe: "Crear una república catalana digital, provocando una desconexión tecnológica con el Estado, evitando así su dependencia legal".

En febrero de ese año, Ollé y Vilaseca habían viajado a Waterloo (Bélgica), donde reside el fugado Puigdemont, "para asesorar en el diseño de la plataforma digital y las aplicaciones del Consell per la República Catalana".

Las imágenes que tomó la Guardia Civil en aquel cenador y las conversaciones que sus agentes oyeron y después transcribieron se incluyen en el sumario de la causa secreta en la que el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional investiga las actividades de este CNI catalán.

[El ingeniero que denunció el espionaje con Pegasus a separatistas desarrolló la República Digital Catalana]

Los participantes llegaron al restaurante 9 Reinas al filo de las nueve de la noche. Veinte minutos después, accedieron a su interior los agentes, que tenían constancia de ese encuentro, y se sentaron estratégicamente en una mesa a tres o cuatro metros de distancia.

Al poco, advirtieron que Canadell comentaba algo acerca de "construir un Estado nuevo y moderno". Montero de Quadras dice que "el Estado [español] está débil [y] no podría aguantar otro referéndum". "Ya puede venir la Guardia Civil con 20 ó 30 barcos", añade, en alusión al crucero en el que tuvieron que alojarse decenas de agentes desplazados a Cataluña con motivo del referéndum ilegal del 1-O de 2017.

"Preparado para Puigdemont"

Luego, Miquel Montero explicó que la idea que manejaban era la de entrar en el Parlament "una vez que sea investido Esquerra". Presumiblemente, se referiría al momento en el que Pere Aragonés asumiría la presidencia de la Generalitat, tras la marcha de Quim Torra, que en abril de 2019 acababa de ser imputado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por desobediencia a la Junta Electoral. Canadell dijo que él, durante esa acción que planearon, se quedaría fuera del edificio.

Montero de Quadras reveló que tenía "una estrategia y unos comandos preparados para realizar unas acciones". En ese momento, bajaron el tono de voz, y los agentes de la Guardia Civil tan sólo alcanzaron a escuchar la palabra "escoltas" y la frase "pasaría de coche a coche".

Canadell, hoy diputado de JxCAT, afirmó que todo "estaría preparado para antes de que llegue [Carles] Puigdemont", que ya residía en Waterloo tras haber huido de la Justicia española.

Montero de Quadras aseguró que los gobiernos de Francia e Italia se posicionarían a favor de sus planes. Que Alemania "dijo que sí", pero con la condición de "que al día siguiente se disolvieran".

Y comentaron que "una persona de la Unión Europea" les recomendó que aceptasen "unos estatutos o privilegios similares o iguales al País Vasco". Los comensales rechazaron rotundamente esa idea. 

Miquel Montero de Quadras remató así su intervención: "En un año, referéndum. España no está preparada para soportarlo". "¡Somos los únicos cuatro para preservar la dignidad de la nación catalana!", celebró eufóricamente.

Elecciones

Al inicio de la cena, los cuatro habían comentado de forma distendida los resultados de las últimas elecciones; posiblemente, los comicios generales celebrados en España el 28 de abril de 2019. En ese contexto, el hoy diputado Canadell dijo que los partidos independentistas, ERC y Junts, necesitarían "200 apoyos" para "dar credibilidad". 

A los pocos minutos, Roger Vilaseca y Montero de Quadras comentaron que Telefónica "es una mafia, al igual que el Estado español". Luego, este último detalló los contactos que estaba manteniendo con China.

También dijo que, "de momento", lo tenían "todo fuera del Estado español, descentralizado en puntos estratégicos", lo que podría hacer referencia a la infraestructura informática que estaban desarrollando en favor de la independencia. Y apuntó también que, "junto a Rusia", habría terceros actores esperando para posicionarse. 

A este respecto, cabe apuntar que el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, mantiene abierta una investigación, conocida como caso Volhov, sobre los contactos de dirigentes independentistas catalanes con presuntos miembros de los servicios secretos de Moscú.

Durante la cena grabada por la Guardia Civil, Vilaseca aseguró que contaban "con un millón de euros en Suiza" para "crear un sistema operativo". Pasados unos minutos, Montero lanzó una promesa a Canadell: "Si haces un buen servicio, ganarás mucho dinero".

"Vigilancia discreta"

El restaurante es una suculenta parrilla argentina ubicada en pleno centro del municipio de Sant Cugat, a las afueras de Barcelona. En esa localidad tiene fijada su residencia Miquel Montero de Quadrasal que la Guardia Civil mantuvo varias semanas en su punto de mira y al que efectuó vigilancias y seguimientos.

Lo consideran uno de los cabecillas del llamado CNI catalán. Y, por eso, el 16 de mayo del año 2019, los agentes logran grabar dicha cena, que él y otros miembros de este grupo clandestino celebran en el restaurante.

"Oportuna vigilancia discreta", resalta el informe secreto del Instituto Armado, ya enviado a la Audiencia Nacional y al que ha accedido EL ESPAÑOL. En él se explican los seguimientos efectuados a este núcleo separatista y cómo los investigadores de incógnito consiguen sentarse a pocos metros de distancia de la mesa de los independentistas.

Una de las instantáneas capturadas por la Guardia Civil durante la cena. EL ESPAÑOL

De los cuatro participantes en la reunión sólo el diputado Joan Canadell no figura como investigado en esta pieza secreta del Juzgado Central de Instrucción número 6.

La investigación

La investigación de la Guardia Civil sobre el CNI catalán se inició al detectarse, en otra causa instruida en la Audiencia Nacional, que existía un grupo "relacionado con la Administración pública catalana que, en colaboración directa con algunos de los miembros de los Comités en Defensa de la República (CDR)" había empezado a planificar, "mediante el uso de la violencia y la fuerza", el asalto, la ocupación y la defensa del Parlamento de Cataluña.

Su objetivo, "junto a otras iniciativas simultáneas", fue el de "subvertir el orden constitucional y generar una crisis de graves e imprevisibles consecuencias políticas e institucionales". La finalidad última de estas acciones era el de conseguir la independencia de Cataluña.

Como reveló EL ESPAÑOL, algunos de los supuestamente espiados con autorización judicial a través del software Pegasus eran los elegidos por Puigdemont para montar el llamado CNI catalán.

Los comensales, grabados a la salida de su cena. EL ESPAÑOL

En la documentación a la que ha accedido EL ESPAÑOL sobre esta iniciativa, se señala al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont como su responsable último. Y se describe cómo un nutrido grupo de independentistas llegaría a poner en funcionamiento estos proyectos, "ideados, instrumentalizados y articulados por parte de los políticos prófugos como requisito inicial para conseguir una desconexión virtual del Estado".

El objetivo de Miquel Montero de Quadras era crear la infraestructura informática del Consell per la República, el núcleo de afines a Puigdemont. Según la Guardia Civil, esta idea la impulsaban "las esferas políticas secesionistas en rebeldía procesal huidas a Bélgica"

Los agentes, en los informes del sumario, subrayan que Montero de Quadras tomaba muchas precauciones durante su actividad. Por eso, son escasas las conversaciones que se pudieron obtener de él. En otras charlas grabadas por los agentes, sí reveló que su objetivo era mantenerse en la sombra y que por eso utilizaba el seudónimo Carles Nin Izquierdo. "CNI, en sus siglas", señaló el Instituto Armado.

Para los agentes, este dato tiene una gran relevancia. Al compararlo con informaciones obtenidas en otras diligencias distintas, pudieron constatar que ese nombre figuraba como el administrador de una cuenta de la plataforma de pago Paypal difundida por el independentismo. A través de ella se estarían realizando donaciones destinadas al Consell per la República Catalana.

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