Un vídeo de la tragedia que se produjo el pasado 24 de junio en la valla de Melilla es el núcleo de un reportaje en el que la BBC denuncia que policías marroquíes arrastran cadáveres de inmigrantes en la zona controlada por España de vuelta a su lado de la frontera. La BBC se limita a dar una imagen de ese vídeo, de algo más de 40 segundos, que ha preferido no publicar para no herir la sensibilidad de sus espectadores.
En aquella jornada fallecieron al menos 24 personas. Otras 70 continúan desaparecidas desde entonces. El vídeo en cuestión, al cual ha podido acceder EL ESPAÑOL, fue obtenido por la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) días después de la catástrofe.
Las imágenes recogen los momentos posteriores a la avalancha de centenares de inmigrantes, que quedaron aplastados tras llegar a un callejón sin salida, a una especie de ratonera. Se ven cuerpos sin vida de algunos de los que aquella mañana intentaron entrar en España.
Uno de los cadáveres es trasladado por los agentes marroquíes. A otro, los agentes comprueban si está vivo, tomándole el pulso en la muñeca y en el cuello, y percutiendo sobre su cuerpo con una porra para ver si reacciona.
La BBC asegura que un cuerpo sin vida "parece ser arrastrado [desde el lado español] hacia el lado marroquí". No hay prueba, sin embargo, de que los gendarmes le trasladen a ese lugar o lo estén alejando del montón de personas que yacen en el suelo.
En su momento, la AMDH, al recabar esas impactantes imágenes, describía los hechos como "un auténtico desastre que muestra las primeras consecuencias de los últimos acuerdos marroquíes-españoles".
La cadena británica asegura también que lo que se ve en ese fragmento ocurre en terreno español. Fuentes consultadas en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado presentes en Melilla mantienen sus dudas al respecto.
En la llamada "tierra de nadie", técnicamente una franja neutral, Marruecos actúa de facto como si fuese de su territorio. "Sobre el papel, es zona neutral. Sobre el terreno, se lo apropia Marruecos", dicen las fuentes consultadas.
Marruecos no reconoce ante la ONU las fronteras terrestres con España y considera "inexacta" la línea divisoria con las ciudades autónomas de España. Este hecho quedaría evidenciado, tal y como ha relatado este periódico hace tan solo unos días, en que el país vecino está urbanizando esa franja, en un nuevo intento de acorralar a Melilla.
El trato de Marruecos
Lo que sí evidencian estos y otros vídeos publicados por EL ESPAÑOL los días posteriores a la tragedia es el trato que los policías de Marruecos dispensan a los inmigrantes. En uno de ellos se observa a los agentes arrojarles a una explanada, o directamente zarandearles contra una valla. En otros se ven los golpes que les propinan cuando yacen en el suelo tras la avalancha.
Se observa también como algunos agentes tratan de rescatar a los que se están quedando sin respiración hundidos debajo de sus compañeros. Pero principalmente lo que reflejan las imágenes que todo el mundo vio en aquellos días es una marea humana de cuerpos tirados en el suelo, unos encima de otros, algunos de ellos sin vida.
Los sucesos del 24 de junio en ese tramo del llamado Barrio Chino de Melilla es a día de hoy la mayor tragedia vivida en las fronteras terrestres de Marruecos y España. El último suceso que suscitó tal indignación fue lo ocurrido en el Tarajal, el 6 de febrero de 2014, cuando murieron 15 personas migrantes ahogadas en la playa de ese mismo nombre mientras trataban de entrar a nado desde Marruecos a Ceuta.
El citado documental emitido este martes por la BBC contradice la versión del Ministerio del Interior sobre la tragedia. Mientras el departamento de Fernando Grande-Marlaska ha negado que se permitiera a agentes marroquíes entrar en suelo español para conducir de vuelta a los inmigrantes, los vídeos recabados por la cadena británica muestran cómo los policías marroquíes actúan de esa manera ante la pasividad de los agentes españoles.
La cadena señala también que Interior oculta imágenes clave de las cámaras de vigilancia, algo que ya resaltó hace unas semanas el Defensor del Pueblo en su informe acerca de este episodio.
Sin embargo, fuentes del departamento de Marlaska aseguran a EL ESPAÑOL que el Defensor del Pueblo dispone de todas ellas "desde el principio". Resaltan a su vez que el ministro compareció ante el Congreso para contestar a todas las preguntas que quisieron realizarle los diputados.
[La mafia que condujo a los inmigrantes a Melilla intentó el asalto tres veces en la misma semana]
El Defensor del Pueblo cifró en 470 las personas que fueron devueltas al lado marroquí aquel mismo día. En su informe preliminar, hecho público hace tan solo unas semanas, aseguró que se había efectuado "un rechazo en frontera de 470 personas sin contemplarse las previsiones legales, tanto nacionales como internacionales" que se suelen tener en estos casos.
Los días siguientes, Marruecos y España se defendieron. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, empleó dos palabras para definir en un primer momento lo ocurrido. "Bien resuelto", señaló, a preguntas de los periodistas. Aseguró que miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "fueron heridos como consecuencia del asalto violento y organizado por las mafias que trafican con seres humanos".
"No es cierto"
Ante la publicación del reportaje el Ministerio del Interior vuelve a reiterar "su más firme respaldo a la actuación de la Guardia Civil". Reafirma que se actuó "de forma proporcional, ajustada a la legalidad y firme ante un intento de asalto violento a nuestra integridad territorial".
"Es cuando menos decepcionante y sorprendente -prosigue el departamento de Marlaska- que se hagan acusaciones de gran gravedad sin el sustento de ninguna prueba. Absolutamente nadie, ni la Guardia Civil, ni la Gendarmería, ni la Fiscalía General del Estado, ni El Defensor del Pueblo ni las autoridades marroquíes sostienen que las muertes tuvieron lugar en territorio nacional".
También la asociación mayoritaria de la Guardia Civil, JUCIL, ha salido a defender la labor de sus agentes. "En todos los procedimientos la Guardia Civil actúa conforme a derecho, de manera tajante".
Son las palabras de Agustín Leal, portavoz de la asociación mayoritaria en el Consejo del Instituto Armado. "No es cierto que haya habido víctimas mortales del lado español. Ni mucho menos que hubiese gendarmes marroquíes llevando esas víctimas al lado marroquí. Todas las víctimas fueron del lado de Marruecos", subraya a EL ESPAÑOL.
JUCIL lleva pidiendo cámaras personales para todos los agentes desde hace años al ministro del Interior. Se trataría de dispositivos individuales incorporados que permitirían grabar todas y cada una de las actuaciones en la frontera. "Servirían para demostrar nuestras acciones ante un juez, sobre todo para rebatir falacias de este tipo como la que acaba de publicar el medio británico", insiste Agustín Leal.
Aunque comparten con el ministro la crítica hacia la publicación de la BBC, responsabilizan a Interior al no haberles dotado "de los medios suficientes, tanto personales como humanos para poder llevar a cabo nuestra labor".
Con esas cámaras y los medios adecuados, JUCIL opina que podrían hacer frente a las situaciones de Melilla. "Con los recursos acordes a una policía del siglo XXI, que defiende la frontera sur de la Unión Europea y el flanco sur de la OTAN no habría lugar a polémicas. Esa es la responsabilidad del ministro, y de este Gobierno, que no dota a sus Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de los medios necesarios para defender la soberanía del pueblo español".
Los mandatarios de ambos países defendieron sus acciones alegando la violencia de los inmigrantes al saltar la valla todos al mismo tiempo y en un número muy superior al de ocasiones precedentes, además de ir pertrechados con ganchos y otros objetos punzantes y peligrosos. Sin embargo, en el documental se muestra a los agentes marroquíes disparar balas de goma contra los inmigrantes a corta distancia.
Algunos de los subsaharianos que protagonizaron el salto aparecen en el reportaje de la BBC explicando que esos garfios los emplean para trepar por el vallado. Por su parte, los agentes de la frontera han reiterado en innumerables ocasiones que esas supuestas herramientas de escalada eran utilizadas después contra ellos como peligrosas armas.
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