"No tiene sentido que haya documentos oficiales a la carta". Así se pronuncia el magistrado Fernando Portillo, presidente de Foro Judicial Independiente (FJI) al valorar la enmienda de Podemos a la Ley Trans para poder suprimir la casilla del sexo en el DNI.
"Parece razonable que el Documento Nacional de Identidad sea uniforme y único para toda la población", asegura. ¿Es posible un DNI sin las letras M [masculino] y F [femenino]? La propuesta presentada por Podemos, junto a otros nueve grupos parlamentarios, enfrenta a los juristas.
Esta enmienda a la Ley Trans reza así: "Se articularán medidas que permitan omitir, a petición de la persona interesada, la mención relativa al sexo en sus documentos oficiales". Por tanto, se aplicaría únicamente si un ciudadano solicita omitir el sexo en su DNI.
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"Estoy muy de acuerdo, me parece un cambio necesario", comenta Isaac Guijarro, director jurídico y co-fundador del bufete Olympe Abogados, al que su web define como un despacho "antirracista, feminista y LGTBIQ+".
Guijarro pone como ejemplo a países de la Unión Europea como Alemania, Países Bajos o Malta, que han optado por "neutralizar" los documentos de identidad. ¿Esto qué supone? Que se pueda suprimir la alusión al sexo del ciudadano o que se incluya una tercera casilla, como la de no binario.
A finales de 2020, la Secretaría de Estado de Igualdad y Contra la Violencia de Género, dependiente del ministerio que encabeza Irene Montero, encargó a una empresa que realizase un estudio sobre estas personas, que no se sienten ni hombre ni mujer.
Ya entonces, fuentes de Igualdad confirmaban que, tras esta investigación —por la que el Gobierno pagó unos 14.000 euros—, se plantearían la opción de crear una tercera casilla en el DNI para englobarles.
Además, en la primera propuesta de Ley Trans, registrada por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea en marzo de 2018, sí se recoge que las personas no binarias puedan contar con una categoría específica en el DNI, dada "la necesidad de una categoría jurídica que responda a una expresión no binaria de existir y ser como persona".
"Que [el sexo] no aparezca en tu DNI no afecta a lo que, a nivel jurídico, somos", matiza Isaac Guijarro. "No tendría trascendencia, por ejemplo, en el caso de la violencia de género; se te enjuiciaría según aparezcas registrado", subraya, tras admitir que se trata de una cuestión más estética que potencialmente perjudicial.
"No afecta a la seguridad jurídica y me parece necesario", recalca el cofundador de Olympe Abogados, quien se decanta por suprimir la casilla del sexo en todos los carnés y que solicitar que se omita este dato "no sea lo anómalo". También, que el DNI tenga "los mínimos datos esenciales".
Por contra, otra jurista de relevancia, que prefiere no dar su nombre, sí recalca que la alusión al sexo en el DNI es una "garantía de seguridad jurídica" que, incluso, puede constituir una "medida de protección".
"[Un DNI sin sexo] podría ser un incumplimiento de art. 20 de la Ley de Igualdad", sostiene Pino de la Nuez Ruiz, presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis.
Dicho artículo obliga, entre otras cuestiones, a "incluir sistemáticamente la variable de sexo en las estadísticas, encuestas y recogida de datos que se lleven a cabo".
A renglón seguido, De la Nuez insiste en la importancia de la perspectiva de género como "un punto de inflexión" a la hora de abordar problemas sociales, como el desempleo o las diferencias salariales.
"No se debe legislar para unos cuantos, pero con consecuencias que afectan a muchos y muchas más", insiste la presidenta de Themis. "Si es un simple maquillaje, no creo que haya que legislar sobre un maquillaje", añade.
Pino de la Nuez, además, recuerda que es más que probable que diversos grupos políticos presenten recursos de inconstitucionalidad contra la Ley Trans una vez se apruebe, por lo que insta a debatir sobre esta ley "con calma" y no mediante el procedimiento de urgencia con el que se está tramitando, injustificadamente, la futura norma.