El Gobierno ha acordado entregar a Bosnia a Ado Alagic, el acusado de crímenes de guerra que fue detenido en Barcelona el pasado 15 de septiembre.
Así consta en un documento, firmado por el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que certifica que el pasado 22 de noviembre el Consejo de Ministros aceptó la extradición de Alagic. Ahora, será la Audiencia Nacional la que tenga la última palabra sobre este ciudadano extranjero que, por el momento, permanece en prisión provisional.
Tal y como avanzó EL ESPAÑOL en exclusiva, la Policía Nacional le arrestó en la Ciudad Condal tras una investigación de la Comisaría General de Información (CGI).
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La propuesta de extradición, firmada por la ministra de Justicia, Pilar Llop, recogía los hechos de los que las autoridades bosnias informaron a España y por los que acusan a Alagic, nacido en la ciudad de Čapljina en 1961.
Según obra en el expediente, al que ha tenido acceso íntegro este periódico, el Tribunal Cantonal de Monstar relata que, durante la guerra de Bosnia, en una fecha indeterminada de octubre de 1993, Alagic, como guardián del campo de concentración de Gabela, participó en "tratos inhumanos" e infligió "sufrimiento y daños corporales" un civil al que tenían recluido, también bosnio.
"El reclamado sacó al encarcelado del hangar donde estaba con otros civiles de nacionalidad bosnia, lo llevó detrás de otro hangar (...), donde estaban M. B. y Z. S., y le ordenaron que se desnudara, mientras el reclamado y Z. S. buscaban dinero en la ropa de la víctima".
M. B. le habría golpeado en la cabeza con el mango de una pistola y Alagic le habría dado un puñetazo en la mandíbula que le rompió varios dientes y le hizo caer al suelo.
"Los tres lo patearon en los brazos, costillas, espalda y piernas durante varios minutos, tras lo cual, el reclamado y Z. S. lo levantaron del suelo y lo apoyaron contra la pared. Z. S. le golpeó en la cabeza y la cara unas veinte veces con una barra de plástico de unos 70 a 80 cm de largo y, como resultado de los golpes, la víctima no podía levantarse y sufría mucho dolor", narra el documento.
Siempre según este relato, Alagic y Z. S. llevaron a su víctima a rastras hasta un bosque cercano, donde M. B. les habría ordenado matarle. Alagic habría sido el encargado de ello, con un trozo de madera. Pero la víctima pudo empujarle y huir, escapando más allá de la alambrada del campo de concentración tras atravesar una zona llena de minas.
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"Luego, se escondió en el bosque hasta que cayó la noche, tras lo cual se escondió en Čapljina con una familia, y dos días después llegó a Medugorje, a la sede del batallón de España del UNPROFOR [Fuerza de Protección de las Naciones Unidas], donde cayó inconsciente debido a los golpes y malos tratos, a raíz de lo que aún hoy día presenta graves problemas de salud", narra el Tribunal de Monstar.
Crímenes de guerra
Los hechos estarían considerados como un presunto delito de crimen de guerra contra la población civil. Por ello, Bosnia solicitó a España la detención y entrega de Alagic.
La Policía le arrestó en Barcelona y el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, cuyo titular es el juez Santiago Pedraz, ordenó su ingreso en prisión.
Según confirman fuentes policiales a este periódico, Ado Alagic utilizaba una identidad falsa en España, donde se encuentra desde el año 2008. La detención se produjo durante el traslado de un hospital en el que recibía tratamiento a otro.
El pasado octubre, el fiscal Vicente González Mota solicitó a Pedraz que ordenase su ingreso en prisión, ya que había riesgo de que se fugase de España. En 2015, según manifestó el propio detenido, regresó a Bosnia a cumplir una condena de cárcel de año y medio y después volvió a nuestro país. Es viudo y durante una temporada trabajó en Barcelona como cocinero.