"Antes de la reapertura pasábamos en diez minutos; ahora, en diez horas. No nos dejan ni pasar con una lata de refresco. No se respeta el acuerdo de buena vecindad. La vida en los 12 kilómetros cuadrados que tiene Melilla se hace insoportable con una frontera gestionada de esta manera", protesta Francisco Zafra, uno de los firmantes de la campaña Por una frontera digna en Melilla en Change.org.
Ha pasado algo más de medio año desde que se abrió parcialmente la frontera de Melilla entre Marruecos y España, y tanto melillenses como marroquíes protestan por las "colas interminables y el trato denigrante a ambos lados".
Un grupo de ciudadanos lanzó este 25 de diciembre, día de Navidad, la campaña para recoger firmas dirigidas al Ministerio de Asuntos Exteriores en España y a la Casa del Rey en Marruecos.
Denuncian "un profundo abandono institucional" y piden a las autoridades fronterizas marroquíes que "pongan fin a este trato tercermundista y garanticen el paso ágil y rápido de coches y personas en ambos sentidos".
Asimismo, exigen al Gobierno español que "interceda en este problema que está sufriendo el pueblo de Melilla, que cada vez afecta a más personas".
El objetivo es trasladar al Gobierno de Marruecos el problema que existe en la frontera de Melilla. "Esperamos y confiamos que se resuelva favorablemente y que miles de personas vuelvan a pasar de forma ágil la frontera", explica la organización.
Miles de personas cruzan a diario la frontera de Beni Ensar en ambos sentidos, teniendo que soportar colas de hasta 10 horas. "Esto es totalmente inhumano. Personas mayores, niños y mujeres obligados a soportar este trato denigrante", mantienen en la campaña de firmas.
Trabajadores y familiares
Además de las visitas a familiares, hay empresarios, trabajadores en instituciones españolas en Nador, como el Colegio Español o el consulado; y trabajadores transfronterizos con los permisos que tienen que cruzar a diario para acudir a su puesto de trabajo.
Por ello, solicitan a las autoridades fronterizas de Marruecos que "sean humanas y que todos seamos tratados con dignidad, abriendo los suficientes carriles para que el paso sea ágil y rápido".
Detrás de este movimiento ciudadano no hay ningún partido político. Se han organizado en un grupo de WhatsApp de alrededor de 700 personas. Consideran que hay "un problema en la frontera de Melilla" y que "los políticos no hacen lo suficiente para remediarlo".
De hecho, el lunes al mediodía celebraron una protesta pacífica a las puertas de la Delegación de Gobierno de Nador. Aunque habían pensado manifestarse en la frontera, decidieron concentrarse en la ciudad para evitar que prohibiesen la concentración por temas de seguridad.
El delegado recibió a un grupo pequeño de manifestantes y se comprometió a habilitar hasta cuatro carriles permanentes de acceso a Nador, preparar un paso prioritario a personas con discapacidad y a mujeres embarazadas, y a recibir las incidencias del lado marroquí a través de su gabinete que va a mantener un contacto directo con estos ciudadanos.
Rogó a los ciudadanos que no entren en enfrentamientos con la Policía, a la que acusan de maltrato, y que le trasladen todas las incidencias directamente a su gabinete.
Manifestación en Melilla
En todo caso, según ha podido saber EL ESPAÑOL, se prepara otra concentración para los próximos días. Será delante de la Delegación del Gobierno de Melilla y pedirá que las autoridades melillenses solucionen los problemas que competen al lado español.
El presidente de Somos Melilla, Amin Azmani, apoya esta iniciativa ciudadana y acusa al Gobierno melillense de "desidia" y "arbitrariedad".
"Al margen de las cuestiones geopolíticas y las discusiones de alto nivel entre dos países, aquí hay dos provincias, Nador y Melilla, que estamos en primera línea de fuego, y que tenemos unos lazos históricos, económicos, familiares, y turísticos que tienen que continuar y deben fluir. Y nuestros representantes en ambos Estados están en otra dinámica que nada tiene que ver con la de los ciudadanos del día a día", mantiene Azmani en una entrevista con EL ESPAÑOL.
El político melillense recuerda que en anteriores protestas de empresarios y comerciantes sobre temas fronterizos, la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, "no nos ha recibido".
Finalmente, están solicitando más carriles y más funcionarios. Precisamente, un ciudadano de Melilla envió a EL ESPAÑOL el sábado una fotografía del puesto fronterizo de Beni Ensar con una sola ventanilla habilitada y vacía. "Estamos haciendo colas de más de 8 horas porque la parte marroquí solo tiene un carril abierto y se ríen de nosotros. La delegada no nos ayuda en nada, ya hemos perdido la esperanza en ella", mantiene Hassan desde Melilla.
En cuanto al acuerdo de buena vecindad, Amin Azmani asegura que "hay desprecios por parte de Marruecos". "No se puede pasar ni con una botella de agua, pero al contrario no hay problema", señala.
Azmani alega que "no se puede dejar en manos de los jefes de fronteras de turno que cuando ellos consideren se habiliten más o menos carriles". "Eso tiene que ser un asunto de las Delegaciones de Gobierno de ambos lados, pero no hay comunicación prácticamente entre los dos puestos fronterizos; es como un efecto muro. Tienen que intervenir los delegados del Gobierno en Melilla y Nador", concluye.