El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha elogiado este jueves la trayectoria del ex secretario general de UGT Nicolás Redondo Urbieta, cuya disposición a alcanzar acuerdos, ha dicho debe ser "una fuente en la que inspirarnos ahora en los momentos de tensión”.
Feijóo ha visitado este jueves la capilla ardiente de Nicolás Redondo en la sede de UGT en Madrid, donde ha sido recibido por el actual líder del sindicato, Pepe Álvarez.
Respecto a la figura de Nicolás Redondo, el presidente del PP ha destacado que "lo importante no es el desacuerdo, sino el acuerdo. Lo importante es desactivar el conflicto a través de la cesión de las partes, la gente siempre es recordada por los acuerdos y no por las disputas".
Por ello ha considerado que la trayectoria del histórico sindicalista y su disposición al diálogo debe ser un referente en la actual situación política. Feijóo ha señalado que Redondo Terreros es "una figura clave" para entender la España desde la dictadura de Francisco Franco hasta el pacto constitucional de 1978.
Visita de Alfonso Guerra
A su juicio encarna un sindicalismo "responsable y comprometido con los derechos de los trabajadores y el conjunto del país", informa Europa Press.
Núñez Feijóo ha trasladado también el respeto y el pésame del PP no sólo a los miembros del sindicato, sino también al hijo de Redondo Urbieta, Nicolás Redondo Terreros, del que ha dicho que practicó un "socialismo responsable" en País Vasco durante una de las etapas más difíciles de aquella región. Redondo Terreros fue secretario general del Partido Socialista de Euskadi (PSE) entre 1997 y 2002.
También ha pasado este jueves por la capilla ardiente el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, quien ha destacado que Redondo Urbieta "supo combinar la responsabilidad y la exigencia. Y eso le hizo labrarse un perfil de gran luchador, un gigante del mundo sindical. Fue una persona muy buena, muy íntegra, muy recta, y nos ha dejado un poco huérfanos a todos con su desaparición".
Guerra también ha elogiado el papel que el histórico líder de la UGT jugó tras la caída de la Dictadura: "Hizo compatible dos cosas muy complicadas", ha señalado: "la defensa del bienestar de los trabajadores desde un sindicato, sin poner en peligro la Transición política".