La derogación del delito de sedición, impulsada por el Gobierno, ha provocado que la Audiencia Provincial de Baleares ponga en libertad provisional de los 22 inmigrantes que fueron detenidos en noviembre de 2021, por forzar que el avión en el que viajaban realizara un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Son Sant Joan (Palma de Mallorca).
La Fiscalía reclamaba para cada uno de estos inmigrantes una pena de cinco años de cárcel, como autores de un delito de sedición, según lo previsto en la Ley de Navegación Aérea de 1964.
Cuando viajaban entre Casablanca (Marruecos) y Estambul (Turquía) en una aeronave de la compañía Air Arabia, simularon una emergencia médica para forzar al piloto a desviarse de su trayectoria y tomar tierra en Palma de Mallorca.
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Según la acusación, se habían coordinado a través de un grupo de Facebook y, tras el aterrizaje de emergencia, se dieron a la fuga invadiendo la pista del aeropuerto.
Tras ser detenidos, los 22 inmigrantes fueron ingresados en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE). De forma cautelar, el juez les retiró el pasaporte y les prohibió abandonar la isla.
Siempre según el escrito de acusación de la Fiscalía, estos pasajeros causaron una "situación sin precedentes en el espacio aéreo europeo" y actuaron de forma coordinada, según marcaban las directrices que se publicaron en el grupo de Facebook "Brooklyn".
Sin embargo, el ministerio público ha dirigido ahora un escrito a la Audiencia Provincial de Baleares solicitando su puesta en libertad, como consecuencia de la reforma del Código Penal impulsada por el PSOE y Podemos, que el pasado mes de diciembre derogó el delito de sedición.
La Fiscalía sostiene que, de acuerdo con los pronunciamientos recientes del Tribunal Supremo, los hechos "no encajarían en el delito de desórdenes públicos, por lo que el procedimiento continuaría por los delitos de coacciones".
Como consecuencia de todo ello, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares ha decretado la puesta en libertad provisional de los 22 inmigrantes, informa EFE.
El desvío de este vuelo entre Marruecos y Turquía para la entrada ilegal de parte de su pasaje en España puso en peligro la seguridad aérea, causó el desvío y retraso de unos 60 vuelos, afectó a un total de 81 vuelos, 41 de ellos cancelados, y obligó a cerrar esta instalación del aeropuerto de Palma durante casi cuatro horas.