Yassine Kanjaa carecía de papeles para residir en España y tenía una orden de expulsión desde hace siete meses que Interior aún no había ejecutado. Desde el Ministerio que dirige Fernando Grande-Marlaska reconocen que, al tratarse de un procedimiento administrativo, su ejecución "no es inmediata".
El presunto yihadista que ha asesinado este miércoles a un sacristán de Algeciras y ha herido a un sacerdote, estaba pendiente por tanto de ser expulsado a Marruecos debido a su situación irregular.
Kanjaa fue identificado y detenido el pasado mes de junio en Algeciras. La Policía Nacional comprobó que no llevaba documentación de ningún tipo que le permitiera residir en territorio español. Automáticamente, se iniciaron los trámites para expulsarle a Marruecos, su país de origen. Un expediente que se hizo, según Interior, "con todas las garantías".
No pesaba sobre él seguimiento de ningún tipo, ni de los grupos de Información, dedicados a la lucha antiterrorista, ni de otras unidades policiales. A los agentes de la lucha antiterrorista, en estos momentos, no les consta cómo entró en España ni cuándo.
Kanjaa nació en octubre de 1997 en Marruecos. Llevaba meses viviendo como okupa en un piso de la calle Ruiz Ragle, muy cerca del centro de Algeciras y a 90 metros de la iglesia donde cometió el atentado. Compartía casa con otras cuatro personas de origen magrebí.
Los agentes registraron el inmueble, que encontraron muy sucio, con colchones tirados por el suelo, y se llevaron varias cajas. Los compañeros de Yassine no fueron detenidos.
En el expediente de Yassine figura la diligencia de identificación y la comunicando de su estancia ilegal. Por ello se instó el expediente de expulsión. Cuando la Policía detectó su presencia irregular el pasado mes de junio decidió iniciar el procedimiento para expulsarlo. Podía haber sido trasladado a un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) para que en un plazo de 60 días se le terminase entregando a Rabat.
Fuentes expertas en asuntos migratorios apuntan a EL ESPAÑOL que, en muchas ocasiones, muchas de las personas que se trata de devolver no son readmitidas por sus países de origen.
Tal y como contó hace unos meses El Español, Argelia, hasta hace poco aliado de España, comenzó a interponer constantes y férreos obstáculos con los vuelos fletados por el Ministerio del Interior con inmigrantes de regreso a su país.
Sin antecedentes
Kanjaa no contaba con antecedentes por terrorismo en su historial, ni en España ni en otros países. Fuentes de la lucha antiterrorista admiten que el presunto yihadista no figuraba en sus investigaciones, porque no constaba su radicalización. Era uno de los centenares de "lobos solitarios" que las policías europeas han ido localizando en los últimos años. Pero en ocasiones, como este miércoles, no ha sido posible evitar el atentado.
Fue en torno a las seis y media de la tarde de este miércoles cuando Yassine apareció en la puerta de la iglesia de San Isidro de Algeciras. A gritos empezó a increpar a los feligreses. Algunos de ellos oyeron sus reproches por no seguir el islam.
Kanjaa salió de la iglesia y volvió un rato después. Vivía muy cerca, y por ello, tras acercarse a su vivienda regresó con un machete de grandes dimensiones. Llevaba consigo la misbaha, una serie de cuentas para efectuar los rezos del islam. Como un rosario para la religión católica. También llevaba encima un Corán.
El sacerdote Antonio Rodríguez, de 74 años, salesiano y vicario de la Parroquia María Auxiliadora, estaba celebrando la eucaristía. Kanjaa según testigos presenciales, entró de nuevo gritando "Alá es grande", destrozando todo cuanto se iba encontrando a su paso. Al alcanzar al sacerdote le acuchilló en el cuello. Por fortuna, la rápida actuación de los servicios de emergencia permitió que pudiera salvarse.
Kanjaa salió de la iglesia y echó a andar hacia otro templo religioso, la Iglesia de La Palma. Caminaba por la calle blandiendo el machete ensangrentado con el que había atacado al sacerdote. Esta vez, al acercase al templo, el sacristán Diego Valencia salió a su paso. El presunto yihadista se abalanzó sobre él y le apuñaló en el vientre. La segunda cuchillada le alcanzó en la cabeza, cuando la víctima trataba de huir.
Poco después fue reducido por la Policía Local y puesto a disposición de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional, que se encarga de la investigación abierta por la Audiencia Nacional. Los agentes procedieron al registro de la vivienda en el que residía el detenido.
Este jueves se están analizando todos los efectos intervenidos. Se proseguirá también con el resto de investigaciones y se sigue con los interrogatorios al detenido.
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