Su perfil era muy similar al de Yassine Kanjaa, el asesino que acabó hace un mes con la vida de un sacristán en Algeciras. Tenía 52 años, era natural de Ceuta, contaba con la nacionalidad española y siempre que salía a la calle llevaba encima un cuchillo. El Ministerio del Interior le tenía en su radar desde hacía meses. Pero en Campos, un pueblo de 6.000 habitantes al sur de Mallorca, había mostrado signos en los últimos tiempos de haberse radicalizado cada vez más.
Incluso había aumentado sus publicaciones en internet, difundiendo propaganda yihadista, colgando en la web vídeos en los que incitaba a matar policías en España y en otros lugares del mundo. Era él quien se dedicaba, personalmente, a explicar el modo en que perpetrar estos asesinatos. Esto propició su detención.
La Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional acaba de detener a este yihadista que había multiplicado sus amenazas en vídeos donde incitaba a matar agentes en España. El radar de los agentes de la lucha antiterrorista lo tenían en el punto de mira desde hacía meses. "En los últimos tiempos aumentó su radicalidad y afinidad a los postulados de Daesh. El fin último era el mismo (que el del atentado en Algeciras). En este lo hemos evitado", aseguran a EL ESPAÑOL fuentes de la investigación.
Junto a la CGI han participado en la investigación las Brigadas Provinciales de Información de Palma de Mallorca y San Sebastián, bajo la dirección del Juzgado Central de Instrucción nº2 de la Audiencia Nacional.
La investigación comenzó en septiembre del año pasado. Los investigadores detectaron el perfil de esta persona redes sociales, y vieron cómo desde esa cuenta se realizaban publicaciones proyihadistas.
"El Sicario de Alá"
El ahora detenido gestionaba distintos perfiles en redes sociales, en los que contaba con cientos de seguidores, y difundía continuos discursos amenazantes contra cualquier tipo de autoridad, principalmente funcionarios policiales y militares, "erigiéndose a sí mismo como yihadista, muyaidín y sicario de Alá".
El autodenominado 'Sicario de Alá' no tenía un domicilio estable en España. Los agentes habían ido siguiendo su rastro en los últimos años por distintas provincias, comprobando cómo gestionaba los perfiles delictivos en redes sociales desde su dispositivo móvil.
A principios de este año viajó a Egipto. Allí fue detenido por las autoridades de dicho
país cuando intentaba desplazarse a Sudán, en pleno Sahel, hervidero y zona sensible a nivel mundial en la que diversas organizaciones yihadistas pugnan por el territorio a día de hoy en el África subsahariana. Sin embargo, no logró alcanzar su objetivo, y fue expulsado a territorio español.
Los investigadores advirtieron cómo las amenazas y propaganda pro-Daesh que estaría compartiendo en redes entre sus numerosos seguidores se habrían multiplicado en las últimas semanas, así como la radicalidad de su mensaje. Esto se producía coincidiendo con las semanas posteriores al atentado de Algeciras.
En una de sus últimas publicaciones incitaba de manera directa a cometer un atentado contra los policías. Esto fue lo que determinó su inmediata detención.
Tras su arresto se ha procedido a intervenir junto con documentación de interés para la investigación, un dispositivo electrónico y el cuchillo que llevaba encima siempre que salía a la calle.
En la mañana del día de hoy, se ha puesto al detenido a disposición del titular del Juzgado Central de Instrucción número Dos decretando este su ingreso en prisión incomunicada.