Zougam sigue declarando que es inocente 19 años después del 11-M y con el grado carcelario más duro
Interno en la cárcel de Teixeiro, aún permanece en régimen cerrado, aislado. Ante su familia y los funcionarios, insiste en que es víctima de una injusticia.
11 marzo, 2023 02:17Jamal Zougam, el condenado como autor material del 11-M, aún sigue en primer grado penitenciario. El marroquí, nacido en 1973, está interno en la cárcel de Teixeiro (La Coruña), tras haber pasado por las de Villena (Alicante), Valdemoro (Madrid), Huelva y Topas (Salamanca).
Si nada cambia en 365 días, los crímenes cometidos aquel 11 de marzo de 2004 prescribirán. Aunque el caso Miguel Ángel Blanco ha abierto una vía para que eso no suceda.
El primer grado —también llamado régimen cerrado— es el más duro y estricto. Supone que un preso sea considerado peligroso o de alto riesgo, por lo que se le aísla del resto de internos y se le somete a mayores controles de seguridad.
Diecinueve años después de los ataques del 11-M, Zougam sigue declarándose inocente, pese a que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional le condenó a casi 43.000 años de cárcel. En 2008, el Tribunal Supremo ratificó aquella resolución, y por ello debe continuar en prisión hasta 2044.
El mismo convencimiento sigue mostrando su familia. Y, también, quien fue su abogado en el juicio, Eduardo García Peña. "Al igual que pasa con otros de mis clientes, contra Jamal no hay ninguna prueba que sostenga su culpabilidad", insiste el letrado, en conversación con EL ESPAÑOL. "Pero en este caso, además, creo que Zougam es inocente, que no es lo mismo", matiza.
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García Peña se muestra seguro de que la situación penitenciaria de Jamal "hubiera mejorado enormemente" si hubiera reconocido los hechos que la sentencia le atribuye. Pero, muy lejos de ello, Zougam sigue insistiendo, tanto a su familia como a los funcionarios de la cárcel, que es inocente y que está entre rejas injustamente.
En su historial, el preso acumula varias sanciones disciplinarias. Sin embargo, no consta ninguna infracción desde febrero de 2021.
"Está más delgado, enfermo y más deprimido; allí hace mucho frío y le duelen los huesos", comenta su familia, que se queja del enorme desembolso que debe hacer cuando visita a Zougam en Galicia. Para ello, compran con antelación billetes de avión desde Madrid, donde residen.
"Me suele decir: 'Soy inocente, ¿qué hago aquí? No hay Justicia en España'", comenta un pariente del preso en conversación con este periódico. "¿Por qué no hay testigos españoles?", se pregunta, resignada, su madre, que asume que, aunque lo pretende, será inviable "hablar con el presidente Pedro Sánchez". Su familia sigue visitándole en Teixeiro, y reclama al menos su acercamiento a Madrid.
García Peña visitó a Zougam en prisión por última vez en 2015. Lo hizo después de que se archivase la querella que interpusieron contra las dos ciudadanas rumanas que, como testigos, identificaron a Jamal y aseguraron que le habían visto en los vagones que explotaron en marzo de 2004.
"Demostrar el falso testimonio —demostrar que alguien ha mentido a sabiendas— es muy difícil. No pudimos proceder contra ellas por este delito, que podría haber dado lugar a un recurso de revisión, que habría permitido revocar la sentencia", comentaba en el abogado a EL ESPAÑOL en una entrevista en marzo de 2022.
Por teléfono, el letrado recuerda que Zougam siguió insistiendo en su inocencia incluso cuando ya sabía que todas las posibilidades judiciales estaban agotadas. "Que un cliente siga diciéndote que no ha hecho nada una vez todos los instrumentos procesales se han agotado y ya no hay nada más que hacer, no me lo he encontrado nunca", subraya el abogado.