Agencias

El incendio forestal "de sexta generación" que afecta al interior de la provincia de Castellón ha cumplido hoy su tercera jornada activo, marcado por la "gran voracidad" de las llamas aún por controlar y la complejidad de la extinción, si bien el refuerzo de medios ha logrado mantener su perímetro en unos 40 kilómetros.

En cuanto a las hectáreas afectadas, según el último balance, han aumentado solo en unas cien y se estiman en 4.000, gracias a las labores de extinción que han llevado a cabo en esta zona limítrofe entre la Comunitat Valenciana y Aragón un total de 20 medios aéreos -que han hecho descargas en "puntos calientes"- y 700 profesionales, algunos aportados por otras comunidades autónomas y por el Gobierno. Según los últimos datos facilitados por el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat -a las 18.00 horas- en la zona norte (Los Cantos-límite de Aragón), el perímetro está estabilizado.

El incendio, en cuya extinción trabajan 700 personas y ha obligado a desalojar a 1.500 vecinos de la provincia de Castellón y a 250 en la zona aragonesa del siniestro (de Olba y San Agustín, en Teruel), está ahora a expensas de la evolución de la meteorología: el viento de componente sur está afectando más a Aragón, pero puede cambiar y afectar entonces al flanco valenciano.

Tras el peligroso descuelgue de las llamas por el barranco de Maigmona, el sector 3 (la carretera CV-195 entre Montán y Montanejos) sigue con trabajos de contención del fuego, han añadido las fuentes. Además, se mantienen las descargas conectadas de los aéreos para ganar capacidad de extinción.



Emergencias informa asimismo de que la gran carga de humedad relativa de la jornada de hoy, superior en algunos momentos al 70%, ha colaborado a que el incendio se mantenga dentro del perímetro. Hasta ahora, añaden, el incendio no afecta a ningún paraje natural, aunque sí a terrenos de la red natura 2000.

En la tarde de este sábado se han incorporado medios de diferentes comunidades que se suman a todos los medios valencianos y a la Unidad Militar de Emergencias (UME), "compañera imprescindible" en estas situaciones, así como a la Guardia Civil, la Policía autonómica y otros organismos colaboradores como Cruz Roja.

La Comunidad de Madrid ha enviado a la Unidad de Emergencia y Respuesta Inmediata (Ericam) para apoyar en las labores de extinción del incendio. Según ha informado Emergencias 112 Comunidad de Madrid, el contingente madrileño está integrado por 15 efectivos de Bomberos de la Comunidad de Madrid y cinco sanitarios del SUMMA 112. También forman parte del mismo 16 efectivos de las Brigadas Forestales de la Comunidad de Madrid, además de una dotación de tres autobombas forestales pesadas, dos bombas nodrizas, dos vehículos de logística, una UVI del SUMMA 112 y un vehículo de apoyo del SUMMA 112. El convoy ha partido a las 16.40 horas, según las mismas fuentes.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado que la comunidad autónoma va a enviar 20 efectivos, entre medios aéreos, maquinaria y personal, para combatir el importante incendio que afecta a las provincias de Teruel y Castellón.

García-Page ha concretado que el consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, estaba reunido con el Centro de Coordinación para ultimar este apoyo por parte del Sistema de Prevención y Lucha contra Incendios de Castilla-La Mancha (Infocam), que "es referente y envidia en toda España", ha valorado.

El presidente Ximo Puig ha asegurado que todavía existen posibilidades de que aumente el perímetro de la zona afectada y ha advertido de que al parecer este domingo se va a producir un cambio y se volverá a las circunstancias meteorológicas de este viernes, por lo que todo el dispositivo está prevenido para cambiar la estrategia de extinción si fuera necesario.

Puig ha señalado que el incendio se inició en Villanueva de Viver y la Guardia Civil ha iniciado una investigación para determinar el origen del fuego. En el momento oportuno, las autoridades informarán de este extremo.

Fuentes de Emergencias consideran que una de las hipótesis apunta a una mala praxis agrícola pero la investigación del origen del fuego continúa en marcha y no hay nada concluyente por el momento.

"Ahora estamos ocupados, preocupados y concernidos en conseguir sumar esfuerzos para acabar con un incendio que está destruyendo una parte importante del patrimonio", ha concluido al respecto.

Incendios nueva generación

Ambos presidentes autonómicos han coincidido en que se trata de un incendio de sexta generación, unos fuegos que se declaran a principios de la primavera, son cada vez más frecuentes y llegan a ser incontrolables e inapagables.

Javier Lambán ha señalado que en unas recientes jornadas técnicas celebradas en Aragón se puso de manifiesto que se debe tomar "muy en serio" lo que puede ocurrir en los próximos meses y años si no se valoran estos incendios con la dimensión que corresponde.

La acumulación de biomasa por abandono de actividades agropecuarias hace que estos incendios se conviertan en "auténticos polvorines" y representen un problema de protección civil, por lo que "tendremos que poner remedio", ha manifestado.

Según Puig, son incendios "no apagables, no controlables" y para los que es una suerte tener la alianza de la meteorología; por eso ha considerado fundamental actualizar todos los procesos tecnológicos y de prevención en un entorno asociado a la despoblación que, junto a la sequía y la crisis climática, se convierte en "una tormenta perfecta".

Lambán ha destacado la importancia de un mando y dirección coordinada única entre comunidades autónomas como un paso adelante, como ha ocurrido en este caso y por primera vez con un Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) único, "un avance sustancial que de cara al futuro redundará en beneficios para hacer frente a este tipo de catástrofes".

Ambos dirigentes han pedido la máxima prudencia a la población y paciencia a las personas desalojadas, y han esperado que estén en las mejores condiciones posibles.

No obstante, el balance de la noche del viernes ha sido "óptimo" y se ha logrado conseguir los dos parámetros propuestos en la última reunión del PMA: que no avanzara el perímetro, las llamas y la huella del incendio y que no llegara a la CV-195 entre Montón y Montanejos.

En las tareas de extinción participan medios de diferentes administraciones, incluidos los Bomberos de Diputación de Castellón, los bomberos de los Consorcios Provinciales de Alicante y Valencia, del Ayuntamiento de Castelló y València, bomberos forestales de la Generalitat, el Gobierno de Aragón y BRIF del Ministerio.

Declaraciones de 4 personas

La Guardia Civil ha tomado declaración a cuatro personas por su presunta relación con el origen de este incendio, del que se confirma ya el "factor humano", según ha señalado la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé.



La delegada ha indicado que al parecer se estaban haciendo "unos trabajos de mantenimiento" en la zona donde comenzaron las llamas, en Villanueva de Viver, aunque ha rehusado concretar si se trata de operarios de unas brigadas municipales, y ha precisado que sigue abierta la investigación.

Los desalojados siguen a la espera de volver

Las 1.500 personas que fueron desalojadas de manera preventiva en Castellón al inicio del incendio y las 250 desalojadas en Aragón (en Olba y en San Agustín) todavía no pueden volver a sus casas, un momento que esperan "ansiosos", aunque viven estos momentos con más tranquilidad que cuando tuvieron que marcharse.



Algunas personas que salieron Montanejos y están ahora en un cámpin de Navajas han explicado a la agencia Efe que están muy agradecidos por la acogida que han recibido y aseguran que viven la situación "un poquito más relajados", aunque sigue la preocupación de cuándo podrán regresar tras haberse ido casi "con lo puesto".



Calculan que hasta el lunes o martes próximo no se les permitirá volver a sus casas, y no pueden dejar de pensar en el "desastre ambiental" que ese temprano incendio de la primavera está dejando a su paso. EFE