España se enfrenta en un recién estrenado mes de abril con más de un centenar de incendios. Lo que parecía una tragedia encapsulada entre Castellón y Teruel, ahora es un problema nacional. Varias Comunidades Autónomas -como Asturias, Galicia o Cataluña- también han sido pasto de las llamas ante el temor del aumento de las temperaturas y las rachas de aire cálido.
Así, en Asturias se han llegado a localizar 96 incendios que, según las autoridades, se han reducido y estabilizado. En Cantabria hay 38 en activo. En Galicia, dos. Y en Tarragona se lucha porque el provocado cerca de la sierra de Pàndols, un espacio natural protegido. Todos estos fuegos han puesto en alerta a la población y las autoridades.
En Asturias, el Gobierno del Principado ha rebajado el nivel de alerta por incendios forestales ante la estabilización de la mayoría de los fuegos declarados en la comunidad y por la evolución favorable de las condiciones meteorológicas. El Ejecutivo regional ha decretado el paso del Plan Especial de Protección Civil por Incendios Forestales (INFOPA) a situación de emergencia en fase 1, en la que los fuegos requieren para su extinción los medios, procedimientos y protocolos de uso habitual con la aplicación de operativos especiales.
Ahora, los alrededor de 70 incendios contabilizados en la Comunidad Autónoma están "controlados y estabilizados", salvo un fuego registrado en Parres y otro en Belmonte de Miranda, por lo que se están empezando a retirar efectivos de apoyo que se han desplegado durante los últimos días en la comunidad, entre ellos los miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Según ha asegurado este sábado el gerente del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), Óscar Rodríguez, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañado del presidente del Principado, Adrián Barbón, para hacer balance de la oleada de incendios que han afectado con especial virulencia a la zona occidental y han obligado a evacuar a cerca de 400 personas. Las lluvias y el cambio de dirección del viento han contribuido a amainar la ola de incendios.
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En estos momentos, solo dos incendios, en Aballe (Parres) y Cutiellos (Belmonte de Miranda), aún no están estabilizados, aunque se espera que con la llegada de lluvia se controlen. Ambos fuegos, según las autoridades, presentan una "evolución favorable" y han estimado que unas 11.000 hectáreas se han visto afectadas en la zona occidental y entre 30 y 40 hectáreas en el Monte Naranco, aunque aún está por evaluar con precisión los daños.
Los incendios registrados a lo largo de los últimos días en el Principado han obligado a la evacuación de 375 personas y al corte de carreteras -entre ellas la A-8 durante doce horas-, y han provocado la quema de construcciones, como hórreos y cuadras, si bien no se ha quemado ninguna casa habitada, ha precisado.
Castellón y Teruel también han apaciguado los problemas de los últimos días. Las llamas que devoraban la región y provocaron el desalojo de unas 200 personas y 4.000 hectáreas quemadas van extinguiéndose. Las fuerzas policiales y los efectivos de bomberos en la zona han logrado retenerlo, aunque sigue vivo: según fuentes de emergencias de la Generalitat, está controlado, pero no extinguido.
Al respecto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apuntó desde República Dominicana que este incendio forestal era "una advertencia muy seria" del cambio climático. Sánchez se refirió al incendio como una amenaza muy seria de los problemas futuros que se ciernen sobre el planeta y dijo que estaba dando prioridad a las políticas de mitigación del cambio climático. Sánchez aludió a la prevención y la anticipación como forma de evitar estos desastres.
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En Galicia, la Consellería de Medio Rural ha informado de que ha quedado estabilizado el incendio que comenzó el pasado martes en Cubilledo, en Baleira, y que ha arrasado 1.400 hectáreas de ese ayuntamiento y de los municipios vecinos de A Fonsagrada y Ribeira de Piquín.
La propia consellería ya había desactivado esta mañana la situación 2 de alerta en el incendio forestal, al remitir el peligro para los núcleos de población. Según el alcalde de Baleira, Ángel Enrique Martínez-Puga, los medios de extinción tratan de enfriar las zonas arrasadas por el fuego, "enfriando" aquellos lugares donde las llamas pueden avivarse y "muy pendientes del viento".
Con respecto a los otros tres fuegos que se iniciaron ayer en la provincia de Lugo, permanece estabilizado el que de la parroquia de Vieiro, en el municipio de Viveiro, en A Mariña lucense, tras arrasar unas 80 hectáreas. Ha quedado controlado otro incendio en el municipio de Taboada, en la parroquia de Xián, donde ardieron ocho hectáreas, mientras que, en Alfoz, en Lagoa, permanece estabilizado un fuego que ha quemado ya 90 hectáreas.
El incendio declarado el miércoles en el límite entre Puerto de Béjar (Salamanca) y Cáceres sigue quemando en la parte extremeña y fue provocado por una quema de restos de poda de castaño, según fuentes de la Junta de Castilla y León. En las labores de extinción colaboran las dos comunidades con medios terrestres y aéreos.
Los Bomberos de la Generalitat luchan desde este mediodía en la provincia de Tarragona contra el incendio forestal que se ha desatado en la sierra de Pàndols, un espacio natural protegido incluido en la Red Natura 2000, en una zona de barrancos y de difícil acceso.
Fuentes de este cuerpo han informado a Efe de que en este incendio trabajan en estos momentos un total de 32 dotaciones, de las que 28 son terrestres, otras dos hidroaviones y las dos restantes, helicópteros. El fuego, cuyo origen se desconoce, afecta a una zona de barrancos, "lo que hace difícil" acceder a la zona y combatir las llamas, según sus declaraciones. A media tarde, anotaron que ya estaba controlado.
Los incendios de Cantabria, controlados
En una de las comunidades limítrofes, Cantabria, el operativo contra el fuego ha extinguido todos los incendios forestales provocados en la región salvo dos focos controlados en Argüeñabes (Camaleño) y en Barrio (Vega de Liébana). Desde las 6:00 horas de este sábado no ha sido provocado ningún nuevo incendio y desde las 19:00 horas de ayer se han registrado cuatro, ha informado el Gobierno de Cantabria.
El consejero de Medio Ambiente, Guillermo Blanco, ha destacado que solo quedan "dos puntos calientes" gracias al cambio que se ha producido en las condiciones meteorológicas, que confía en que se mantengan, y al esfuerzo de los bomberos municipales. "Las lluvias de anoche, la menor intensidad del viento y, sobre todo, el trabajo del operativo de lucha contra los incendios forestales de Cantabria ha hecho que estos momentos tengamos unas condiciones mejores", ha afirmado.
Emisiones de CO2 "relativamente altas"
Las emisiones de CO2 por incendios forestales en marzo han sido "relativamente altas" para este mes en España y, desde que existen registros sólo se han visto superadas por las de 2012 y 2009, según datos del Servicio de Vigilancia Atmosférica (CMAS) del sistema satelital europeo Copernicus.
Estas cifras se han visto impulsadas por las emisiones correspondientes al mayor incendio en lo que va de año en España, el declarado la semana pasada en Villanueva de Viver (Castellón) y que también ha afectado a la provincia de Teruel, arrasando unas 4.400 hectáreas.
Así, según el Sistema Global de Asimilación de Incendios (GFAS, por sus siglas en inglés) del CAMS, éste ha sido, con diferencia, el responsable de las mayores emisiones por incendio forestal en toda la Comunidad Valenciana, al menos desde 2003 (año de inicio de la serie).
Los datos de GFAS relativos al poder radiativo del fuego también muestran valores extremadamente altos para un mes de marzo, especialmente en lo que respecta al día 23, cuando se declaró el incendio.
Sequía y altas temperaturas
Por otra parte, los datos hidrológicos del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) correspondientes a febrero y marzo muestran una estación invernal "muy seca" en 2023 en comparación con la media de 1991-2020, tanto para la península ibérica como para una amplia zona del sur de Europa.
Además, las temperaturas de los últimos días han sido inusualmente cálidas para la mayor parte de Europa Occidental, especialmente en la península ibérica, alcanzando los 30°C ya el 10 de marzo.
Así, el peligro de incendios según la Previsión Global de Incendios ECMWF (GEFF) fue "muy alto" o "extremo" en muchas zonas del este de España durante la semana del incendio forestal de Valencia, según recoge un artículo publicado este viernes por el CAMS.
En Asturias, con un centenar de incendios activos, los datos de GFAS también revelan unas elevadas emisiones de CO2, sólo superadas por las de 2012, año en el que marzo también estuvo marcado por temperaturas cálidas. Esta situación se repite en Galicia y Cantabria.