El Gobierno ofrece a la OTAN que España lidere su nuevo batallón disuasorio en el frente Este

El Gobierno de Pedro Sánchez lleva meses de gestiones discretas dirigidas a liderar ese nuevo battle group. La decisión final se podría tomar en Vilnius (Lituania), ciudad que acogerá la Cumbre de la OTAN de este año los días 11 y 12 de julio. En esa cita debe diseñarse una nueva estrategia de despliegue de fuerzas con la intención de disuadir a Rusia de cualquier acto belicista contra los aliados.

La idea que se baraja, según apuntan esas mismas fuentes, sería la de instalar un batallón de características similares al de Letonia en Eslovaquia, en Rumanía o en Hungría. Por ello se está planteando qué país liderará esa misión de la OTAN y España se ha postulado para tomar el mando. Incluso se habrían llevado a cabo reconocimientos sobre el terreno para escoger cuál sería el lugar idóneo.

El Gobierno ya intentó dirigir la misión de Presencia Avanzada Reforzada en Letonia, uno de los baluartes fronterizos con Rusia que la Alianza Atlántica emplea para velar por sus aliados. Allí el mando lo tiene Canadá, pero las Fuerzas Armadas españolas han incrementado su presencia notablemente en el último año.

Este diario se ha puesto en repetidas ocasiones con el departamento de comunicación del Ministerio de Defensa a lo largo de todo el fin de semana. Tras numerosos intentos de recabar más detalles sobre este particular, no se ha obtenido ninguna respuesta por parte del equipo de Robles. 

Un socio "leal"

Debido a la situación creada por la invasión rusa en Ucrania, España decidió reforzar con 200 militares más el contingente actualmente desplegado en Letonia. La cifra actual de efectivos allí es de 650. Con este y otros gestos, el Ejecutivo ha procurado hacer méritos para que la Alianza Atlántica confíe en la posibilidad de otorgarle la dirección de uno de los nuevos batallones. 

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Además de en Letonia, las Fuerzas Armadas multiplicaron durante 2022 su participación en las misiones de policía aérea en el este de la OTAN, que a lo largo del año han realizado despliegues no simultáneos en Bulgaria, Lituania, Estonia y Rumanía.

Actualmente España tiene desplegados aviones de combate en Rumanía para vigilar el cielo sobre el mar Negro. También cuenta en este país con un radar de vigilancia de largo alcance. 

Todos esto gestos han propiciado que España esté siendo considerado como un "socio leal" en la OTAN, ya que es uno de los países que más rápido ha respondido a sus demandas. Por ello, según sostienen las mismas fuentes en la Alianza, se habría hecho acreedor a dirigir este nuevo cometido.

El aumento de la influencia de España en la OTAN acrecienta, por otra parte, las posibilidades de que Sánchez pudiera encontrar acomodo en su jefatura, que ahora ocupa el noruego Jens Stoltenberg.

Tal y como reveló la semana pasada el EL ESPAÑOL, a ojos de los socios de la OTAN Sánchez sería un "muy buen candidato", y su perfil cumple todos los requisitos para el cargo. 

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Según confirmaron fuentes aliadas, la OTAN esperará a que pasen las elecciones generales del 23-J para cubrir la vacante que dejará Stoltenberg, cuyo mandato prorrogado toca a su fin.

Ayer, en una comparecencia junto al primer ministro sueco, Ulf Kristersson, el presidente del Gobierno calificó de "bulo" las informaciones que dicen que es él quien busca "su salida personal" en la OTAN. "Rechazo ese bulo, esa desinformación", dijo.

Situación en Mali

La complicada situación que atraviesa la misión que España mantiene en Mali contribuye a que el escenario del Este de Europa resulte factible. La EUTM-Mali, la misión de la UE en el Sahel, ha naufragado en los últimos meses por las discrepancias con los golpistas de Bamako, por la llegada de los mercenarios rusos del Grupo Wagner y por el avance de las franquicias del yihadismo internacional.

Las tropas se han reducido de forma sustancial en esa región del África subsahariana. En marzo, la ministra de Defensa, Margarita Robles, visitó a los 334 militares que conforman el contingente español en ese país. Hace un año había 500.

El futuro allí es ahora incierto. Por ello, una nueva misión a la que enviar las tropas se considera la mejor opción desde el Gobierno. España podría ofrecer un elevado número de efectivos sin tener que pasar por la pertinente autorización del Congreso de los Diputados.