Hay una secuencia clásica de Woody Allen en la que protesta, entre bambalinas, de que su turno va después de un cómico. Jamás -se queja, nervioso- pueden meter a dos comediantes seguidos. "¡Mira cómo están aplaudiendo!", expresa titubeante, señalando al escenario.
La analogía con estos segundos cinematográficos viene a colación por la agenda electoral de esta noche. En este caso, el escenario es un plató de televisión y el personaje interpretado por Woody Allen es Alberto Núñez Feijóo. El líder del PP acude a las 21.45 horas a El Hormiguero, de Antena 3, y lo hace después de un político.
No puedes, podría quejarse el gallego, poner a dos políticos consecutivos. Menos, después de que el anterior haya puesto en pie al público. Porque Núñez Feijóo asistirá a pocas horas de que Pedro Sánchez se comiera los focos del programa amenizado por Trancas y Barrancas.
Feijóo, además, es la primera vez que acude a la cocina de Pablo Motos. Siendo presidente del Partido Popular desde hace menos de un año y enfrentándose por primera vez a unas elecciones generales (que, encima, se han adelantado casi cinco meses), el que ha gobernado durante 17 años su comunidad autónoma, la de Galicia, charlará con el presentador más visto de la televisión sin apenas entrevistas previas.
Al contrario de lo que ha hecho el mandatario socialista, Núñez Feijóo no está de ruta por las televisiones o radios. Estuvo con Carlos Alsina en Onda Cero y remarcó que iba a derogar leyes en cuanto llegara a La Moncloa.
También dijo que los debates no se imponen y que favorecería la gobernanza de la lista más votada, como ha defendido a menudo. Una de sus quejas más repetidas últimamente era sobre la fecha de las elecciones, en pleno verano, a pesar de que él celebró unas en julio.
"No es muy normal poner unas elecciones en la quincena -junto a la primera de agosto- más calurosa del año, ni ponerlas en la semana de más éxodo vacacional, no es normal destruir a sus socios de gobierno...", argumentó.
El líder del PP opinó que "lo que hay que hacer es facilitar al máximo que la gente pueda votar" y consideró que no era "normal" que más de dos millones de ciudadanos estuvieran "fuera" en la fecha en la que "el señor Sánchez ha elegido porque le ha dado la gana".
Pablo Motos tendrá enfrente a alguien con quien no se han cebado en las tertulias del programa, al contrario que habían hecho con decisiones del Gobierno de coalición, capitaneado por Pedro Sánchez. Tampoco ha tenido, de momento, una campaña de desinformación con la del presidente, de quien se inventaron que había puesto como condición que no hubiera público.
[Los 9 graves errores que están lastrando la campaña de Feijóo]
Y fue al revés: no solo lo hubo, sino que fue muy audible. Cada participación solía ser respondida con un dilatado aplauso. Y puede que ese sea el elemento desestabilizador para Feijóo, que se plantará frente en el formato de entretenimiento después de una semana donde han pasado un reggaetonero como Maluma y un político que tuvo más de animador que de responsable público.
De momento, ni el programa ni el invitado han colgado ningún avance. Y es lógico, porque es en directo. Se han limitado a anunciar su presencia, sin cortes previos ni montajes. Sí que se sabe, siguiendo una de las promesas que hizo el conductor de El Hormiguero, cuál será la primera pregunta: ¿Va a pactar con Vox si gana las elecciones?. Así lo formuló hace unos días y así puede que se comience la cita.
Sin conocer aún el contenido de la respuesta, lo que Feijóo ha dejado claro es que permitirá a sus compañeros y compañeras del PP formar gobiernos en municipios y autonomías con quien crean favorable. En la mesa ya hay algunos ejemplos, justo con el grupo de ultraderecha sobre el que le preguntará Pablo Motos: Castilla y León, la Comunidad Valenciana o la intriga de Extremadura.
Mientras se resuelve este episodio, que ha centrado la campaña electoral antes del 23 de julio y ha comprometido a una figura que abogaba por la moderación, Feijóo ha aprovechado la mañana del 28 de junio para celebrar el Día del Orgullo LGTBIQ+. "Celebramos el reconocimiento a la diversidad y a que cada uno decida quién quiere que le acompañe en su vida", ha escrito en Twitter. Lo que se desconoce es si, en persona, está lamentando salir al escenario después de otro político.