La resaca que dejó el 'cara a cara' entre Sánchez y Feijóo aún causa estragos en la sociedad española. Y es que, a pesar de haber pasado ya algunos días, lo cierto es que las opiniones sobre cómo actuaron los dos principales candidatos de cara al 23-J no han cesado. El actual líder de Vox, Santiago Abascal, criticó duramente el tono que tuvo el debate, no solo reprochando la actitud del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sino también al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.
"Hace cinco años que la Moncloa está ocupada por un personaje narcisista, agresivo y perturbado... Y a ese personaje peligroso el señor Feijóo acaba de ofrecerle una abstención para que pueda seguir gobernando. El señor Feijóo ofrece un pacto a Sánchez para evitar un pacto con Vox", expresaba el líder de Vox a través de Twitter.
Desde el inicio de la campaña electoral, Santiago Abascal y su partido Vox parecen estar en todas las conversaciones. Además de por los pactos firmados con el PP en comunidades autónomas como la Comunidad Valenciana, Baleares o Extremadura, lo cierto es que el partido considerado "ultraderechista" ha adquirido un gran protagonismo, aunque solo sea por las polémicas servidas.
Dejando a un lado los pactos con el Partido Popular, desde la llegada de Vox a algunos Ayuntamientos tras los resultados de las elecciones del 28-M, las medidas anunciadas por los de Abascal no han sentado nada bien a un gran sector de la población. La retirada de banderas LGTBI en algunos municipios y la prohibición de algunas obras de teatro y proyecciones como 'Lightyear' han vuelto a situar en el punto de mira a los miembros de la formación verde. Sin embargo, el líder de Vox continúa defendiendo su postura y no rectifica.
"No hemos venido a continuar ni a respetar el secuestro de la cultura por unas falsas élites que se han propuesto rediseñar una sociedad según sus caprichos y sus intereses", añadía.
Pero para conocer al detalle la figura de Santiago Abascal hay que trasladarse hasta el País Vasco de la década de los años 70. El actual líder de Vox nació en Bilbao, aunque creció con sus padres y sus dos hermanas en el municipio de Amurrio, en Álava. Su relación con la política le viene, precisamente, de estos vínculos familiares. Y es que su padre, Santiago Abascal Escuza, fue miembro de Alianza Popular y, años después, dirigente del PP de Álava durante más de tres décadas.
Por este motivo, Santiago Abascal ha expresado en varias ocasiones que se "encontró" con su afiliación al Partido Popular en su propia casa. Con tan solo 18 años se unió al partido y en 1996 comenzó a formar parte del Comité Provincial del PP en Álava. Desde entonces, Abascal ha estado vinculado continuamente a polémicas. Y es que poco tiempo después de su afiliación a los populares comenzó a recibir las primeras amenazas por medio de pintadas.
Con el tiempo, Abascal fue creciendo dentro de la formación y haciéndose hueco hasta ser nombrado concejal del PP en el Ayuntamiento de Llodio. Uno de las peores experiencias que recuerda fue, precisamente en esta época, cuando varios miembros del grupo Batasuna le increparon al ir a recoger su acta como concejal.
Un año después fue elegido presidente de Nuevas Generaciones de los populares y fue miembro de la Junta Directiva Nacional del PP. A diferencia de lo que suele ser habitual, los estudios de Abascal fueron tardíos. De hecho, fue en el año 2003 cuando el actual líder de Vox se licenció en Sociología por la Universidad de Deusto de Bilbao. Uno de los datos más curiosos de su trayectoria académica es que el prólogo de su Trabajo de Fin de Grado corrió a cargo de José María Aznar.
¿A qué se dedicaba Abascal antes de ser político?
Desde los inicios de los 2000 hasta el año 2013, Santiago Abascal fue miembro de la ejecutiva del Partido Popular de Euskadi, un cargo que compaginó con el de secretario de Educación del PP en la CAV desde 2015. Además, cabe destacar que por su trayectoria política, el líder de Vox y su familia estuvieron amenazados por ETA durante varios años.
A pesar de que Abascal siempre estuvo ligado a las polémicas, su época de mayor actividad fue durante su etapa en el Parlamento Vasco. De hecho, en el 2008 protagonizó uno de los momentos más tensos y que quedarán guardados para la posteridad. En pleno debate por la consulta del Plan Ibarretxe, el actual líder de Vox rompió la papeleta con las preguntas de la Consulta de Ibarretxe defendiendo que lo que hacía era dividir a la sociedad.
Desde entonces, fue perdiendo poco a poco el rumbo de su carrera hasta que Basagoiti se impuso a su figura y acabó provocando la salida de Abascal del Partido Popular. Sin embargo, su actividad no cesó en ningún momento. Durante este tiempo se convierte en presidente de la Agencia de Protección de Datos y funda la Fundación para la Defensa de la Nación Española. Fue en el año 2014 cuando, tras haber presentado un año antes su baja del PP, Abascal se une a Vox y se hace con la presidencia.
Los primeros resultados no fueron de lo más positivos para la formación. De hecho, en 2015, tras la celebración de las Elecciones Generales en España, a las que se presentaba como diputado por Madrid, Vox tan solo logró un 0,45% total de los votos. Una situación que ha cambiado mucho casi ocho años después.
En la actualidad, y según lo que adelantan la mayoría de las encuestas, la formación de Abascal se convertirá en la cuarta fuerza política de nuestro país y tendrá un papel fundamental en los próximos comicios. Y es que todo apunta a que si Feijóo no logra una mayoría absoluta dependerá de las exigencias de Vox para llegar al poder.