El proyecto para implementar el sistema de entradas y salidas automatizado del paso fronterizo de Beni Ensar, que separa Melilla de Marruecos, estará terminado antes de que finalice el año, según ha anunciado el lunes la delegada del Gobierno de la ciudad autónoma española, Sabrina Moh.
"Las obras se desarrollan con celeridad y se espera que las infraestructuras finalicen antes de final de año", asegura la delegada. En una entrevista en la COPE, ha puntualizado que "ahora estamos centrados en el equipamiento para que se ponga en marcha lo antes posible".
El proyecto coordinado con los integrantes de la Unión Europea (UE) tiene como objetivo la construcción de tres instalaciones que "van a aumentar la eficacia y la seguridad de los controles fronterizos", asegura la Delegación en una nota de prensa. "Queremos ponernos a la altura como ciudad española y europea con el sistema Entry/Exit System (EES)", ha manifestado Moh.
En todo caso, habrá que esperar a la finalización de todas las instalaciones para que se pongan en funcionamiento. "Es una construcción relativamente rápida porque son módulos fabricados desde la península y, por lo tanto, el montaje se está dando con mayor celeridad", ha detallado la delegada.
El edificio de entrada de Marruecos a España está prácticamente terminado. En cuanto a la infraestructura de salida de España a Marruecos, la construcción "va a buen ritmo". La tercera obra, ubicada en la zona del aparcamiento exterior, se está cimentando, y albergará una zona de inspección de vehículos para la Guardia Civil.
Moh ha agregado que también se están reformando el emplazamiento donde se va a ubicar el centro de cámaras. "En este espacio falta ultimar detalles y estamos a la espera del paquete tecnológico", ha explicado.
Se espera que la automatización de los procesos de control de viajeros impedirá el paso de personas que incumplan las condiciones de entrada o que excedan el periodo de estancia autorizado.
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Asimismo, esta estructura combatirá la suplantación de identidad, contribuirá a la prevención, detección e investigación de los delitos de terrorismo o de otros delitos graves, obtendrá información en las investigaciones de este tipo de delitos relacionada con las personas que hayan cruzado las fronteras exteriores de la UE y el uso fraudulento de documentos de viaje.
Pérdidas para Melilla
Tras la pandemia, solo se reabrió uno de los pasos fronterizos entre Melilla y Marruecos para ciudadanos europeos o con visado Schengen, a diferencia de antes de la Covid-19 que los marroquíes de las zonas periféricas podían entrar a la ciudad autónoma sin pernoctar.
"Implantar el visado Schengen es el hundimiento y la asfixia total de Melilla", mantiene una autoridad de Nador consultada por EL ESPAÑOL. Solo la localidad marroquí aledaña, Beni Ensar, cuenta con 52.000 ciudadanos, la región casi alcanza el medio de millón de habitantes. "Estas personas compraban y consumían en Melilla y dejarán de hacerlo", asegura la misma fuente.
Por ello, "a Melilla no la hundió Marruecos, si no la decisión de España al no dejar entrar a los marroquíes de la región", afirma desde el país vecino.
Lo cierto, es que Melilla ha registrado pérdidas significativas respecto a 2019, que alcanzan hasta un 60% en el IPSI, el impuesto indirecto de Melilla. Antes del cierre de las fronteras, la ciudad autónoma recaudó 71 millones de euros de importación de mercancía, mientras que en 2021 ingresó 56 millones de euros. Es decir, 14 millones de euros menos es lo que percibió la ciudad autónoma en impuestos de mercadería.
El régimen de viajeros actual desfavorece a la ciudad española. "Desde mayo de 2022 -que se reabrió el paso fronterizo- se permiten meter todos los productos con los coches melillenses a comprar a Marruecos, pero desde Melilla no se permite nada. Nos está perjudicando a todos los sectores", denunció a EL ESPAÑOL Enrique Alcoba, presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME). Esta práctica ya la han calificado en Melilla como la "ley del embudo".
Además, el resto de pasos fronterizos ente Melilla y Marruecos, que están inoperativos desde marzo de 2022, se cierran definitivamente por no estar cualificados para su apertura en estas condiciones dentro del marco de la UE. Igualmente, hace más difícil el restablecimiento de la aduana comercial, que Marruecos cerró de manera unilateral en agosto de 2018, y que el Gobierno español no ha conseguido restablecer a pesar de los acordado en la hoja de ruta de Pedro Sánchez y Mohamed VI en abril de 2022.